Estados Unidos
La
xenofobia y las elecciones estadounidenses |
El movimiento contra los
inmigrantes desempeñó un importante papel en la reelección
de Bush. Al igual que los movimientos antigay y "Provida"
(contra el aborto legal), se basó en principios morales de
un modelo de familia y de sociedad creado por los EEUU
blancos y protestantes.
Llevar discusiones políticas y económicas al terreno moral
ha sido una excelente estrategia de la derecha. Así es más
fácil y práctico ganar adherentes, especialmente entre
sectores conservadores y temerosos -incluidos muchos
hispanos- ante el "asalto" de los homosexuales y los
inmigrantes.
En Arizona, el movimiento anti inmigrante también tiene
"vigilantes" que patrullan zonas fronterizas y detienen a
inmigrantes indocumentados. Fue allí donde se aprobó la
Proposición 200, similar a la 187 de California del año
1995, por la cual se niegan servicios públicos a los "sin
papeles".
Cuando la efervescencia contra los inmigrantes parecía
declinar y hasta se hablaba de reformar la ley de
inmigración, el asunto regresó con más fuerza. Y
casualmente, apareció en el 2003 el libro "Mexifornia",
escrito por Victor Hanson, agricultor de Selma y profesor de
Estudios Clásicos de la Universidad de California (Fresno).
"Mexifornia" fue patrocinado por "Encounter for Culture and
Education, Inc", organización derechista financiada por la
Fundación Lynde and Harry Bradley, de Winscosin, reconocida
por financiar proyectos que apoyan un "capitalismo salvaje",
es decir, que rechazan concesiones a sindicatos y mejoras
sociales y apoyan la privatización de servicios públicos
como la educación. Entre sus beneficiarios figuran la
Fundación Heritage e individuos como Jeane Kirkpatrick, Jack
Kemp, William Bennett, y los juristas derechistas Robert
Bork y Antonin Scalia.
Hanson dice que escribió el libro sin pretenciones
académicas, en base "a lo que he visto y oído en medio siglo
de vida en el Valle Central de California" (prefacio, XII).
A medida que nos adentramos en el texto entendemos por qué
deja de lado la disciplina académica: se trata en realidad
de un manual de argumentos xenófobos reciclados que se han
escuchado desde principios del siglo XX. La diferencia
radica en el mercadeo y el generoso despliegue en la prensa
hegemónica, que lo han convertido en la biblia del
movimiento radical anti inmigrante.
Un mensaje de odio
xenófobo a una audiencia que busca culpables por los
problemas del país, a una población temerosa de lo
externo que se siente protegida por un candidato
"fuerte" que ofrece protección y seguridad. Balas, no
flores. Frontera militarizada. Orden social y orden en
la familia. |
A partir de una comparación con las corrientes migratorias
europeas blancas como la alemana y sueca, Hanson critica a
los hispanos, particularmente a los mexicanos, por no
integrarse en la cultura estadounidense y por no dejar que
su cultura y su idioma se disuelvan en su nuevo país. Esa
teoría ha resultado ser inútil, especialmente cuando se
quiere integrar a la fuerza a una comunidad a la que se
discrimina al mismo tiempo.
"Aparte de las puñaladas existe, por supuesto, la plaga del
alcohol" (página 41). Y en la misma página se agregan otras
calamidades que traen los mexicanos "gonorrea, herpes, HIV,
tuberculosis, hepatitis y hasta tétano". Naturalmente, pues
provienen de un país prácticamente medieval (descripciones
varias de México; por ejemplo, página 23). Además, los
indocumentados son quienes producen metanfetaminas (página
43).
Después de repetir cifras cuestionables sobre el costo de la
inmigración indocumentada (página 8) y de insistir en que
ellos "violaron la ley al venir aquí" (página 7), Hanson
recurre al temor: "En nuestras calles, no tengo idea de si
la mayoría de los jóvenes ilegales son refugiados económicos
o delincuentes fugitivos de México, porque no hay datos
legales de su existencia y los documentos que ellos y
nuestras autoridades locales tienen son casi siempre
fraudulentos, falsificados para ocultar las condiciones de
su llegada" (página 16).
Ese planteamiento es muy utilizado por quienes se oponen a
una amnistía a indocumentados y a que puedan obtener
licencias de conducir, particularmente después del 9/11,
argumentando razones de seguridad.
Hanson también manipula la información cuando habla sobre
ingresos económicos en California: "trabajando 200 horas al
mes a 10 dólares por hora, algunos trabajadores
indocumentados de la construcción, se equiparan con un
profesor de inglés" (Página 45). El ideólogo derechista
parece expresar un profundo rencor por la falta de mejoras
salariales de los profesores.
Pero "Mexifornia" no busca presentar datos ni argumentos
serios; se trata de un mensaje ideológico y propagandístico
orientado principalmente a la clase media blanca
anglosajona, preocupada por la pérdida de su nivel de vida,
y a señalar un enemigo equivocado, incapaz de defenderse:
los inmigrantes indocumentados. Sus medias verdades y
argumentos infantiles, de corte demagógico y racista, han
logrado cautivar a una audiencia ansiosa y a un aparato
propagandístico bien lubricado.
Estos medios, organizaciones derechistas y religiosas, y el
acceso de Hanson a las esferas del poder en calidad de
"asesor", llevaron su mensaje de odio xenófobo a una
audiencia que busca culpables por los problemas del país, a
una población temerosa de lo externo que se siente protegida
por un candidato "fuerte" que ofrece protección y seguridad.
Balas, no flores. Frontera militarizada. Orden social y
orden en la familia. Como antes, hace tiempo, cuando la
sociedad se regía por los eternos valores de nuestros
ancestros.
El pasado 2 de noviembre el efecto anti inmigrante hizo lo
suyo, y no sólo en Arizona.
Eduardo Stanley
12 de noviembre de 2004
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