En Montevideo el verano pierde vigor y la gente
aprovecha cada resquicio de luz. Estábamos en casa, la tribu
familiar reunida en una tarde agonizante. Camilo atiende una
llamada telefónica,
- Es la abuela -anuncia- y pregunta si sabemos la
buena: ganó el PSOE.
- ¿Está segura?, interrogamos al unísono,
- Que sí -y riendo continúa-, dice que el hombre de la
cara de palo perdió….
En medio del dolor, de las imágenes del horror
provenientes de Madrid, la abuela transmitía una buena
noticia.
Perdió Aznar, y en su caída empujó a Bush y a Blair,
deseosos de salir en la foto triunfante. Ganó la paz.
Ojalá la humildad y la cara de hombre bueno de
Zapatero desalojen del gobierno la soberbia, el cinismo y
los almidonados gestos de su antecesor, que nada tienen que
ver con la gracia y la sensibilidad del pueblo español.
Que el barro de la impunidad no continúe hundiendo al
escándalo del Prestige y a sus víctimas. Que ganen los
trabajadores y trabajadoras, cada vez más precarios y
baratos para una economía que les da la espalda y tiene a
Aznar como mascarón de proa.
Enhorabuena, y los mejores augurios de buena gestión
al PSOE, pues si contribuye quitando a España de este mundo
a contramano de la gente, quizás provocará que otros pueblos
se animen a perder el miedo y a romper con los tientos del
jamás.
Ojalá el Partido emerja con lo mejor de su vocación
solidaria y humanística, y su histórico compromiso
internacionalista. Que así sea, para desterrar de estas
playas el lamentable recuerdo que dejó Felipe González
cuando, en medio de la peor crisis argentina, llegó
preocupado... por las arcas de las transnacionales
españolas.
¡Que viva España! Y que viva la abuela, quien dio la
noticia en una tarde de domingo con ganas de ganarle tiempo
a la noche.
Gerardo Iglesias
© Rel-UITA
15 de marzo de 2004