La Organización Internacional de Trabajo (OIT) denuncia que
en el mundo trabajan 250 millones de niños de entre 5 y 17
años. La situación empeora cada año, pero también existen
pequeñas conquistas como la liberación de 450 niños
esclavizados en fábricas de la India.
La Organización Internacional de Trabajo (OIT) denuncia que
en el mundo trabajan 250 millones de niños de entre 5 y 17
años. La cifra no ha dejado de aumentar en los últimos años.
Sólo en la India, se ha pasado de los 11,3 millones de casos
de explotación infantil que el Ministerio del Trabajo tenía
registrados en 1991, a los 60 millones de menores de 14 años
que trabajan a tiempo completo actualmente. Un 20% de ellos
lo hace en lo que llamamos esclavitud moderna o trabajos
forzados.
Si bien la situación empeora cada año, numerosas ONG y
organismos internacionales luchan contra estas violaciones
de los derechos humanos infantiles y logran pequeñas grandes
conquistas. La última acaba de lograrse en la India, donde
cerca de 450 niños esclavizados en fábricas de Bombay fueron
liberados. La policía de Bombay, en la costa occidental
india, llevó a cabo una operación en más de 200 negocios del
centro de la ciudad, en los que detuvieron a 42 patrones y
rescataron a 446 niños explotados.
La mayoría de los menores, de entre 6 y 14 años, eran
obligados a trabajar entre 10 y 15 horas al día en pequeñas
empresas de bordado, cuero y alimentación, a cambio de
salarios míseros, muchos de ellos sufrieron torturas a manos
de sus patrones. En el momento de la liberación, los niños
se encontraban débiles, mal alimentados y mal vestidos,
según la policía.
Los niños habían sido reclutados en pequeñas localidades de
las regiones más pobres del país y trasladados hasta Bombay,
la capital económica, donde trabajaban en el barrio de
Madanpura, precisaron las fuentes policiales. “Las primeras
informaciones llegaron desde las organizaciones vinculadas
al trabajo social”, señaló el responsable policial que
dirigió la operación, Subodh Jaiswal.
El presidente de la ONG Marcha Global Contra el Trabajo
Infantil en India, Kailash Satyarti, aseguró estar “muy
contento por la liberación de estos pequeños”, aunque
lamentó que “este tipo de operaciones, desgraciadamente, no
son muy frecuentes”.
El 70% de estos niños trabajan en el sector agrícola,
mientras que el resto se dedican a la minería, la producción
de ladrillos, alfombras y textiles, trabajo doméstico o en
restaurantes callejeros. “El trabajo infantil está en todas
partes en India”, según Satyarti, que recuerda que “la
esclavitud no es un fenómeno de la época medieval; ocurre en
el mundo moderno, y en India es una realidad que afecta a
millones de personas”.
El presidente de la Marcha Global Contra la Explotación
Infantil añadió que “en la mayoría de ocasiones a los niños
esclavos no se les permite abandonar en ningún momento las
fábricas o tiendas, donde trabajan hasta 15 horas al día
durante los 365 días del año”.
La legislación india prohíbe los trabajos forzados, de niños
y adultos, pero sólo limita el trabajo infantil para los
menores de 14 años y únicamente en los oficios considerados
“peligrosos”, como la minería o la construcción. En el resto
de empleos, los niños de cualquier edad pueden trabajar,
pero sólo entre cuatro y seis horas al día, dependiendo de
la tarea que realicen, y los empleados están obligados a
proporcionarles al menos dos horas de educación al día, algo
que casi nunca ocurre.
“El Gobierno no hace lo suficiente para evitar la explotación
infantil, pero además muchas veces la policía y empleados
públicos están asociados con los patrones de estos niños, a
los que pagan para que no intervengan”, afirma Satyarti.
El caso de la India no se trata de
un hecho excepcional, el “trabajo” infantil afecta a
trescientos millones de niños, según datos de UNICEF.
Las redes de prostitución infantil y pederastia se
desarrollan con rapidez a través de internet.
Como denuncia Tierra de Hombres, las mafias ya empiezan a
trasladar a niños esclavos a Europa. Lo mismo opina Beth
Herzfeld, portavoz de la organización Anti Esclavitud
Internacional: “no existe ningún país que no tenga
esclavitud infantil”.
Si no se aplican los Derechos Humanos, especialmente con los
más débiles, los que aún dependen de los demás para
sobrevivir, nada podremos hacer para conseguir ese otro
mundo posible.
El gran problema lo advertimos cuando vimos en la televisión
a uno de esos niños preguntando: ¿Y ahora quién llevará la
comida a casa?”
Redacción CCS - España
3 de junio de 2005
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