En el
marco de las acciones por el 28 de septiembre, Día por la despenalización del
Aborto en América Latina y El Caribe, un nutrido grupo de mujeres realizó un
plantón en un concurrido cruce de avenidas de Lima portando carteles en los que
reclamaban “Anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”,
“Personas libres, Estados laicos”, “Mi cuerpo es mío, ni del Estado ni de la
iglesia”.
La intervención
urbana fue organizada por las integrantes de la Campaña por una Convención
Interamericana de los Derechos Sexuales y los Derechos Reproductivos, espacio
que desde la sociedad civil promueve y defiende los derechos sexuales y
reproductivos, así como el derecho a decidir cuántos hijos se quiere tener y la
atención humanizada del aborto.
La Campaña
por una Convención Interamericana de los Derechos Sexuales y los Derechos
Reproductivos, busca que la sociedad, en especial los decidores de
políticas,
entiendan que la penalización está condenando a las mujeres que tienen
mayores dificultades para ejercer sus derechos
(por no tener acceso a educación, información, atención de salud,
recursos económicos, recursos institucionales)
a poner en riesgo sus vidas.
Gladys Galarreta, representante del Movimiento Amplio de Mujeres y coordinadora en Perú
de la Campaña por una Convención Interamericana de los Derechos Sexuales y los
Derechos Reproductivos, afirmó que es muy importante acercarse a la población
para romper con la campaña de desinformación y manipulación de la opinión
pública que promueven ciertos sectores conservadores, los que colocan a las
mujeres que reclaman sus derechos como contrarias a la vida.
“Se crea una falsa dicotomía,
las mujeres afirmamos la vida y la defendemos cuando abogamos por nuestro
derecho a decidir sobre nuestro cuerpo y a tener condiciones favorables para
acceder a la salud física y mental, en el marco de nuestro derechos sexuales y
derechos reproductivos”,
explicó.
A Galarreta
le preocupa las limitaciones que existen en el concepto “oficial” de salud de la
mujer, que genera que se les considere únicamente como vientres con capacidad de
reproducir nuevas personas. “No
se nos ve como seres humanos con un proyecto de vida y con derecho a determinar
en qué momento y cuántos hijos tener”.
Al referirse a
las acciones que debería implementar el Estado, demandó medidas necesarias para
garantizar el derecho de las mujeres que requieren aborto terapéutico a acceder
a servicios seguros, “y así evitar que se pongan en riesgo al someterse a
prácticas clandestinas inseguras por la negativa de muchos operadores de salud a
atenderlas, por falta de protocolos o guías clínicas”.
En el plantón
también participaron las organizaciones integrantes de la Campaña 28 de
Setiembre por la Despenalización del Aborto a nivel regional, así como del
Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (CLADEM-Perú)
María Isabel
Cedano,
coordinadora del punto focal Perú de la “Campaña 28 de septiembre por la
despenalización del aborto en América Latina y el Caribe”, dijo a Sirel
que durante este año realizarán una serie de acciones para sensibilizar a
peruanas y peruanos en torno a las consecuencias del aborto inseguro en el país,
que año a año causa la muerte de miles de peruanas.
“El aborto es
un tema polémico porque la sociedad, por influencia de las religiones, considera
que el derecho a la vida es divino y que el aborto es un pecado, se desinforma y
se pretende reforzar que es un delito, un crimen, pero no en todos los casos. El
aborto terapéutico es legal desde 1924, está despenalizado, y por la Ley General
de Salud el Estado tiene la obligación de proveer servicios para interrumpir el
embarazo cuando está en peligro la vida de la mujer, o cuando su salud puede ser
afectada de manera grave y permanente”, señaló.
En el Perú la dimensión de
mortalidad materna en 2000 fue de 410 madres muertas por 100 mil nacidos vivos,
según el
informe “Perú, Mujeres pobres y excluidas. La negación del derecho a la
salud materno-infantil”, de 2006.
Por otro lado,
en este país sudamericano los índices de aborto se incrementan cuando el
embarazo no es deseado. De acuerdo a investigaciones de la consultora Delicia
Ferrando, el 57 por ciento de los nacimientos de los últimos cinco años
ocurrieron sin ser previstos. Si en los últimos cinco años ocurrieron 3,1
millones de nacimientos, se tiene que la dramática cifra de 1,8 millones de
nacimientos fueron no deseados.
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