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Con Erica Utrera, subgerenta general del RENATRE
“Blanqueando”

al trabajo rural

 

Todos los asalariados y patronos rurales deben estar inscritos, por ley, en el Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (RENATRE). Mientras crece el blanqueo y el trabajo se dignifica, la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) se proyecta a ser una de las mayores organizaciones sindicales del mundo.

 

-Cuéntanos sobre la marcha del registro, hay números más que positivos, ¿verdad?

-En la Argentina hay 1.500.000 trabajadores y trabajadoras rurales. Cuando empezamos nuestra labor en 2002, los trabajadores que se encontraban dentro de la seguridad social no llegaban a 200 mil. Hoy tenemos 420 mil inscriptos.

 

-¿En todos los sectores de producción se observa el mismo fenómeno?

-La informalidad es más grave en determinadas actividades muy intensivas, como es el caso de la horticultura, donde el 90 por ciento del empleo es en negro.

 

-De los inscriptos, ¿cuántas son mujeres?

-Sólo el 9,6 por ciento.

 

-¿Es más difícil blanquear el trabajo femenino?

-En principio es más difícil porque en el campo la mujer presenta una idiosincrasia distinta a la del hombre. Ella no está acostumbrada a considerarse trabajadora; para ella es algo normal acompañar a su marido a levantar la cosecha sin cobrar por eso.

 

-¿En qué etapa se encuentra el trabajo del RENATRE?

-Estamos haciendo una ardua tarea de fiscalización que se inició en diciembre del año pasado, y rápidamente hemos notado el aumento de las inscripciones al Registro y el blanqueo de los trabajadores.

Pero esto es un proceso, no podemos pretender que de un día para otro podamos regularizar a todos los trabajadores. Lo que notamos es que desde que empezamos con las fiscalizaciones hubo un incremento en las inscripciones, y muchos empleadores están llamando al Registro para ver cómo pueden regularizar a sus trabajadores y trabajadoras.

 

El problema es que el Estado no tiene un servicio inspectivo como para poder llegar al campo, las inspecciones que realiza siempre terminan en el sector urbano, porque tiene un costo muy alto llegar hasta los trabajadores rurales y en volumen no es tan importante. Por ello se torna un sector bastante invisible para el Estado y para la fiscalización de la Inspección de Trabajo. 

 

-¿Cómo realizan las inspecciones?

-En forma de rastrillaje, es decir, no buscamos sólo trabajadores y trabajadoras en negro, sino que hacemos rastrillajes por zonas, vamos a lugares donde haya  cosechas que utilicen mano de obra intensiva.

Hace un tiempo hicimos un operativo en la cebolla, en la provincia de Buenos Aires, y blanqueamos a 4 mil trabajadores. Considero que esta ardua tarea, en un par de años, dará un resultado óptimo.

 

-¿Qué sucede cuando el RENATRE fiscaliza y encuentra trabajadores no registrados?

-En principio nuestro poder de fiscalización está basado en la parte de la Libreta de Trabajo y en la categoría que tiene el trabajador, no podemos inspeccionar condiciones laborales porque esa es una facultad que tiene la Inspección de Trabajo de las provincias, que no es una potestad delegada a la nación.

Cuando encontramos a un trabajador o trabajadora que no tiene la Libreta de Trabajo, se multa al empleador. El monto puede ir desde 1.000 (330 dólares) hasta 5.000 pesos (unos 1.660 dólares) por cada trabajador. En tiempos de cosecha donde el número de trabajadores y trabajadoras es importante, las multas pueden ser altísimas.

Además de la multa por la falta de inscripción de un trabajador en el RENATRE, a esto se sumará una penalidad que podría imponer la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Esta situación ha contribuido una mayor toma de conciencia por parte de los empleadores.

 

-Si bien el número de trabajadores rurales registrados es muy auspicioso, no es menor el de los empresarios.

-Así es, hemos registrado 70 mil empleadores.

 

-¿Los 420 mil registrados en RENATRE, tienen acceso a obra social?

-No sólo tienen acceso a la obra social sino también a todos los derechos que la seguridad social brinda: asignaciones familiares, prestación por desempleo y obviamente acumular aportes y contribuciones para poder acceder a la jubilación.

El universo de beneficiarios llega al 1.200.000 si incluimos a las familias.

 

-¿Y la UATRE también crece?

-Seguramente sí, porque a través de las gestiones que está realizando el RENATRE, blanquear a los trabajadores hace que estos también ingresen en la UATRE como afiliados.

Más allá de que la afiliación es voluntaria, pero el trabajador, al ver los beneficios que tiene, se afilia.

 

-Cuéntanos sobre el reconocimiento que ha recibido el RENATRE en materia de la seguridad social.

-Fuimos seleccionados por la Organización Iberoamericana de Seguridad Social (OISS), para ser el Observatorio Internacional en América del Sur, en lo que refiere a seguridad social a nivel rural.

Realizamos un encuentro los pasados 12 y 13 de octubre en el que participaron personalidades de toda América Latina como el secretario de Seguridad Social de Brasil, vino también un representante de EE.UU; el consejero Laboral de España; también vinieron de Paraguay, Uruguay, Chile. Allí cada  país expuso su situación sobre la Seguridad Social en el sector rural.

El RENATRE fue distinguido como responsable de la Coordinación del Observatorio de la Seguridad Social de los Trabajadores Rurales.

 

-Asimismo, el RENATRE también ha avanzado en las prestaciones por desempleo.

-Esto es muy importante. A partir de la constitución del RENATRE, y gracias a la gestión de Gerónimo Venegas, secretario general de la UATRE, el directorio está conformado por el Sindicato y por las cuatro entidades más importantes del sector empresarial. Si bien todos los productores desde 1991 contribuían a un fondo de prestaciones por desempleo, esa recaudación era destinada a otros trabajadores.

A partir de diciembre de 1999 esos recursos comienzan a integrar el fondo del RENATRE, y en 2004 el Ministerio de Trabajo aprobó una resolución que contiene los requisitos para dar prestaciones por desempleo a los trabajadores del sector.

 

Actualmente tenemos 12 mil prestaciones otorgadas, se han destinado más de 18 millones de pesos (6 millones de dólares) para las prestaciones, que oscilan entre los 150 y los 360 pesos.

 

A medida que RENATRE es reconocido, y los trabajadores conocen este derecho que tienen de cobrar una prestación por desempleo, va aumentando la cantidad de beneficiarios.

Estamos muy orgullosos por eso, primero porque ese dinero iba a las arcas del Estado y nadie sabía quién lo manejaba, y ahora son los propios actores sociales quienes lo manejan y lo destinan a sus propios trabajadores y trabajadoras.

 

-¿Qué se siente participar en este Encuentro Nacional de la Red de la Mujer de la UATRE?

-Para mí es un honor participar en la Red de Mujeres Rurales, y siempre agradeceré la posibilidad que me brindó el gremio de participar desde los inicios.

Trabajar en la red es una tarea voluntaria, ya que está conformada por mujeres que no cobran un sueldo por participar en ella, sino que tienen otros trabajos y, voluntariamente, deciden destinar determinada parte de su tiempo a ayudar a los demás, y todos los cargos políticos que van ocupando en las distintas organizaciones son usados para brindarle mayores beneficios a las mujeres y a los trabajadores rurales.

 

Observo con alegría que la Red ha crecido muchísimo desde que empecé en 1998. En ese entonces, los dedos de la mano sobraban para contar a las mujeres que militaban en el gremio. En 2001 se constituyó la Red y seríamos diez mujeres como mucho. Hoy sabemos que la Red está conformada por 6.000 trabajadoras, de las cuales 200 fueron seleccionadas para participar en este Encuentro. No puedo imaginar dentro de diez años qué movimiento importante vamos a tener.

 

En Necochea, Gerardo Iglesias

© Rel-UITA

31 de octubre de 2006

 

 

 

FOTOS: Gentileza de Crónica Sindical - N. Arrondo

 

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