Perú

Católicas peruanas rechazan injerencia de jerarquía católica en decisiones de Estado

  

Católicas por el Derecho a Decidir - Perú (CDD Perú), grupo autónomo de personas católicas, demandó que se respete el Derecho a Decidir y exige al Estado peruano y sus representantes que separen la función pública de sus creencias religiosas y que no gobiernen en base a presiones de un poder religioso, tal como corresponde a un Estado laico.

 

La decisión de la Comisión Revisora del Código Penal Peruano de mantener la legalidad del aborto terapéutico y despenalizar el aborto por violación y por malformaciones congénitas, desató una gran polémica entre grupos conservadores religiosos y autoridades de la iglesia católica que se oponen al proyecto y las organizaciones de mujeres, las de derechos humanos, entre otras, que defienden el derecho a decidir.

 

Eliana Cano, coordinadora de Católicas por el Derecho a Decidir - Perú (CDD Perú), se pronunció a favor de este proyecto y exigió al Estado peruano y a sus representantes que separen la función pública de sus creencias religiosas y que no gobiernen en base a presiones de un poder religioso, tal como corresponde a un Estado laico.

 

Explicó a Sirel que buscan fomentar un diálogo abierto, capaz de escuchar diferentes voces y posturas y rechazó la presión de la iglesia católica así como la injerencia de grupos conservadores religiosos en decisiones de Estado sobre las causales de aborto.

 

“Nuestro cuerpo es divinidad y creación de amor, por eso no se puede aceptar una maternidad impuesta, producto de una violación sexual y del abuso de poder que atropella y humilla nuestro ser. Afirmar que la violación sexual es un hecho fortuito y voluntad de dios, es un acto de soberbia e injusticia. Dios nos regaló el don de la libertad de conciencia para decidir sobre nuestra vida y lo que nos afecta”, afirmó.

 

Cano dijo que recuerda con desconcierto la frase célebre del cardenal Juan Luis Cipriano*: los derechos humanos son una cojudez, “por ello, dudamos que pueda acoger los ‘nacimientos no deseados’, o entender el dolor que ocasiona una violación sexual”.

 

Sin embargo, añade que “otorgándole el beneficio de la duda, le alentamos también a recibir a niñas y niños que sufren desnutrición crónica, deserción escolar, abandono, exclusión, violencia, discriminación, a niñas y adolescentes que son violadas sexualmente; así como a los afectados por el VIH Sida y a todos los nacidos sin voz”.

 

En el año 2008, la Policía Nacional del Perú registró a nivel nacional 7.560 denuncias de violación a la libertad sexual, de éstas el 91,6 por ciento fueron contra mujeres, la mayoría, en edad reproductiva, es decir de 14 años a más (70 por ciento) que potencialmente pudieron quedar embarazadas como producto de la agresión.

 

En Perú cada año 7 mil mujeres exponen sus vidas al recurrir a abortos clandestinos por razones de salud, pese a que desde el año 1924 el Código Penal peruano considera no punible la interrupción del embarazo que se realice para salvar la vida de las mujeres, evitar daños graves o permanentes en su salud.

 

 

En Lima, Julia Vicuña Yacarine

Rel-UITA

20 de octubre de 2009

 

 

 

*Sacerdote peruano, cardenal de la iglesia católica

  y relevante miembro del Opus Dei

 

 Volver a Portada

   

  UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

Wilson Ferreira Aldunate 1229 / 201 - Tel. (598 2) 900 7473 -  902 1048 -  Fax 903 0905