El 62 por ciento de
los mexicanos sufren de precariedad laboral, están contratados fuera de los
supuestos legales, carecen de estabilidad en el empleo, así como de los
derechos mínimos, y deben aceptar dichos empleos "ante la falta de
oportunidades"
En México, "seis de cada 10 personas trabajan en
condiciones inferiores a las que marca la ley, sin estabilidad laboral,
seguridad ni prestaciones; la mayoría de estos trabajadores viven en
situación de pobreza o pobreza extrema, ya que su salario no alcanza para
cubrir los parámetros mínimos de bienestar", señala información del Frente
Sindical Mexicano, cuyas agrupaciones sostuvieron una reunión esta semana
para abordar diversos aspectos de la política económica y social del
gobierno federal.
De acuerdo con el reporte presentado por la Coalición
Nacional de Trabajadores del INEGI (CNT), perteneciente al frente, la
tendencia laboral en el país presenta dos características: el incremento del
empleo informal, el cual ha tenido un repunte de "más de 120 por ciento en
la pasada década", y la exportación de mano de obra a Estados Unidos
y Canadá, aseguró en entrevista Francisco Farina Tamez,
dirigente de esa central.
Farina Tamez
añadió que desde hace 25 años -con el inicio del neoliberalismo en el país-,
"la esencia tutelar de la Ley Federal del Trabajo ha mermado", y añadió que
ahora la subcontratación, contratación por honorarios o contratos de palabra
son la constante que "afecta la estabilidad de los trabajadores y disminuye
sus prestaciones. Desde 1980 los patrones y el gobierno han cambiado de
facto las condiciones de trabajo en perjuicio de todos".
Apuntó que 62 por ciento de los mexicanos sufren de
precariedad laboral, están contratados fuera de los supuestos legales,
carecen de estabilidad en el empleo, así como de los derechos mínimos, y
lamentó que deban aceptar dichos empleos "ante la falta de oportunidades".
Apuntó que hay casos específicos en los que "desaparece
totalmente la estabilidad en el empleo o el respeto a los derechos que
establece la LFT, pues los patrones han impuestos sus condiciones por
encima de la leyes".
En este caso -manifestó- están las maquiladoras y empresas
manufactureras donde se trabajan jornadas de 12 horas diarias, cinco días a
la semana.
Deploró que empresas como Manpower y Pronto, entre muchas
otras, de los ramos de seguridad, mantenimiento e intendencia, se han
especializado en la subcontratación y contratación eventual de trabajadores,
a los que no se les otorga ningún beneficio de ley, incluida la seguridad
social.
"El mejor ejemplo son las empresas maquiladoras instaladas en
el norte del país, que hasta hace dos años contrataban a todo el personal
que trabajaba dentro de sus plantas, pero ahora 80 por ciento de su planta
es subcontratada por empresas prestadoras de servicios o subcontratadoras,
con lo cual la maquiladora deja de establecer relaciones laborales y, por
tanto, no tienen ningún compromiso para otorgar seguridad social ni
prestaciones", indicó.
Ante esta situación, expuso que es necesario el
establecimiento de una política de "recuperación gradual del salario, porque
el actual es infrahumano".
Carolina Gomez Mena
La
Jornada
23 de julio de 2007
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