El
Centro de Acción y Reflexión Laboral (CEREAL) de México
divulgó el pasado miércoles 9 un informe sobre la situación
del trabajo y, especialmente, de los trabajadores del país.
Constató que la precariedad del empleo en el país, iniciada
en los años 80, sólo se profundizó.
Sólo en el primer semestre del año pasado, 300
mil nuevas personas entraron en el grupo de la Población
Económicamente Activa (PEA), lo que significa que
casi el 4 por ciento de la población en edad de trabajar no tiene
empleo. Si se agrega el número de personas consideradas
inactivas, pero que están disponibles para trabajar, ese
porcentaje llega al 9 por ciento.
Así, los derechos de los trabajadores son
afectados, pues tienen que enfrentar una "pobre estructura
de oferta de empleo de calidad, y la omisión del gobierno
para corregir esta situación, destruye las posibilidades de
defender y gozar efectivamente de los Derechos Humanos
Laborales", dice el informe.
En el campo la situación es preocupante.
Más de
200 mil personas dejaron sus actividades rurales en 2007.
Ellos fueron hacia las grandes ciudades, o migraron, en
busca de mejores condiciones de trabajo, ya que el gobierno
abandonó la posibilidad de que le país desarrolle una
política agropecuaria eficaz.
Los agricultores dejan el campo y son absorbidos,
mayoritariamente, por el trabajo informal. Cerca de 12
millones de mexicanos, o el 27 por ciento de la PEA, trabajan
en el mercado informal. En 2007, de los 895.130 empleos
generados, 466.908 eran temporales. Según el informe, esta
política de empleo "calderonista" genera, en la mayoría de
los casos, empleos eventuales que no tienen impacto en la
demanda por puestos de trabajo.
Cerca de 12
millones de mexicanos, o el 27 por ciento de la PEA, trabajan
en el mercado informal. En 2007, de los 895.130 empleos
generados, 466.908 eran temporales |
Además, los trabajadores, tanto del campo como de
la ciudad, reciben remuneraciones con bajo poder de compra.
El precio de la canasta básica aumentó un 24,57
por ciento en los
nueve primeros meses de 2007, mientras que el salario mínimo
disminuyó un 9 por ciento. Con el actual salario mínimo, el trabajador
sólo puede comprar la mitad de la canasta básica.
El documento reveló que 5 millones de mexicanos
viven con menos de 50 pesos (5 dólares aproximadamente) por día, 9 millones con menos de
100 pesos diarios. Sólo 9 millones de habitantes del país
viven con más de 3 salarios mínimos. Los datos del informe
muestran además que de los 28 millones de trabajadores
entrevistados en la encuesta,
12 millones, o el 42
por ciento, no
tienen acceso a los servicios de salud. Además, 12,5
millones trabajan más de 48 horas por semana.
Los empresarios dicen que esta carga horaria
denigrante es porque los trabajadores mexicanos disminuyeron
su productividad. Pero en comparación con los canadienses y
japoneses, por ejemplo, ellos están muy por encima. En 2007,
la productividad de la industria en México fue de
179,6, en Canadá de 139,1; y en Japón de
148,8.
Para los analistas del relevamiento, la política
laboral del actual gobierno está lejos de representar un
apoyo para la defensa y la promoción de los Derechos
Humanos, al contrario, "se convierte en uno de los
principales elementos para su inhibición", pues precariza la
vida cotidiana, dificulta la organización colectiva y el uso
de las herramientas jurídicas con las cuales los
trabajadores podrían defenderse.
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