El desempleo afecta a casi 192 millones de personas en todo el
mundo, el equivalente al 6% de la población activa mundial, y de
esa cantidad casi la mitad, unos 86 millones, son jóvenes de 15
a 24 años, según un informe elaborado por la Organización
Internacional del Trabajo (OIT).
La OIT advierte
de que, en muchas economías, los jóvenes tienen más del triple
de probabilidades que los adultos de verse en situación de
desempleo. Ni los países industrializados ni los que se
encuentran en vías de desarrollo están incrementando actualmente
las oportunidades de empleo juvenil.
La OIT avisa en este informe de que el empleo sufre una crisis
mundial, incluido el de los jóvenes. Para esta organización, no
basta sólo con crear puestos de trabajo dirigidos a este
colectivo, pues a las dificultades que usualmente encuentran los
jóvenes en la búsqueda de un empleo se les une otro problema:
que dicho empleo sea "decente".
Actualmente, prosigue la OIT,
hay más jóvenes pobres o
desempleados que nunca en la historia. Cerca
de 106 millones de jóvenes tienen un trabajo, pero viven en
hogares que obtienen menos del equivalente a un dólar diario.
Además, millones de jóvenes con empleo están "atrapados" en
trabajos ocasionales, temporales o a tiempo parcial.
Según cálculos de esta organización, si consiguiera reducirse a
la mitad la tasa de paro juvenil, la economía mundial aumentaría
al menos en 2,2 billones de dólares.
El empleo decente y productivo para los jóvenes es uno de los
principales compromisos de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio. En el marco de este compromiso, la OIT está
promocionando políticas e iniciativas para fomentar el empleo
juvenil.
Faltan
oportunidades de empleo
La economía mundial no está creando suficientes empleos para
quienes acceden al mercado laboral. En este sentido,
la OIT estima que
durante la próxima década será necesario crear 40 millones de
empleos anuales sólo para poder ajustarse al número de personas
que buscan empleo.
En total, la
población mundial ocupada asciende a más de 2.800 millones de
personas. De ellos, la mitad no ganan lo suficiente para
situarse por encima del umbral de la pobreza de dos dólares
diarios. Estos trabajadores se ubican principalmente en sectores
no estructurados y en emplazamientos rurales y urbanos.
La OIT advierte además de que la falta global de oportunidades
de empleo, está provocando además un déficit de trabajo decente.
Cuando no es posible encontrar trabajo en casa, en la comunidad
o en su sociedad, las personas lo buscan fuera, dando lugar a
fuertes flujos migratorios.
Tomado de
www.comfia.info
27 de junio de 2006