Fue mi primera experiencia en una manifestación
de estas características y el resultado fue
altamente satisfactorio. Me produjo admiración
por la organización y la voluntad demostrada.
Durante el primer día -16 de agosto- pudimos
recorrer la muestra de la producción de las
mujeres del campo, la exposición de fotografías
y posteriormente se desarrollaron distintos
talleres.
En mi caso decidí participar en el debate sobre
“Violencia”. La demostración de apertura y
concientización de las mujeres fue
impresionante; las percibí especialmente
decididas a asumir el rol que corresponde,
adquiriendo visibilidad y reclamando la sanción
y posterior aplicación y seguimiento de normas y
leyes que castiguen en forma concreta a quien
ejerza violencia –en todas sus formas- hacia las
mujeres. Tal es el caso de la Ley Maria
da Penha.
Posteriormente se llevó a cabo la apertura
oficial de la Marcha con la participación de
autoridades de la CONTAG y demás
sindicatos, y también con la presencia de altos
funcionarios del gobierno de Brasil.
Allí fue invitada a integrar el panel en
representación de UITA la compañera
Silvia Villaverde, presidenta del Comité
Mundial de la Mujer de nuestra Internacional,
quien hizo suya la opinión de la delegación.
Al día siguiente, 17 de agosto, muy temprano en
la mañana, fue increíble ver a casi 100 mil
mujeres caminando bajo la misma consigna, en
forma organizada, respetuosa pero firme,
reclamando los derechos que le son propios;
Igualdad, Justicia, Salud, Educación, Reforma
Agraria.
La emoción de compartir esos momentos con las
mujeres trabajadoras del campo de Brasil
fue impresionante. El sentido de compañerismo
que reinaba, todas bregando por un mismo
objetivo, reclamando la visibilidad y decididas
a formar parte, organizadamente, de los ámbitos
de decisión, involucradas y comprometidas con la
problemática nacional.
A pesar de las diferencias geográficas y de
lenguaje, la situación de la mujer en Brasil
no dista mucho de la de cualquier trabajadora
latinoamericana. El sueño personal, aunque suene
utópico, es replicar esta Marcha en toda la
región en pos de la unidad de las compañeras de
América Latina .
En el cierre de la Marcha participó la
presidenta de Brasil, Dilma Rousseff,
quien se hizo presente para brindar su mensaje a
todas las trabajadoras del campo,
comprometiéndose a adoptar medidas que
profundicen el camino al reconocimiento y la
inclusión.
En lo personal, agradezco a UITA la
posibilidad que me brindó, a FAUPPA por
permitirme participar y a las mujeres
trabajadoras brasileñas, mi profunda admiración
y compromiso permanente.
|