Rel-UITA le
está brindando todo su apoyo, llevando su caso ante
distintas instancias, comenzando por la Inspección de
Trabajo.
Heder Saldamando
trabajaba como capataza de cuadrilla en la empresa citrícola
CORALER SA (ex Caputto) ubicada en el
departamento de Salto (Uruguay) hasta fines de
septiembre, cuando fue enviada al seguro de desempleo, junto
a las otras cinco trabajadoras de su cuadrilla.
Heder
trabaja en el sector de la quinta, realizando el
mantenimiento de los frutales, hace ocho años que está en la
empresa y el último año, fue nombrada capataza de la
cuadrilla. En diálogo con Sirel, comentó que fue un
hecho de acoso sexual lo que motivó que las primeras en
pasar al seguro de desempleo fuesen ella y sus compañeras.
Esta situación de acoso sexual de un mando medio de la
citrícola es algo que lamentablemente sucede con más
frecuencia de lo que se denuncia.
Indignada, esta trabajadora jefa de hogar, recuerda: “Un día
el capataz general de todas las cuadrillas, Ramón Suárez,
me dijo que me subiera a su camioneta que me tenía que
mostrar un trabajo, así lo hice y apenas puso en marcha el
motor comenzó a acosarme verbalmente, yo no le contesté. A
partir de ese día el acoso y las insinuaciones sexuales se
intensificaron. Finalmente me dijo que como yo no aceptaba
sus proposiciones, iba a ser, junto a mi cuadrilla, la
primera en ir al seguro de desempleo y así ocurrió”.
¿Cuál es el
criterio de la empresa?
Heder
expuso su situación ante el Sindicato de Trabajadores de
Coraler (SITRACOR), que inmediatamente envió una
carta a la gerencia denunciando lo ocurrido. A pesar de que
el gerente de Recursos Humanos, Gabriel Calabuig
admitió que el funcionario Ramón Suárez, confesó el
acoso, los directivos de CORALER y sus asesores
jurídicos no tomaron ninguna medida disciplinaria con dicho
funcionario. Curiosamente, casi simultáneamente, un
trabajador que descargaba un camión con plantas, dejó caer
dos de ellas siendo despedido por ese motivo. Al parecer dos
naranjos tienen, para CORALER, más valor que el honor
de una trabajadora.
Finalmente, la empresa ofreció al sindicato trasladar a
Heder al sector de empaque, manteniéndole la misma
remuneración, propuesta que ella no aceptó porque además de
ser una situación injusta, el resto de las trabajadoras de
ese sector quedarían totalmente vulnerables a este tipo de
malos tratos.
Heder
ha iniciado un juicio contra la empresa y la Rel-UITA
le está brindando todo su apoyo llevando su caso ante
distintas instancias, comenzando por la Inspección de
Trabajo.
Las insinuaciones sexuales hacia Heder, fueron mucho
menos retóricas de lo que transcribimos y forman parte de
una realidad que viven muchas trabajadoras en el mundo.
Esta situación ha comenzado a cambiar luego de mucho
esfuerzo y denuncias como la que, valientemente, está
realizando nuestra compañera.
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