Según cifras de la Organización Internacional del Trabajo,
uno de cada 10 empleados es víctima de hostigamiento, y de
cada
100
vejados, 75 son mujeres.
El acoso es
un fenómeno presente en todos los ámbitos y, sobre todo, en
el público, que se ejerce de diversas maneras y puede
desencadenar enfermedades graves e incluso provocar la
muerte, alertó la técnico-académica Martha Sánchez Miguel,
del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de
la UNAM.
Añadió que
según cifras de la Organización Internacional del Trabajo,
uno de cada 10
empleados es víctima de hostigamiento, y de cada 100
vejados, 75 son mujeres.
En promedio, los afectados tienen entre 35 y 40 años de
edad.
En un
comunicado, mencionó que el acoso opera a través de la
violencia, cuando un individuo es aislado intencionalmente
de su entorno por medio de difamaciones, amenazas,
acusaciones verbales o cuando recibe un trato inmerecido.
Al
participar en la mesa "Acoso en el trabajo", en la Facultad
de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, la
criminóloga y victimóloga Teresa Ambrosio Morales,
también del IIJ, expuso por su parte que los
acosadores tienen un perfil específico.
Generalmente, explicó, son individuos envidiosos, egoístas y
carentes de empatía; fantasean acerca de que sin ellos el
centro laboral no funciona; crean intrigas; utilizan a los
compañeros para acceder a sus víctimas, y en ocasiones
fingen comprensión de los sentimientos ajenos.
Expuso que
la violencia laboral tiene repercusiones en la salud, que
pueden traducirse en enfermedades, miedos acentuados y
continuos, un sentimiento constante de amenaza y ansiedad
generalizada con somatizaciones múltiples.
Recordó que
en 2006 se lanzó una propuesta en la Cámara de Diputados
para sancionar esta conducta, pero aún no hay avances. Al no
estar tipificado como delito, denunciar este tipo de
actividades significa el sometimiento de la víctima a un
sinnúmero de pruebas que nunca apuntan al verdadero
culpable.
Tomado de
La Jornada, México
16 de
marzo de 2009
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