Argentina tiene la mayor brecha salarial por sexo de la región

 

La diferencia de ingresos entre hombres y mujeres en el país es de 39%, la desigualdad se relaciona con la dificultad para acceder a cargos directivos.

 

La brecha salarial entre hombres y mujeres en la Argentina alcanza el 39% y es la mayor diferencia de ingresos entre géneros que se registra en los países de la región. Los datos se desprenden de un informe de la OIT que dio a conocer en su edición de hoy el periódico chileno La Tercera y muestran que las desigualdades entre hombres y mujeres son una asignatura pendiente para todas las economías latinoamericanas.

 

Muy cerca de la Argentina aparece México, con una brecha de 37%, y Brasil, donde los hombres llegan a ganar 34% más que las mujeres. Más atrás se ubican Chile, Perú y Ecuador, con una diferencia de 33%.

 

Diferencias

 

De acuerdo con los datos oficiales, en nuestro país, las mujeres representan el 42% de la población ocupada, pero aportan, en promedio, menos del 30% de los ingresos familiares. La comparación de las remuneraciones promedio de los asalariados registrados para hombres y mujeres muestra una diferencia superior al 30% en favor de los primeros.

 

Por otra parte, de acuerdo con un informe de SEL Consultores, el principal factor que explica la diferencia en las remuneraciones entre hombres y mujeres tiene que ver con la mayor incidencia de la informalidad en el empleo privado para las mujeres.

 

El trabajo en negro entre los hombres se ubica en torno al 37,5%, mientras que entre la población femenina alcanza a 49%.

 

Causas

 

Los desequilibrios en cuanto al trabajo informal se justifican en su totalidad por el fuerte peso del trabajo femenino como empleadas domésticas en casas particulares, donde la informalidad es extremadamente alta y los salarios muy bajos.

 

Asimismo, otro de los factores que conspira contra la igualdad es la dificultad que encuentran las mujeres para acceder a un empleo de mercado formal. En compensación, hay más mujeres que hombres en el sector público. El porcentaje de empleo femenino en este sector es de 17%.

 

Sin embargo, en SEL aclaran que "los 5 puntos de ventaja que las mujeres tienen en el empleo público como porcentaje de la ocupación femenina total, son insuficientes para cerrar la brecha de inserción en el sector privado formal" en comparación con los varones.

 

El otro dato no menor es que tanto en el empleo de mercado como en el sector público, el ingreso mensual es más bajo para las mujeres -27% y 16% respectivamente-.

 

Productividad

 

Además de las diferencias en la calidad de los trabajos a los que acceden mujeres y hombres, el otro factor que explica las diferencias salariales tiene que ver con que las mujeres trabajan jornadas laborales más cortas.

 

Excluidos los planes sociales, el promedio de trabajo femenino es de 121 horas mensuales; mientras que para los varones, en cambio, es 171 horas.

 

“Las mujeres claramente tienen un ingreso mensual inferior al de los hombres; pero es prácticamente igual al de éstos, o en algunos sectores superior, cuando la referencia es el ingreso por hora trabajada”, aclara el documento.

 

Sin embargo, en algunos casos la jornada laboral más corta de las mujeres tiene que ver con menores oportunidades para alcanzar un empleo de ocupación horaria total, lo que las relega a la subocupación, en especial en las tareas domésticas.

 

En este sentido, superado cierto límite de edad y ante la falta de mejores ofertas laborales, SEL advierte que "el costo -económico y no económico- del trabajo no remunerado en el hogar, es más alto que el ingreso adicional que podrían obtener trabajando más horas en el mercado".

 

Asignatura pendiente

 

El documento de la OIT consigna además que los avances registrados en la última década por parte de los gobiernos de la región para reducir la brecha han sido prácticamente nulos.

 

Entre las causas principales de la brecha de ingresos figuran las dificultades que enfrentan las mujeres a la hora de acceder a cargos de mayor jerarquía, en los que se cobran mejores remuneraciones.

 

Al mismo tiempo, las diferencias de capacitación y la dificultad de las mujeres para retomar la actividad en caso de tener un hijo también conspiran contra las iniciativas que buscan una mayor igualdad

Comfia

23 de febrero de 2007

 

 

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