Perú

 Gina Vargas, una de las fundadoras del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, acaba de ser elegida representante de la sociedad civil mundial ante la Cumbre del Milenio + 5 de las Naciones Unidas, que se celebrará en Nueva York entre los días 14 al 17 del corriente mes. Al respecto conversamos con la compañera Cecilia Olea, una de “las Floras”, como a ellas les gusta identificarse.

-¿Cómo fue electa Gina?

-Fue un proceso de consulta entre diferentes organizaciones del mundo que debían seleccionar a dos representantes de la sociedad civil para hablar ante la Asamblea General. Luego de más de 45 días de consultas, se acordó la designación de Gina, el otro designado es un empresario.

-¿En qué área trabaja Gina en Flora?

-En el área de estudios y debates feministas. Ahora está involucrada principalmente en todo lo relativo al fortalecimiento de la ciudadanía global, lo que tiene que ver con la participación en el Foro Social Mundial, con la Agenda post-liberal y en el Foro Social Hemisférico.

-¿Qué significa esa designación para el Centro Flora Tristán?

-Para nosotras es un hecho histórico que nos emociona mucho y que al mismo tiempo nos devuelve un sentido de responsabilidad muy grande. Es el reconocimiento no sólo a una mujer sino que es el reconocimiento a una feminista y por lo tanto, como movimiento feminista, nos sentimos reconocidas por el conjunto de quienes integran la sociedad civil. Además, es la designación de una feminista no para aquellos temas vistos como típicamente femeninos -salud sexual o salud reproductiva por ejemplo- sino para dos temas centrales como son la lucha contra la pobreza y la reforma del sistema de las Naciones Unidas.

Sabemos que Gina dispone de cinco minutos para su exposición que se basará en cuatro pilares: las consecuencias del modelo neoliberal, el militarismo, los fundamentalismos religiosos y económicos que impiden el desarrollo y la ilegitimidad de la deuda externa de nuestros países. En un reportaje reciente declaró que lo primero que expresará es que este mundo, tal como está, ya no es posible.

No podemos dejar de mencionar que en 1839 Flora decidió escribir un libro sobre la explotación y la pobreza existente en la Inglaterra victoriana. Para ello permaneció cuatro meses en Londres visitando toda clase de lugares, en algunos -la Cámara de los Comunes por ejemplo- sólo puede acceder disfrazada de hombre. En su libro “Promenades dans Londres” (Paseos en Londres), aparecido en 1840, critica ferozmente al sistema capitalista y sus consecuencias. Hoy, Gina no necesitará disfrazarse de hombre para ingresar y hablar en las Naciones Unidas, pero sus conclusiones y denuncias serán las mismas que Flora Tristán efectuó 165 años atrás.

Enildo Iglesias

© Rel-UITA

5 de setiembre de 2005