El Comité
Latinoamericano y del Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem)
divulgó el informe "Monitoreo sobre femenicidio/femicidio en Bolivia, Ecuador,
Paraguay, Perú y República Dominicana". En 2006, el Comité publicó un monitoreo
del femenicidio en El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y Panamá.
El estudio tiene como objetivo
evaluar las informaciones sobre el tema en esos países y presentar los desafíos
que los contextos nacional y regional presentan. El documento está constituido
por seis partes: estadísticas; situación jurídica y administración de justicia;
percepción social de la violencia contra las mujeres y del femenicidio;
situación social de cada país; políticas públicas y presupuesto; investigaciones
sobre violencia contra las mujeres y violencia femenicida.
Según el informe, el femenicidio/femicidio no es un fenómeno
aislado en nuestras realidades; por el contrario, es una de las consecuencias
más odiosas de la legitimación de la subordinación de la mujer y de la negación
de su autonomía sexual. De esta forma, su análisis debe estar relacionado con la
discriminación y la violencia sistemática que las mujeres sufren y con las
políticas que deberían ser implementadas para su erradicación.
El informe explica que hay
diferentes connotaciones para el término femenicidio o femicidio en cada uno de
los países estudiados. Sin embargo, resalta que independientemente de esto, el
término no es conocido por la población en general, sino solamente por
determinados grupos como los feministas o instituciones que adoptaron políticas
para registrar el femenicidio/femicidio.
Teniendo en cuenta la
inexistencia nominal del problema, el informe destaca que las feministas vieron
la necesidad de darle difusión a este fenómeno por medio del registro de casos
concretos o difundiendo sus estadísticas. La mayor parte de las estadísticas
tienen su origen en los medios de comunicación escritos. Por eso, el informe
agrega que, por falta de estadísticas oficiales o de padrones de registro,
resulta complicado establecer comparaciones entre los números reportados por
cada uno de los países estudiados.
Sobre el femenicidio íntimo,
asesinato de una mujer por un hombre con el cual la víctima tenía o tuvo
relaciones íntimas, familiares o afines, el informe resalta que este tipo de
crimen está precedido por episodios de violencia intrafamiliar. Sin embargo,
esas muertes son desvalorizadas y, en muchos casos, no son tenidas en
consideración por autoridades judiciales, terminando en su mayoría, impunes.
En Bolivia, la relación
que las mujeres muertas tenían con su agresor no se registra en la mayor parte
de los casos (89,91 por ciento). Pero, en los casos en que existen registros, el
2,14 por ciento eran novios; 1,61 por ciento esposos; 0,27 por ciento amantes.
En Paraguay, los números registrados en 1998 en la prensa indicaron que
en más del 83 por ciento de los casos el asesino era el compañero de la víctima,
un familiar o un conocido.
Entre las recomendaciones
señaladas en el informe, el Comité considera esencial la profundización sobre el
concepto de femenicidio/femicidio. Además, evalúa que es responsabilidad del
Estado registrar los casos de femenicidio/femicidio. Aconseja también la
elaboración de variables que permitan un adecuado registro de femenicidios,
además del reconocimiento del femenicidio íntimo.
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