Colombia

Las hijas del olvido

En el Día Internacional de la Mujer, nuestro recuerdo y homenaje a las heroínas olvidadas

 

Las reivindicaciones de las mujeres, sus luchas por alcanzarlas y las conquistas por ellas obtenidas parecen algo reciente. Pero si buscamos en las páginas de la historia encontraremos un importante número de mujeres que fueron ejemplo por su lucha en favor del proletariado en general y de las mujeres en particular. La búsqueda deberá ser cuidadosa, pues en general su actuación raramente se destaca, permaneciendo deliberadamente oculta.

 

En este 8 de marzo queremos recordar algunas de estas heroínas, al rendirle el homenaje que merecen, también lo estamos haciendo con las miles de luchadoras anónimas del pasado y del presente, a quienes tanto debemos y tan poco reconocemos.  Por resultar imposible una cobertura universal, hemos enfocado nuestra mirada en  Colombia.

María Barilla

 

Sin duda María de los Ángeles Cano (1887-1967) es la luchadora social que más se recuerda en Colombia e incluso fuera de las fronteras de este país, especialmente por su contribución a la creación de la primera central obrera. Realizó numerosas giras entre 1923 y 1929 organizando a trabajadoras y trabajadores del campo y de la ciudad y estuvo presente en la zona bananera de Ciénaga, agitando a los trabajadores poco antes de la huelga1 y la masacre de obreros y obreras del banano perpetrada el 6 de diciembre de 1928.

 

Sin embargo, hay que leer la letra chica de la historia para enterarnos de la existencia de Petrona Yance, la más destacada dentro de las 800 mujeres que participaron de aquella huelga. Estas mujeres, protagonizaron un hecho del que poco se habla: en sus canastos trasladaban cubiertas con almojábanas2 las herramientas utilizadas para descarrilar los trenes que transportaban las tropas.

 

Otra heroína olvidada es Juana Julia Guzmán. Juana Julia nació en Corozal (Sucre) en 1892 y falleció a los 83 años en 1975. De familia pobre, no pudo concurrir a la escuela y desde los 12 años de edad ya trabajaba como clasificadora de hojas de tabaco. En 1916 se trasladó al Sinú3 donde se desempeñó como empleada doméstica, cantinera y ventera. En 1910 había llegado a Montería el anarquista italiano Vicente Adamo, con quien Juana Julia se vinculó en 1916, creando ambos un año más tarde en esta ciudad el Centro de Emancipación Femenina.

 

En 1918, Juana Julia fue cofundadora de la Sociedad de obreros  y artesanos de Córdoba y del Baluarte Rojo de Loma Grande. Por su actividad y prestigio, sus enemigos la apodaron “la robatierra” y a sus seguidores “maricones”, por dejarse dirigir por una mujer; como respuesta ella acuñó el lema: “el cobarde no hace historia”. En 1919, demostrando su compromiso activo con la causa de las mujeres, impulsó la creación de la Sociedad de Obreras de la Redención de la Mujer, siendo elegida como presidenta de la misma al cumplir 27 años de edad.

 

Otras mujeres, que tampoco hoy se mencionan y entre las que se encontraban bailadoras de fandango, lavanderas, fritangueras, vendedoras, cocineras, acogieron la convocatoria de Juana Julia, participando en el proceso colectivo de establecer el Hospital Socialista, una escuela obrera y una biblioteca popular. Entre otros nombres, que hoy nada significan para la mayoría de los colombianos, se encuentran: Pacha Ferias, Agustina Medrano, Antonia Espitia, Marcelina Agámez, Mercedes Vidal, Mella Lorana, Josefa González y María Barilla. Esta última, en su condición de lavandera profesional, era miembro de la Sociedad de Obreras de la Redención de la Mujer, su verdadero nombre era María de los Ángeles y su apellido probablemente Tapias, siendo reconocida como la mejor bailarina de porro de todos los tiempos.

 

Volviendo a Juana Julia, debemos consignar que al ser expulsado Vicente Adamo del país por revolucionario en 1927, ella asume la dirección de tres baluartes de Córdoba (entre ellos el mencionado Baluarte Rojo de Loma Grande) cargo que mantiene, sorteando persecuciones y amenazas durante largos años.

 

Por razones de espacio y no por haber agotado la lista, mencionemos por último a otra dirigente olvidada: Betsabe Espinosa (o Espinoza según otras fuentes). A ella le correspondió organizar la primera huelga en la empresa textil Fabricato de Medellín en el año 1920. Las obreras tenían la prohibición de usar calzado, a causa de lo cual contraían enfermedades; y aparte de bajos salarios, tampoco disponían de un tiempo específico para el consumo de alimentos. Por ello, demandaban la abolición de ambas disposiciones, incrementos salariales, destitución de los administradores que pretendían imponer "un trato de capataces" y el cese de los abusos sexuales que las humillaban.

 

Luego de 22 días de huelga, obtienen el cumplimiento de algunas de sus demandas y se firma un acuerdo en el cual se estipula que la jornada de trabajo no será mayor de nueve horas y cincuenta minutos; se logra un aumento salarial del 40 por ciento; la posibilidad de que las obreras sean oídas en sus cargos contra los administradores, la destitución de los capataces que las acosaban sexualmente y el otorgamiento de alpargatas.

 

***

En mayo de 1927, cerca de 14.000 mujeres indígenas, procedentes de ocho departamentos, firmaron el manifiesto Los derechos de la Mujer Indígena, que en uno de sus apartes decía: “hoy tenemos el coraje, nosotras, las indias colombianas, que firmamos este documento, y unidas como una bandada de águilas furiosas, lucharemos nosotras mismas por la recuperación de nuestros derechos. Así debiera ser para todas las mujeres de la clase baja del campo, casadas o no, todas perseguidas por el hombre de la civilización. Pero sus leyes no serán cumplidas, porque si los hombres indios, que mucho antes de la conquista, eran dueños de nuestra tierra, no se levantan en contra del orden ilegal e injusto, entonces nosotras las mujeres nos prepararemos y unidas gritaremos No! No! 4

 

En un mundo arrastrado por el capitalismo a la mayor crisis financiera y económica que se recuerde en los últimos 80 años y donde los responsables pretenden que el costo lo pague la clase trabajadora, nos lleva a avizorar en el horizonte próximo luchas obreras de alcance internacional. En esta hora, a las luchadoras de ayer nuestra admiración y recuerdo, a las de hoy nuestro abrazo solidario, sabiendo que mujeres y hombres estaremos en la primera línea de lucha unidos e iguales, “como una bandada de águilas furiosas”.

 

 

En Montevideo, Enildo Iglesias

Rel-UITA

5 de marzo de 2009

Enildo Iglesias

 

 

 

1 La huelga involucró a 25.000 trabajadores de la United Fruit Company,
hoy Chiquita Brands (
+ Info)

2 Una forma de pan, redonda, hecha de harina de maíz, con queso y bocadillo por dentro.

3 El río Sinú nace en el departamento de Antioquia y desemboca en el mar Caribe. Es navegable en 200 kilómetros hasta  Montería, su puerto principal, y es uno de los ríos más importantes del departamento de Córdoba.

4 Luis Vitale, Historia de la Mujer Latinoamericana, Editorial Tuerca, Cali, Colombia.

 

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