¿Qué niña no
escuchó alguna vez que “detrás de un gran hombre hay una gran mujer”?, proverbio
que pretende “valorar” al género femenino ¿Qué niña al escucharlo, no se
preguntó: ¿por qué detrás?
En Uruguay,
el 28 de marzo de 2011, se realizó un seminario sobre “La violencia de género en
la educación” organizado por el Comité de América Latina y el Caribe para la
defensa de los derechos de la mujer (CLADEM). Esta actividad forma parte
de la campaña por una educación no sexista y antidiscriminatoria, que abarca 14
países de América Latina y el Caribe. La socióloga Moriana
Hernández y el sociólogo Juan José Meré fueron los expositores.
A partir del
encuentro, Uruguay invita a los países de la región a participar de un
foro virtual que tendrá lugar entre el 26 y 28 de mayo; se podrá ingresar
libremente para el intercambio de ideas y materiales sobre la violencia de
género en la educación.
Se trata de un
espacio abierto que convoca a toda persona interesada. El desafío es instalar
las bases para la creación de una red de educadoras y educadores en América
Latina y el Caribe.
CLADEM
pretende que el sitio sirva para el intercambio, la discusión y la
profundización del tema. El punto de partida son las ponencias del seminario; se
espera la incorporación de experiencias, herramientas y materiales didácticos,
links, documentos, bibliografía.
Esta campaña, que
pone la mira en la educación sexista, detecta la invisible discriminación que
refuerza la inequidad de género.
Se entiende por
sexismo todas las actitudes que sobre la base de la discriminación sexual
consolidan la desigualdad.
Hay sexismo en el
lenguaje, en la discriminación laboral, en el reparto asimétrico de las tareas
familiares, en la educación. En “Desaprender lo aprendido”, material analítico
de CLADEM, Carmen García Colmenares analiza esta última
discriminación en razón de género.
Su visión parte de
la base que la escuela reproduce los valores existentes en la sociedad y a
través de un currículum escolar “oculto” se trasmiten valores contradictorios:
se educa para la paz y la solidaridad, pero se fomenta la competencia; se lucha
contra el racismo y la xenofobia, pero se rechaza la diversidad.
Denomina
“currículum oculto” a la presentación y contenidos escolares que priorizan
ciertos valores o aspectos de los materiales educativos en detrimento de otros.
La costumbre se instala reproduciendo normas inconscientes que dificultan su
visibilidad.
El lenguaje
empleado dice mucho: “Los pueblos bárbaros se dedicaban principalmente a
guerrear con los pueblos cercanos”, “Sus mujeres solían…” o “Las normas del
Corán sirven de guía a los creyentes. Pueden casarse con varias mujeres,
la mujer…”
El masculino
neutro (en cursiva) parece comprender a mujeres y hombres pero inmediatamente se
advierte que los pueblos bárbaros y los creyentes son solo los
varones.
El androcentrismo
-enfoque donde se parte de una perspectiva masculina generalizada a toda la
población- en la ciencia y en la historia ha trasmitido la imagen errónea de que
los acontecimientos relevantes, el conocimiento y la cultura de la sociedad son
de exclusiva competencia masculina.
Para desmontar la
idea de que los aportes femeninos pertenecen a los últimos tiempos es necesario
destacar el papel de las mujeres olvidadas de la historia de la humanidad,
afirma García Colmenares.
En los libros de
texto menos del 50 por ciento de las ilustraciones cuentan con figuras
femeninas. Menos aún, con mujeres destacadas. Contenidos y lenguaje realzan
actividades con hombres y, por supuesto, el trabajo familiar es considerado de
escasa importancia.
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