Seis
trabajadores suicidados en escaso margen de tiempo. La empresa PSA Peugeot
Citroën afronta preocupada una cadena de suicidios. El último, el pasado
lunes cuando un trabajador de 55 años se quitó la vida durante su jornada
laboral en la localidad francesa de Mulhouse
A las 14:30 del pasado
lunes fue encontrado muerto, colgado, en el taller de montaje. En abril de
este año otro trabajador falleció al colgarse en la zona de la sección
mecánica. Asimismo, otros tres asalariados de la plantilla de la misma
fábrica se suicidaron fuera da la factoría. Un operario de la empresa PSA
en Charleville-Mezieres decidió también poner punto final a su vida, tras
dejar una nota con graves denuncias sobre sus condiciones laborales.
Casos similares se
registraron ya a finales del año 2006 y principios del 2007 en un centro de
Renault en Guyancourt.
La empresa PSA Peugeot y
Citroën ha decidido reaccionar. Desde el priemero de julio un número
gratuito de ayuda psicológica está puesto a disposición de todos los
trabajadores, pretendiendo ofrecer una posibilidad de deshacerse de sus
problemas laborales o incluso personales.
En primer momento la
dirección de PSA negó cualquier tipo de relación entre los suicidios
de los últimos meses y la vida laboral de las víctimas. Sin embargo, esta
vez la dirección general del grupo se ha declarado “profundamente afectada y
sorprendida” y ha dado el pésame a la familia del trabajador de la cadena de
montaje.
Jornadas largas, sueldos bajos
El comité de higiene,
seguridad y condiciones de trabajo francés “CHSCT” se reunió
inmediatamente después de la tragedia de este lunes. Mientras, los
sindicatos critican las jornadas largas y unos sueldos demasiado bajos.
Además, subrayan que un simple teléfono de la esperanza, como medida de
precaución, es demasiado poco y exigen un aumento de asistentes sociales en
la fábrica, entre otras medidas.
La empresa PSA Peugeot y
Citroën ha alertado a sus trabajadores para que estén atentos a su
alrededor y se fijen en el comportamiento de sus compañeros. Los
responsables recomiendan especialmente estar pendiente de cualquier tipo de
actuación nerviosa.
La empresa sin duda tendrá
que preocuparse seriamente de este problema, porque la concepción de
liderazgo “Laisse-Faire”, que Kurt Lewin estableció en 1939, no
parece que haya tenido mucho éxito.
Teresa Zeininger
Comfia
24 de julio de 2007
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