Aunque la
Contraloría General de la República -en su informe Nº 31.356 del 16
de junio- en estricto rigor no se pronunció sobre la Anticoncepción
de Emergencia (AE) o “píldora del día después”, la ciudadanía
entendió lo contrario. El tema había sido puesto en conocimiento del
organismo por la Asociación Chilena de Municipalidades y algunos
abogados de extrema derecha tras el fallo del Tribunal
Constitucional (TC) de abril de 2008 que declaró “inconstitucional”
la entrega de la píldora, pues algunos municipios siguieron
entregándola gratuitamente.
Contraloría señaló que debía “abstenerse de emitir
pronunciamiento” pues el asunto “excedía su ámbito de competencia”.
Pero aclaró que la sentencia del TC tiene “fuerza obligatoria
para todos los organismos, instituciones y funcionarios que integran
la Red Asistencial del Sistema Nacional de Servicios de Salud”.
Nuevamente los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres, y
la discriminación, están en el tapete. La “píldora” se vende en las
farmacias y las mujeres que sí tienen recursos económicos pueden
tomar decisiones y libremente comprarla, mientras las mujeres pobres
o “vulnerables” no pueden decidir ni planificar el nacimiento de sus
hijos, no pueden acceder a ella en los servicios de salud ni pueden
ejercer sus derechos reproductivos y sexuales.
“El pronunciamiento de la Contraloría vuelve a situar en la
discusión pública la distribución de la anticoncepción de
emergencia, en relación con la decisión del TC. El tema se ha
mantenido vigente desde 2001 y parecería que nunca quedará
clausurado.
La decisión del TC, ampliamente rechazada desde
distintos espacios, afecta sólo la política pública contenida en las
Normas Nacionales de Regulación de la Fecundidad, en lo referido a
la anticoncepción de emergencia y no vincula a los privados que
tenían registros vigentes del medicamento. ¿Cómo resolver tamaña
inequidad?, pues, las mujeres con recursos podemos comprar aquello
que se prohíbe para el sistema público de salud”, dice Lidia
Casas, investigadora del Centro de Derechos Humanos de la
Universidad Diego Portales.
La Asociación de Municipalidades y el abogado de extrema derecha Jorge
Reyes llevaron el tema ante la Contraloría, en representación de
los diputados derechistas.
La “píldora” se vende en las farmacias y las mujeres que
sí tienen recursos económicos pueden tomar decisiones y
libremente comprarla, mientras las mujeres pobres o
“vulnerables” no pueden decidir ni planificar el
nacimiento de sus hijos, no pueden acceder a ella en los
servicios de salud ni pueden ejercer sus derechos
reproductivos y sexuales.
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“Lo interesante no era un pronunciamiento acerca de las
facultades que tienen los municipios y cómo se entiende la red
asistencial de salud, sino el efecto que querían darle a la decisión
del TC: impedir y cancelar de oficio los registros sanitarios
para los medicamentos existentes, derogar la inclusión de la AE
en la nómina de medicamentos obligatorios para las farmacias y
derogar la Guía Clínica sobre manejo de violencia sexual de 2004.
Ninguno de estos temas se planteó en el requerimiento”, agrega
Casas.
En estos días, la Concertación y la Alianza por Chile
se acusan mutuamente de “doble estándar”. La autodenominada Red de
Parlamentarios por la Vida -integrada por representantes de la
Alianza y algunos de la Democracia Cristiana- han señalado que no
apoyarán un proyecto de ley anunciado por el gobierno, que busca
asegurar la distribución de la píldora. Y aunque la derecha y los
sectores más recalcitrantes, ligados a la Iglesia Católica, han
mostrado sus garras, los candidatos presidenciales, el oficialista
Eduardo Frei, y el derechista Sebastián Piñera, han
señalado que están de acuerdo con la entrega de la píldora.
La autodenominada Red
de Parlamentarios por la Vida nació en 2006 para hacer frente, según
ellos, a los proyectos que “atenten contra la vida”. Sin embargo, se
excluyeron de pronunciarse sobre la pena de muerte, que aún persiste
en la legislación chilena, y violaciones a los derechos humanos
cometidas por la dictadura.
Según el diputado Jorge Sabag, entre 2003 y 2006 la
natalidad aumentó en mayor porcentaje en las adolescentes de entre
16 y 19 años, lo que en su opinión indica que la distribución de la
píldora “no ha sido buena como política pública, pues no ha
prevenido, el embarazo adolescente”.
Por su parte, la Federación Nacional de Profesionales
Universitarios de los Servicios de Salud (FENPRUSS) demandó
urgencia para el proyecto de ley y exigió la distribución gratuita
de la píldora. Según el gremio, la píldora “es un anticonceptivo más
concentrado”, pero “es uno como cualquier otro”. Y agrega, “de
hecho, con una mezcla adecuada de distintos anticonceptivos se logra
el mismo efecto”.
“Hemos visto noticias recientes de varias mujeres, todas
pobres, que han arriesgado su vida en abortos clandestinos e
inseguros, o han abandonado e incluso matado a sus hijos. Ésa es la
realidad de los embarazos no deseados, muchas veces relacionados con
pobreza, abandono, violencia, desinformación y falta de
oportunidades para vivir una vida digna”, dice Selma Núñez,
dirigente de FENPRUSS.
“Resulta despreciable el discurso que oculta que las mujeres
con recursos sí pueden optar tanto a la anticoncepción de emergencia
como a abortos seguros, sin ser condenadas de ninguna forma ni mucho
menos encarceladas, remarcando la histórica inequidad e injusticia
social que prevalece en nuestro país”, agrega.
Para el gremio, el pronunciamiento de Contraloría reafirma la
inequidad para los beneficiarios de los sistemas de salud que
deberán comprar el fármaco cuando lo necesitan. Según Claudio
González, presidente de FENPRUSS, “la ciudadanía y los
profesionales de la salud estaremos atentos a cómo votan los
diversos actores políticos, y esperamos que el gobierno le dé toda
la celeridad posible a esta discusión del proyecto de ley”.
El precandidato presidencial Marco Enríquez-Ominami le
pidió a Frei y a Piñera “decir la verdad” sobre los
derechos sexuales y reproductivos, instándolos a legislar: “Hay dos
candidatos que están comportándose de una manera que puede rayar en
la mentira. Es muy jodido decir estamos dispuestos a legislar y cada
vez que hay sesión no se avance un milímetro en estas materias. Son
candidatos que hacen campaña con promesas pero una vez que están en
el gobierno, gobiernan con explicaciones. Avancemos a la acción. Hoy
el Parlamento podría perfectamente haber resuelto el problema al
cual están confrontadas las políticas públicas, esto es, un fallo
discriminatorio -refiriéndose a la píldora- contra las mujeres más
pobres”.
Los diputados de la ultraderechista Unión Demócrata
Independiente (UDI), muchos de ellos miembros del Opus Dei y
Legionarios de Cristo, entre otras sectas, han sido los más
recalcitrantes opositores a la distribución gratuita de la
Anticoncepción de Emergencia.
El principal promotor de la presentación de los 36 diputados
fue el diputado UDI José Antonio Kast, quien señaló
que “el gobierno debería acatar el fallo del Tribunal
Constitucional, respetar la interpretación de la Contraloría y no
levantar temas electorales”.
La presidenta Michele Bachelet decidió presentar una “solicitud de reconsideración” ante la Contraloría
e impulsar un Proyecto de Ley que asegure la distribución gratuita
del fármaco en consultorios.
Según la vocera de gobierno, Carolina Tohá, “Es
necesario establecer de manera clara e indiscutible el derecho de
todas las personas a decidir qué tipo de sistema anticonceptivo usan
y el deber del Estado es dar facilidades para que este derecho se
ejerza igualmente por todos los ciudadanos”. Por su parte, la
ministra del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Laura
Albornoz, anunció que la norma “contemplará la obligación del
Estado de entregar información, educación y orientación a las
personas, sobre la prevención del embarazo y las consecuencias de
los delitos de violencia sexual contra las mujeres”.