Mas del 50 por ciento
de producción de mango no tiene mercado, y para resolver esta situación
las pequeñas productoras de esta
fruta en el departamento de Lambayeque, ubicado al norte del país, prevén la
instalación de una planta deshidratadora.
Rosa Guerrero |
Rosa Guerrero,
de la Central de Productores de Mango (Ceproman) de
Lambayeque, dijo a Sirel que “Las productoras vamos a entrar a la
transformación del mango, para venderlo como producto terminado de acuerdo a las
tendencias de los mercados. Estamos interesadas en la deshidratación, crear
nuestra microempresa, pero nos falta un poco de apoyo en lo que es capacitación
y manejo de este rubro”.
La dirigente de Ceproman señaló que la planta
deshidratadora que pondrán en funcionamiento es una herramienta que permitiría
transformar la fruta en néctar, bebidas u otras alternativas, lo cual evitará
más pérdidas económicas cuando se registre una sobreproducción.
La instalación e implementación de esta pequeña planta, que
diariamente procesaría unos 60 kilos, demandará una inversión de 18 mil nuevos
soles.
Tenemos conocimiento de que en
los supermercados de Lima y quizás en provincia, en menos porcentaje, hay
demanda por el deshidratado de mango, pero se consume en mucho más volumen en
Europa y Estados Unidos.
Para la dirigente agraria, en los últimos tres años los pequeños
productores de esta fruta han sufrido los efectos negativos del cambio climático
que ha afectado la rentabilidad en la producción destinada al mercado externo.
En la presente campaña agrícola 2008-2009 se ha registrado un descenso en la
producción a causa de la escasa floración de las plantaciones de mango,
principalmente en los valles de Motupe y Olmos, señaló Guerrero.
A esto se suman los problemas
para la comercialización de su producción: “Son las más grandes debilidades que
tenemos ahora, pero estamos a la búsqueda de nuevos mercados, tanto a nivel
nacional como internacional”.
En la región de Lambayeque se
siembra mango porque tienen un clima que se adecua a esta fruta. El 30 por
ciento de los productores son mujeres, de un total de 255.
“Las mujeres nos hicimos
productoras para mejorar la calidad de vida de nuestras familias. En esa época
había mercado, la demanda era grande en el mercado externo, los precios eran
buenos, pero conforme se fueron incrementando las áreas sembradas los precios
cayeron”, indicó.
“No hay frutos y la producción ha descendido al 5 por ciento, lo
que nos ha generado pérdidas económicas importantes. Estas organizaciones tienen
en producción 350 hectáreas de mango, de las cuales el 70 por ciento se destina
al cultivo de mango orgánico y el resto a producción convencional”, agregó la
dirigente campesina.
Actualmente los acopiadores de mango se disputan la escasa
producción existente pagando por cada jaba (21 kilos) un precio de 10 dólares.
“En la anterior campaña, ésta se cotizaba en promedio a 5,63 dólares”, dijo
Guerrero.
La dirigente sostuvo también que ante el perjuicio económico a
causa del cambio climático muchos productores están pensando en alternar la
siembra de mango de exportación con el cultivo de hortalizas orgánicas para el
mercado interno y externo.
|