Paraguay
8 de Marzo en Paraguay
Campesinas
reclaman una política
real de salud
materno-infantil |
Para las campesinas paraguayas el 8 de marzo no es
precisamente una fecha para celebrar sino una ocasión más
para solicitar mayor atención gubernamental, por lo que este
año decidieron conmemorar este día con una manifestación de
reclamo frente al Ministerio de Salud Pública, que se
realizó ayer, jueves 7, en Asunción, exigiendo que el
gobierno defina e instrumente una eficiente política de
Estado en salud materno-infantil.
Cada año, unas 240 mujeres fallecen por
problemas en el parto debido a que no pueden acceder a la
atención prenatal por la falta de recursos económicos y
porque el gobierno no les facilita el acceso gratuito a la
atención sanitaria.
En
Paraguay,
las mujeres rurales sufren una doble discriminación: primero
por ser mujeres y luego por ser campesinas. Esto impide que
tengan posibilidades de acceso a la salud y a otros derechos
básicos de todo ser humano como, por ejemplo, la educación.
La activista
Dora Flecha aseveró que el Hospital Materno Infantil de la
ciudad de San Lorenzo, ciudad cercana a Asunción, es uno de
los principales del país en su tipo, pero “No cuenta con un
presupuesto específico, ya que depende exclusivamente de
‘las sobras’ del presupuesto total destinado a Salud
Pública".
Flecha
mencionó que la falta de una política real se refleja en las
dramáticas estadísticas que revelan que “240 mujeres
fallecen cada año por problemas materno infantiles en todo
el país. Además, existen 40 mil mujeres en estado de
desnutrición, lo que provoca el nacimiento prematuro anual
de 5 mil niños”.
En la
mayoría de las localidades rurales la falta de
infraestructura hospitalaria se patentiza a diario, pues
aunque existen infraestructuras físicas como puestos de
salud, hospitales distritales o regionales, la mayoría de
estos centros carece de equipamientos adecuados y, sobre
todo, de personal sanitario capacitado para brindar una
atención médica de calidad a las mujeres y sus hijos. En
algunos establecimientos de salud del interior del país sólo
cuentan con un médico de lunes a viernes, para la atención
de cualquier tipo de patología, quienes además deben prestar
atención prenatal.
Durante la
manifestación realizada frente al Ministerio de Salud, las
integrantes del Movimiento Revolucionario Paraguay Pyahura,
de la Federación Nacional Campesina (FNC) y de la Corriente
Sindical Clasista (CSC), cuestionaron duramente al
presidente Nicanor Duarte Frutos, a quien dirigieron todos
los ataques y críticas por haber prometido durante su
campaña proselitista para las presidenciales de 2003 “un
montón de planes y proyectos” dirigidos a los sectores más carenciados de la sociedad pero que, una vez en el poder,
nunca los puso en práctica.
La
movilización contó con la participación de mujeres
activistas de los departamentos de Central, Caaguazú,
Canindeyú, Guairá, Itapúa y San Pedro.
Las campesinas buscan hechos
no promesas
Las
dirigentes sociales que convocaron a la protesta entregaron
un documento con los principales reclamos a la viceministra
de Salud, Norma Duré, a quien abuchearon cuando comenzó a
enumerar los supuestos planes con que cuenta la cartera
sanitaria para mejorar la calidad de vida de la mujer rural.
La manifestantes le dejaron bien claro que quieren “hechos y
no proyectos que nunca se concretan”.
Para salir al paso de las ácidas críticas
lanzadas a su cartera de Estado por las mujeres organizadas,
el ministro de Salud, Oscar Martínez Doldán, anunció, una
vez más, que las ecografías y los análisis laboratoriales
prenatales serán gratuitos a partir de la próxima semana en
todos los hospitales públicos, con el objetivo de aumentar
las consultas.
Además, dijo que establecerá la exoneración
del costo de un parto normal y por cesárea, que actualmente
tienen un arancel de alrededor de 12 y 60 dólares
respectivamente. El objetivo es complementar el “kit de
parto” que comenzó a otorgarse a fin de 2003 y motivó un
aumento de los partos institucionales, pero no consiguió
reducir de forma ostensible las muertes maternas en los
hospitales.
Las activistas afirmaron que mientras no
exista una verdadera política sanitaria estatal, los puestos
y centros de salud de las zonas rurales seguirán siendo
meros “botiquines”, pues continuarán los partos
domiciliarios y seguirán muriendo mujeres y niños -muchos de
ellos sin formar parte siquiera de las estadísticas-,
mientras los prematuros nacerán muertos y las madres
seguirán pariendo sin contar siquiera con un analgésico para
mitigar el dolor.
En Paraguay,
Rosalía
Ciciolli
©
Rel-UITA
8 de marzo de 2007 |
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