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Así 
lo indica el primer gran estudio realizado sobre el tema y 
publicado por la Agencia Europea de Seguridad y Salud en el 
Trabajo   
Las 
empresas europeas son conscientes de los problemas cada vez 
mayores vinculados al estrés laboral, pero poco hacen para 
remediarlos, señala el primer gran estudio realizado sobre 
el tema y publicado este jueves por la Agencia Europea de 
Seguridad y Salud en el Trabajo.   
El stress 
en el trabajo, así como la violencia o el acoso, que a veces 
termina en suicidio de trabajadores, forman parte de los 
riesgos llamados "psicosociales".   
Este 
fenómeno se debe a los cambios en la organización del 
trabajo en la empresa, a una intensificación de las 
cadencias y a un contexto de inseguridad en el trabajo, así 
como a un clima económico y social más tenso, destaca el 
primer estudio en profundidad realizado sobre los "riesgos 
nuevos y emergentes" (Esener, European Survey of Enterprises 
on New and Emerging Risks).   
Este estudio fue 
realizado en 2009 en 31 países (los 27 de la UE, así como en 
Croacia, Turquía, Noruega y Suiza) y presentado el jueves en 
Barcelona.   
Cuatro de 
cada cinco dirigentes europeos (79 por ciento) dicen estar 
preocupados por la cuestión del stress en el trabajo, 
subrayó el estudio.   
"Pero, a 
pesar del elevado nivel de preocupación, es inquietante ver 
que sólo un 26 por ciento de las empresas europeas pusieron 
en marcha procedimientos o protocolos para hacer frente al 
stress", declaró Jukka Katala, director de la agencia 
europea.   
Según 
sostuvo, el stress relacionado con el trabajo es un "fardo" 
para la competitividad de las empresas y representa un costo 
"enorme", calculado en un "4 por ciento del PBI", y "entre 
50 y 60 por ciento de los días de trabajo perdidos están 
relacionados con el stress".   
Asimismo, 
"la crisis hará más difícil aún la vida en las empresas para 
los trabajadores, no sólo para aquellos que perdieron su 
empleo, sino también para quienes se quedan en la empresa, 
pues sus colegas han sido despedidos, hay más trabajo a 
cumplir y el stress aumenta".   
Para los 
directivos, las principales causas de los riesgos 
psicosociales son "la presión del tiempo", y "las difíciles 
relaciones con los clientes", ante la "inseguridad del 
trabajo", una "débil cooperación entre colegas" y una "débil 
comunicación entre la jerarquía y los asalariados".   
Pero la 
mayoría de ellos dicen que están más 
preocupados por los accidentes de trabajo (53 por ciento), 
 
por delante 
de los problemas musculares o de la columna (44 por ciento), 
de las patologías que provocan dolores y molestias 
funcionales y el stress (38 por ciento).   
"Los 
riesgos físicos son más fáciles de reconocer y medir", 
mientras que "los riesgos psicosociales son más en la cabeza 
de la gente", explicó Eusobio Rial, uno de los responsables 
de la investigación europea.   
En total, 
un 30 por ciento aproximadamente de las empresas europeas 
consultadas pusieron en marcha procedimientos para hacer 
frente a los acosos y otro tanto para atacar la violencia y 
el stress.   
Los países 
del norte de Europa (los escandinavos, Reino Unido,
Dinamarca, Holanda, Irlanda) son los 
que mejor lo encaran y llevan.   
Por el 
contrario, los países del arco mediterráneo (a excepción de 
España), parecen menos sensibles a los riesgos psicosociales 
y por lo tanto menos susceptibles a tomar medidas para 
solucionarlo.   
Los frenos 
más frecuentemente citados a la hora de abordar el problema 
son: el carácter sensible del sujeto, la ausencia de 
sensibilización del sujeto y la falta de recursos (tiempo, 
efectivo, financiación). 
  
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