"Como mujer, podés
pensar libremente; tenés derecho a decir lo que pensás, sin temores. Podés
decidir tener o no tener hijos. Si elegís tenerlos, debés hacerte los controles.
Si no querés hijos, podés tener gratis pastillas, condones, DIU o inyecciones.
Antes o después de un aborto, podés consultar a un médico. La visita es
confidencial".
Estos mensajes, sencillos y
escuetos, están incluidos en un capítulo especial de un cuaderno de lectura
destinado a jóvenes y adultos que acaban de terminar la primera etapa de una
peculiar experiencia de alfabetización que impulsó el Ministerio de Desarrollo
Social (Mides).
La publicación lleva el título
de "Conquistando un derecho" y está dedicada a las personas graduadas del
programa "En el país de Varela: Yo, si puedo", basado en el programa cubano de
alfabetización "Yo sí puedo", que enseña a leer y escribir a través de 65 videos
educativos.
En Uruguay, donde 2,2
por ciento de la población -que ronda actualmente los tres millones de
habitantes- es analfabeta, ese plan comenzó a ser aplicado en marzo del 2007 por
el Mides, en convenio con el Consejo Directivo Central (Codicen) de la
Administración Nacional de Educación Pública. El analfabetismo en Uruguay
es el más bajo de América Latina.
Sin embargo, en una encuesta
efectuada por el Mides a los inscritos para ser beneficiarios del Plan de
Atención Nacional a la Emergencia Social (Panes), se confirmó que 4.083
personas nunca habían concurrido a un centro educativo y otras 13.980 habían
cursado entre tres y cinco años de educación primaria.
"En el país de Varela:
Yo, si puedo" está dirigido a habitantes de zonas de contexto socieconómico
crítico, mayores de 18 años, que no hayan asistido nunca a un centro de
enseñanza o no hayan culminado los seis años de enseñanza primaria o escolar. De
este modo, se favorece la finalización del nivel primario de enseñanza y se
otorga la posibilidad de continuar en el sistema educativo, de modo de completar
la educación básica.
De igual forma, se propone
mejorar la inserción laboral de las personas a través de la alfabetización,
generar conciencia de género, abordar temas de salud, violencia, adicciones,
promover la integración familiar y los derechos humanos básicos. Experiencias
similares han sido puestas en marcha en Argentina, Bolivia,
Ecuador, Guatemala, México y Nueva Zelanda.
El programa uruguayo hace
referencia a José Pedro Varela, reformador de la enseñanza pública en
1874. Fue presentado oficialmente el 19 de marzo de 2007, día en que se
conmemoraba el 162º aniversario del nacimiento del reformador.
Está compuesto por módulos,
cada uno de los cuales tiene un objetivo preciso. El primero de ellos se propone
que la persona beneficiaria aprenda a leer y escribir una carta en tres meses,
utilizando el lenguaje propio del Río de la Plata.
La técnica audiovisual fue grabada por actores y cantantes uruguayos, entre
ellos el famoso Daniel Viglietti.
Todos viajaron a Cuba,
país que cubrió todos los gastos, para filmar una clase simulada donde hay una
maestra y cinco alumnos que concurren a aprender a leer y escribir. Sus nombres
son sencillos y bastante comunes, de modo de facilitar su escritura.
El plan piloto se inició en
cinco localidades del interior del país y en diferentes barrios de Montevideo,
la capital, que según un diagnóstico previo son los más afectados por el
analfabetismo.
Las clases se imparten cuatro
veces por semana, supervisadas por un maestro o maestra, con una duración de una
hora y media durante cuatro meses. Se busca desarrollar habilidades de lectura,
escritura y cálculo sencillo, además de proporcionar información nacional y
latinoamericana. Culminado el cuatrimestre, se evalúa el aprendizaje de quienes
asistieron a clase y se les entrega un certificado que comprueba la aprobación
de los cursos.
El plan pretende alfabetizar
unas 30.000 personas en el período 2007-2008, sean o no beneficiarias del
Panes. Hasta fines de enero de 2008, sólo en Montevideo, 312 adultos
aprendieron a leer y escribir. Se estima que unas 3.000 personas ya realizaron
los cursos. El martes 29 de enero, la ministra de Desarrollo Social, la maestra
Marina Arismendi, entregó los diplomas a los alumnos que culminaron el
primer ciclo.
El capítulo "Todas las personas
tenemos derechos", del cuaderno de lecturas, aconseja a las mujeres hacerse
controles ginecológicos cada dos años; les recuerda que existe una ley nacional
que garantiza la gratuidad de los controles ginecológicos y del Papanicolaou y
concede asimismo un día laboral libre y pago.
Les informa asimismo que si
está embarazada o dando de mamar no las pueden echar del empleo, que pueden
pedir un cambio de tareas y, además, elegir quien la acompañe en el parto.
"Si tenés una enfermedad de
transmisión sexual y/o VIH, tenés derecho a recibir atención y
tratamiento en el Ministerio de Salud Pública. Sos dueña de tu cuerpo. Elegís lo
que querés y lo que no querés La violencia, física o verbal es un delito. Está
penada. Podés denunciar y tenés derecho a ser protegida y ayudada", concluye el
capítulo.
En forma adicional proporciona
una lista de teléfonos útiles, entre ellos la línea para denunciar violencia,
maltrato y ayuda a situaciones límite como el suicidio.
Poemas, recetas culinarias,
nociones de cómo conservar legumbres y frutas para consumir fuera de la
temporada y consejos para una vida saludable, incluida la alimentación e higiene
de los niños y los adultos de la familia, completan el manual de lectura.
Cristina Canoura
19 de febrero de 2008
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