La lucha
sindical por un nuevo convenio internacional que brinde
cobertura a las trabajadoras y trabajadores domésticos
constituye una de las prioridades de la nueva campaña de la
Confederación Sindical Internacional (CSI) por la
igualdad1.
En efecto, la dimensión de género es la principal razón de
las discriminaciones que tienen lugar en el ámbito del
trabajo doméstico, denuncia Barbro Budín, que está a
cargo de las cuestiones relativas a igualdad en la UITA,
quien además nos explica la mejor manera de articular esta
temática con la de las migraciones.
-¿Cuáles son las principales dificultades que tienen las
trabajadoras y trabajadores domésticos?
-Uno de los
principales problemas que tienen las trabajadoras y
trabajadores domésticos es su aislamiento y vulnerabilidad.
Como trabajan y a veces inclusive viven en domicilios
particulares dependen muchísimo de la buena o mala voluntad
de sus empleadores y están expuestos a sufrir violencia y
explotación sexual. En las raras ocasiones en que tienen
contratos de trabajo, normalmente son los empleadores
quienes determinan sus términos, sin tener que preocuparse
por ninguna eventual intervención de los inspectores del
trabajo.
En muchos
países los trabajadores domésticos no están comprendidos
dentro del ámbito de la legislación laboral, hecho que, por
supuesto, socava su posición y sus derechos, incluyendo la
libertad sindical y el derecho de negociación colectiva.
-¿Hay otras razones que expliquen el bajísimo índice de
sindicalización que se registra en esta categoría de
trabajadores y trabajadoras?
-La OIT
estima que en el mundo hay más de 100 millones de
trabajadores domésticos y solamente un pequeño porcentaje de
ellos está afiliado a sindicatos. Esto se debe en parte a
las dificultades que tienen para acercarse a esos
trabajadores. Resulta mucho más fácil sindicalizar al
personal de una fábrica que a trabajadores aislados que
desempeñan tareas en domicilios particulares. Los bajos
índices de sindicalización se explican asimismo por los
muchos obstáculos que enfrentan los trabajadores domésticos
y por el temor que tienen de perder sus trabajos si se
afilian a sindicatos.
-Las mujeres son muy numerosas en el servicio doméstico,
están mal remuneradas y poco protegidas. ¿Cómo se puede
incorporar plenamente la dimensión de género a la
movilización destinada a lograr que se respeten los derechos
de las trabajadoras domésticas?
-Si la
mayoría de los trabajadores domésticos fueran hombres,
quizás no le hubiera llevado 70 años al Consejo de
Administración de la OIT contemplar la inclusión de
los trabajadores domésticos. En la reunión de marzo, el
Consejo decidió priorizar el tema de las trabajadoras y los
trabajadores domésticos en el orden del día de la
Conferencia Internacional del Trabajo de 2010, algo que era
impensable hace un tiempo. Esto es consecuencia del
formidable trabajo del grupo de trabajadores y el Comité de
la Mujer de la UITA lo analizará la semana próxima en
la reunión del Comité Ejecutivo. La dimensión de género es
en sí misma una de las cuestiones clave de esta lucha y ha
sido bien documentada por una serie de organizaciones de
trabajadores domésticos que han llevado a cabo una destacada
labor poniendo de relieve y articulando los aspectos
relativos al género y los patrones tradicionales de
discriminación que se perpetúan contra las mujeres en esos
trabajos. Diversos departamentos de la OIT han
llevado a cabo estudios e investigaciones importantes dentro
de este contexto
-¿Está la problemática sobre cómo mejorar la situación de
las trabajadoras y trabajadores domésticos íntimamente
vinculada con un enfoque de las migraciones económicas que
respeten más los criterios de trabajo decente? ¿Cómo puede
articularse ese vínculo con la cuestión de las migraciones?
-Es
necesario que los sindicatos de los países de procedencia y
de acogida de mano de obra desempeñen un papel mucho más
activo y coordinado con relación a las autoridades de
migración y las agencias de empleo, a fin de poner coto a
las peores formas de explotación. Las agencias de empleo
tienen que ser controladas de manera mucho más estricta, ya
que algunas de ellas obtienen pingües ganancias con
contratos inescrupulosos.
La
cooperación entre sindicatos de distintos países es
importante a fin de que se informe a la mayor cantidad de
trabajadores migrantes posibles cuáles son sus derechos y se
les proporcionen los datos necesarios para ponerse en
contacto con los sindicatos correspondientes en los países
de acogida.
-El
movimiento sindical internacional respalda activamente la
propuesta relativa a la creación de un nuevo instrumento
jurídico internacional de la OIT que cubra específicamente a
las trabajadoras y trabajadores domésticos2.
¿Por qué se necesita un nuevo instrumento jurídico
específico?
-Por las
razones mencionadas anteriormente: En muchos casos se
excluye a las trabajadoras y trabajadores domésticos del
ámbito de aplicación de la legislación laboral. Aunque
quizás sean la categoría de trabajadores más vulnerables de
todas, carecen de los derechos sindicales y humanos básicos.
Es necesario con urgencia no solamente conseguir que se los
considere trabajadores sino también combatir la violencia y
los abusos sexuales de que se hace objeto a muchos de ellos
-especialmente a los migrantes- y la propagación del trabajo
doméstico infantil. En la Conferencia de la OIT de 1936 se
planteó por primera vez la idea de hacer un instrumento
especial que reglamentara algunas de las condiciones de
trabajo del personal doméstico. Es evidente que esta
cuestión no es nueva. Y la cantidad de personas que hacen
trabajo doméstico está lejos de disminuir sino todo lo
contrario. La privatización de los servicios públicos ha
hecho que en todo el mundo aumentara la demanda de
trabajadores domésticos y de personal para brindar cuidados
a domicilio.
-La CSI,
conjuntamente con otras federaciones sindicales mundiales
que organizan a sindicatos, han exhortado a todas sus
organizaciones afiliadas a realizar todos los esfuerzos
posibles en defensa de los derechos de las trabajadoras y
los trabajadores domésticos.¿Cuáles cree usted que son las
dificultades que encontrarán los sindicatos encontrarán a
nivel nacional?
-Esperamos
que los sindicatos nacionales escuchen y emulen la enérgica
posición que tomaron las federaciones sindicales y todo el
Grupo de los Trabajadores del Consejo de Administración de
la OIT a favor de una norma internacional. Se toparán por
cierto con la resistencia de los gobiernos, que sostendrán
que en este momento no pueden permitirse incluir a las
trabajadoras y trabajadores domésticos dentro del marco de
la legislación laboral ni de los sistemas nacionales de
seguridad social; con la de los empleadores, que se opondrán
a que se promulguen más leyes aduciendo que las mismas
obstaculizarán el empleo, y con la de otras personas que
afirmarán que las trabajadoras y trabajadores domésticos son
algo del pasado (como se decía hace algunos años con
respecto a las trabajadoras y trabajadores de la economía
informal). Por lo tanto, los sindicatos deben prepararse muy
bien.
-¿Cuál es concretamente la política sectorial de la UITA en
pro de las trabajadoras y trabajadores domésticos?
-La UITA
ha ayudado a organizaciones de trabajadores domésticos con
cursos de formación y programas educativos. En el Programa
de Acción por la Igualdad, que adoptó el año pasado el
Congreso de la UITA, se pone énfasis en la necesidad
de que la UITA y sus afiliadas acrecienten la labor
que realizan con respecto a las trabajadoras y trabajadores
domésticos. Una de las primeras regiones de la UITA
donde se tomaron medidas al respecto es África. Allí
un proyecto para mujeres recientemente iniciado también se
ocupará de la situación del personal doméstico, incluyendo
al personal doméstico migrante. Sobre la base de las
recomendaciones de la Conferencia Internacional sobre
Trabajadores Domésticos que se llevó a cabo en Ámsterdam en
2005, la UITA, junto con la ISP, la UNI
y la CSI, elaboró una propuesta para crear una red
internacional destinada a promover los derechos del personal
doméstico. La misma brindará una plataforma desde la cual el
personal doméstico y sus organizaciones puedan hacerse
escuchar. Habiéndose finalmente obtenido los recursos para
llevar a cabo el proyecto, dentro de poco se iniciará su
puesta en práctica.
-¿En qué medida colabora el movimiento sindical
internacional con los demás actores de la sociedad civil que
también procuran promover los derechos de las trabajadoras y
trabajadores domésticos?
-La
Conferencia de Ámsterdam permitió constatar que existe una
fructífera colaboración entre las organizaciones e
instituciones que apoyan a las trabajadoras y trabajadores
domésticos. Esperamos que esa cooperación se refuerce a
través de la red.
Natacha David
CSI / Rel-UITA
11 de abril de 2008
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