Una inspección laboral realizada en un emprendimiento olivícola,
ubicado en el departamento Capayán, en la provincia de Catamarca
detectó
a una treintena de trabajadores rurales santiagueños que
trabajaban y vivían en condiciones infrahumanas, según
confirmaron fuentes oficiales.
"Estas
personas estaban viviendo en condiciones extremas, sin baños,
dormían en el suelo y se les pagaba una miseria", dijo la titular de la delegación local
del Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE),
Miriam Juárez, y detalló que también se detectaron menores de
entre 12 y 16 años.
Los 27 trabajadores, oriundos de Santiago del Estero, cumplían
sus tareas de 'hacheros' en un desmonte de los campos de la
empresa Huaylla S.A., ubicada en la localidad de Chañarito,
distante a unos 70 kilómetros de esta capital.
La grave situación laboral fue detectada mediante una inspección
de la Dirección de Trabajo de la provincia y la delegación del
Renatre, en tanto que Juárez sostuvo que el hecho es propio de
las "falencias en el control que debe realizar el Estado".
"El Estado no hace un seguimiento a las empresas inversoras para
que cumplan con la ley", criticó la titular del RENATRE y aclaró
que las inspecciones en las zonas rurales se realizan porque
"nosotros denunciamos esas situaciones", y añadió que
el
organismo de trabajo tiene seis inspectores para controlar todo
el empleo de Catamarca.
Tomado de Noticias Gremiales
15 de junio de 2006