El 60 por ciento de las mujeres latinoamericanas sufren violencia
emocional y el 40 por ciento violencia física. En lo que va del año
ya se registraron 176 femicidios por parte de varones que
consideraban que las mujeres eran de su propiedad. El 80 por ciento
de los asesinatos fueron a mujeres que tenían entre 63 y 26 años de
vida por delante. Pero falta mucho por hacer después de conmemorar
el 25 de noviembre, Día de la No Violencia Hacia las Mujeres: el 90
por ciento de los casos derivados por la Oficina de Violencia
Doméstica a la Justicia penal terminaron archivados y sólo una de
cada 10 causas sigue en trámite.
40
por ciento de las mujeres en Latinoamérica es víctima de violencia
física y cerca del 60 por ciento sufre violencia emocional, según un estudio de la Comisión Económica para América Latina y
el Caribe (CEPAL).
176
femicidios (el asesinato de un hombre hacia una mujer a quien
considera de su propiedad) se registraron en Argentina, desde el 1º
de enero al 15 de noviembre de 2009,
según la organización La Casa del Encuentro, en base a casos
publicados en 43 diarios de distribución nacional o provincial y las
agencias informativas Telam y DyN.
39
por ciento de las asesinadas tenían entre 31 y 50 años. El 27 por
ciento de 19 a 30 años y el 14 por ciento de 13 a 18 años. O sea que
8 de cada 10 mujeres apuñaladas, disparadas, ahorcadas o golpeadas
por ser mujeres tenían, por lo menos, entre 63 y 26 años
–aproximadamente– por delante, ya que la expectativa de vida de las
mujeres argentinas es de 76,8 años, según datos de la ONU.
“Es hora de que el Estado argentino se pronuncie públicamente contra
la violencia de género como una violación a los derechos humanos y
atienda el problema desde sus políticas públicas. Son las
autoridades de todos los niveles del Estado las que deben liderar
esta lucha”, definió Rafael Barca, director ejecutivo de
Amnistía Internacional en la Argentina.
82
por ciento de las personas que realizaron una denuncia en la Oficina
de Violencia Doméstica (OVD) de la Corte Suprema de Justicia, de
septiembre de 2008 a septiembre de 2009, son mujeres,
y el 18 por ciento varones, de los cuales el 61 por ciento de ellos
son niños.
La estadística judicial demuestra que el maltrato en el hogar
perjudica mayoritariamente a las mujeres.
6000
casos de violencia doméstica ingresaron a la OVD en sólo un año y el
59 por ciento de las veces las mujeres que se presentaron fueron en
horario de tribunales (la Oficina trabaja las 24 horas del día y los
365 días del año),
por lo que se refleja
que es necesaria la atención permanente para prevenir y erradicar la
violencia machista.
15
por ciento de las víctimas de maltrato en su hogar, o por parte de
su pareja, tienen estudios universitarios y la mayoría de las
denunciantes pasaron por el secundario, por lo que se desmiente que
sólo las mujeres sin instrucción son víctimas de golpes, insultos,
desprecio o manipulaciones de sus novios, esposos o ex maridos.
52
por ciento de los maltratadores son parejas de las víctimas: el 26
por ciento de los denunciados son concubinos y el 26 por ciento
cónyuges.
Pero el divorcio o la decisión de separarse de un hombre maltratador
no basta para terminar con la violencia, ya que el 31 por ciento de
los acusados son ex parejas: “Me llamó la atención la continuidad de
la violencia después de la ruptura del vínculo”, remarcó la jueza de
la Corte Suprema de Justicia, Elena Highton de Nolasco.
90
por ciento de las víctimas sufren violencia psicológica (que puede
estar sumada a otras formas de maltrato), el 70 por ciento de las
mujeres que recurren a la Justicia ya han sido golpeadas y tres de
cada diez se ven perjudicadas por la violencia económica. Y el 14
por ciento de las víctimas fueron atacadas sexualmente.
1/4
de las mujeres víctimas de violencia están desocupadas. Por esta
razón, habría que promover proyectos que subvencionen a las mujeres,
capacitarlas laboralmente, ayudarlas a insertarse en el mercado
laboral o asistirlas con refugios para que no dependan
económicamente del maltratador para poder sostenerse a ellas y a sus
hijos.
6
de cada 10 casos recibidos en la OVD fueron derivados a la Justicia
penal. Sin embargo, 9 de cada 10 expedientes fueron archivados y
sólo un 11 por ciento continúa en trámite. Highton de Nolasco
no se mostró conforme con el comportamiento de la Justicia penal.
“No queremos que haya necesariamente condenas, pero sí que no exista
minimización de la violencia doméstica pensando que una amenaza o un
grito son situaciones menores o que juzgan a una mujer porque va a
denunciar diez años después de sufrir violencia. La respuesta de la
Justicia penal debería ser mucho mayor”, subrayó.
3425
prohibiciones de acercamiento se dictaron a partir de las denuncias
presentadas, a través de la OVD, en la Justicia civil (que fue mucho
más activa que la penal con los casos presentados). Los magistrados
y magistradas dispusieron 540 prohibiciones de contacto, 536
exclusiones del hogar, 200 disposiciones para que los padres paguen
alimentos a sus hijas y hijos.
44
por ciento de las prohibiciones de acercamiento a los maltratadores
fueron a las mujeres víctimas, el 26 por ciento al domicilio de la
mujer, el 18 por ciento a los niños y niñas afectados, el 7 por
ciento al lugar de trabajo (cuando los maltratadores boicotean la
vida laboral de la víctima) y el 5 por ciento a su lugar de estudio,
en los casos en que amenazan a las jóvenes con no poder continuar
serenamente su progreso profesional.
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