Su
propuesta es tentadora: sé tu propio jefe
desarrollando una actividad independiente; y vale tanto
para personas que quieran un ingreso extra, sin
experiencia previa, como para las que estén dispuestas a
"expandir un negocio internacional desde su casa". Eso
sí, nos avisan que si lo que estamos buscando es un
empleo fijo más vale que nos olvidemos.
La
oferta seduce, porque parece que hay personas a tiempo
parcial, como amas de casa y estudiantes, que superan
los 1.500 euros mensuales y personas a tiempo completo
desarrollando la actividad desde casa con unos ingresos
de 9.000 euros mensuales o más. Incluso, para demostrar
su sentido social, incorporan la tradicional consigna
socialista de que a cada cual según su trabajo.
Vistas
las enormes posibilidades de mejora que nos ofrece la
moderna economía de mercado no se por qué la Secretaría
de Juventud de CC.OO. promueve una campaña con el
eslogan: "la precariedad es una M" (aunque igual la M
es de maravilla) ni por qué miles de
subsaharianos intentan saltar las vallas de Europa en
Ceuta o Melilla. ¡Con lo bien que podrían estar todos en
su casa trabajando y ganando un pastón!
Con
estas maravillas que nos ofrece el capitalismo empiezo a
entender la llamada crisis de la izquierda, que a la
momia de Lenin la quieran dar cristiana sepultura tras
décadas de pasar frío en la Plaza Roja o que un doble de
Mao se dedique a oficiar bodas en China al son de la
Internacional. Nosotros mismos.