Organización Internacional del Trabajo
Desempleo juvenil alcanza pico nunca visto |
El desempleo juvenil (15
a 24 años) alcanzó en la década pasada un pico nunca antes
visto, de alrededor de 88 millones, según la OIT.
El estudio de la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) “Tendencias del empleo mundial para los jóvenes 2004”
reveló que los jóvenes representan 25 por ciento de la
población en edad laboral (de 15 a 64 años), pero
representan 47 por ciento del total de los 186 millones de
desempleados en todo el mundo en 2003. Los jóvenes
representan alrededor de 130 millones de los 550 millones de
“pobres que trabajan”, por debajo de la línea de pobreza de
un dólar diario.
Resolver el desempleo juvenil reduciendo a la mitad su tasa
de 14,4 a 7,2 por ciento añadiría entre 2.200 billones y
3.500 billones de dólares al PIB mundial, equivalente a
alrededor de cuatro por ciento del PIB mundial de 2003. Las
ganancias relativas mayores serían en el África subsahariana,
con una ganancia estimada entre 12 y 19 por ciento en el
PIB.
El estudio reveló que el aumento del desempleo mundial ha
golpeado duramente a los jóvenes, especialmente a las
mujeres jóvenes, y los y las que pueden encontrar trabajo a
menudo enfrentan largas jornadas laborales, contratos a
corto plazo o informales, una remuneración baja y escasa
protección social, tal como seguridad social u otros
beneficios sociales, cuando la hay.
El estudio ubica la tasa de desempleo juvenil mundial en
14,4 por ciento en 2003, un aumento de 26,8 por ciento en la
década (1993-2003).
El desempleo juvenil fue mayor en Medio Oriente y África del
Norte (25,6 por ciento), seguido del África subsahariana (21
por ciento), las economías en transición (18,6 por ciento),
América Latina y el Caribe (16,6 por ciento), sudeste
asiático (16,4 por ciento), Asia meridional (13,9 por
ciento), las economías industrializadas (13,4 por ciento) y
Asia oriental (siete por ciento).
La región de las economías industrializadas fue la única en
la que el desempleo juvenil tuvo una disminución clara (de
15,4 por ciento en 1993 a 13,4 por ciento en 2003),
principalmente debido a una combinación de crecimiento
demográfico, aumento del periodo de estudios y políticas
destinadas específicamente a los jóvenes.
El crecimiento de la cantidad de jóvenes está superando
rápidamente la capacidad de las economías de darles trabajo,
dice la OIT. La población juvenil general aumentó en 10,5
por ciento en los últimos diez años, a más de 1.100 millones
en 2003. Pero el empleo juvenil aumentó sólo en 0,2 por
ciento, a aproximadamente 526 millones.
Los jóvenes tienen más dificultades para encontrar trabajo
que los adultos. Si bien hay una correlación en la mayoría
de los países entre las tendencias de las tasas de desempleo
de jóvenes y adultos, durante las recesiones la tasa de
desempleo juvenil tiende a aumentar más rápidamente que la
de los adultos.
La desventaja relativa de los jóvenes es más pronunciada en
los países en desarrollo, donde hay una proporción de la
fuerza de trabajo mayor que en las economías
industrializadas. El 85 por ciento de los jóvenes del mundo
viven en países en desarrollo, donde tienen 3,8 veces más
posibilidades de estar desempleados que los adultos,
comparado con 2,3 veces en las economías industrializadas.
En la medida que hay más jóvenes que continúan en la etapa
de estudio debido a la falta de empleo, su participación en
la fuerza de trabajo en el mundo aumentó aproximadamente
cuatro puntos porcentuales por encima de la década anterior.
Además de la desventaja de tener menos oportunidades de
encontrar trabajo, los jóvenes también enfrentan
discriminación en función del sexo, la edad y los
antecedentes socioeconómicos. En la mayoría de las ciudades,
a los grupos étnicos dominantes les va mejor, mientras que
los hogares de menores ingresos tienen más posibilidades de
estar desempleados.
Las perspectivas futuras para los jóvenes de las regiones en
desarrollo, que son las que tienen en su población los
mayores contingentes de jóvenes en edad laboral, dependerán
de la tasa de crecimiento de la economía, así como de una
mejora del contenido de empleo del crecimiento. En 2015, 600
millones de jóvenes estarán trabajando o bien buscando
trabajo, un aumento del 7,5 por ciento por encima del número
de jóvenes que integraron la fuerza de trabajo en 2003.
El desafío será mayor en las regiones en las que se predice
mayor crecimiento de la fuerza de trabajo: África
subsahariana, con un crecimiento de jóvenes calculado en 30
millones (28 por ciento) y Asia meridional, 21 millones (15
por ciento). (SUNS)
Kanaga Raja
Tercer Mundo Económico
4 de octubre de 2004
|