Eritrea
Eritrea prohíbe la ablación |
El Gobierno reconoce que la
mutilación genital femenina, que sufre el 90% de las mujeres
del país, "pone en peligro" su salud.
El Gobierno de Eritrea ha decidido prohibir la ablación femenina en todo
el país por considerar que "pone en peligro la salud de las
mujeres", según ha informado el Ministerio de Información.
La mutilación genital femenina, una práctica ancestral que
sufre el 90% de las mujeres de Eritrea, "produce dolores y
sufrimientos considerables a las mujeres y puede llegar a
amenazar sus vidas", añade el Gobierno en un comunicado
difundido en su página de internet.
El Ejecutivo de
Eritrea, uno de los países más pobres del
mundo - ocupa el puesto 157 de 177 en el índice de
desarrollo humano de la ONU-,
prevé también castigar con multas e incluso con penas de
prisión a aquellos que realicen la ablación a niñas o
adolescentes o que, teniendo conocimiento de su práctica o
la presencien, no avisen a las autoridades competentes para
evitarla. La medida entró en vigor el 31 de marzo, según el
decreto dado a conocer hoy por el Ministerio de Información.
Anteriormente, el Gobierno eritreo había llevado a cabo
diversas campañas de concienciación sobre la necesidad de
abandonar la práctica de la mutilación genital femenina en
todo el país. La mutilación genital femenina es una
costumbre muy arraigada, tanto entre musulmanes como entre
cristianos, que se sigue practicando en varios países
subsaharianos, en
Egipto y en algunos países árabes, como
Omán
o Yemen.
Esta práctica es ilegal en una decena de países africanos,
pero es frecuente que se burle la ley.
140
millones de víctimas
En cuanto a las
víctimas, se calcula que 140 millones de mujeres de todo el
mundo han sufrido la extirpación total o parcial de sus
genitales externos, de acuerdo con la Organización Mundial
de la Salud.
Según organizaciones humanitarias, más de dos
millones de niñas sufren cada año esta práctica en el mundo,
sobre todo la que consiste en la ablación del clítoris.
Dentro del continente africano, el llamado Cuerno de África,
que incluye Eritrea,
es la zona donde la mutilación genital femenina está más
extendida, siendo prácticamente inexistente en la mitad sur
del continente.
Somalia,
Eritrea,
Yibuti,
y en menor medida
Etiopía, tienen una incidencia que ronda el
90% de la población femenina.
La edad en que se
lleva a cabo esta brutal práctica varía desde los pocos días
de vida a los 20 años, aunque la mayoría suele efectuarse a
niñas de entre 12 y 14 años.
Suele consistir en la extirpación del clítoris, con el
objetivo de preservar a las jóvenes del deseo sexual,
proteger su honor y facilitar su entrega en matrimonio. Los
procedimientos utilizados, como cuchillos, navajas de
afeitar o incluso piedras, todos ellos sin esterilizar,
exponen a las víctimas a infecciones, tanto más cuanto lo
habitual es que en cada ceremonia sean mutiladas numerosas
niñas a la vez.
Sus
consecuencias duran toda la vida y en la operación,
habitualmente casera, puede causar la muerte, complicaciones
en el parto, infertilidad, infecciones, hemorragias
prolongadas, frigidez o traumas psicológicos.
Se desconoce cuántas niñas
mueren por su causa, ya sea durante el mismo acto de
mutilación, posteriormente a causa de infecciones o incluso
años después al dar a luz.
Publicado
en www.elpaís.com
9 de abril de 2007
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