La salud
de las mujeres, ¿para cuándo?
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La conmemoración: 7 de
abril, Día Mundial de la Salud, dedicado a la Salud
Materno-Infantil. El dato: El 99% de las muertes
relacionadas con el embarazo o el parto ocurren en los
países pobres. Por supuesto, la mayoría son evitables.
La
mortalidad materna nos muestra una realidad muy diferente
entre los países ricos y los pobres. Mientras que en un país
en desarrollo una mujer tiene una probabilidad de
1 sobre 16 de fallecer al
dar a luz o en su embarazo, en un país rico esta
probabilidad es de 1 por 2.800.
Pero no sólo debemos tener en cuenta las mujeres que mueren
sino que, por cada
mujer que muere en el parto cerca de 30 sufren traumatismos,
infecciones o discapacidades, algunas de ellas para toda la
vida y no son tratadas.
Uno de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio es
mejorar la salud materna. La meta sería disminuir desde el
año 1990 al 2015 esta terrible tasa en un 75%, pero si vemos
cómo ha evolucionado en estos últimos años es difícil que
pueda alcanzarse este objetivo.
Han pasado 15 años y podemos preguntarnos cómo ha disminuido
esta mortalidad: Se ha cambiado la forma de estimar la
mortalidad; en muchos países es un indicador que no se mide,
se hacen estimaciones y esos son los datos que tenemos; en
otros casos, se mide pero no de la forma en que recomienda
la Organización Mundial de la Salud; en otros también se dan
los datos que más convienen.
Pero la mortalidad materna no ha disminuido en la mayoría de
los países más pobres.
El 99% de las muertes
relacionadas con el parto o el embarazo ocurren en los
países en vías de desarrollo y la mayoría son evitables.
¿Cómo se explican estas
cifras?
Hay tendencia a pensar que las dificultades de las mujeres
en los países pobres para disfrutar de una vida sana y
saludable se explican por la propia situación de pobreza.
Pero la razón fundamental de estas muertes también se deben
a una falta de calidad en los servicios que se ofrecen
(cuando existen) y al papel que la mujer ocupa en estas
sociedades.
Las mujeres de
África Subsahariana son las productoras del 80% de los
alimentos de esta región. Además en los
países pobres cada mujer tiene más niños, con un espacio
entre un parto y otro muy corto, lo que no le permite
recuperarse.
La malaria es una enfermedad que en occidente no se
considera importante pero causa millones de muertes al año y
en la mortalidad materna es un elemento importante ya que
aumenta la anemia con todas las consecuencias. También, los
abortos en condiciones de riesgo pueden suponer el 13% de
toda la Mortalidad Materna.
Causas, todas éstas, que no sólo están relacionadas con la
pobreza, sino también con elementos de la violencia
estructural implantada en dichos países hacia las mujeres.
En Marruecos casi un
90% de mujeres en medio rural son analfabetas frente a un
30% en medio urbano. Además, en estos países
hay una falta de inversiones gubernamentales en servicios de
salud de base relacionados con las mujeres, a lo que se unen
las desigualdades económicas y sociales que impiden a menudo
el acceso de la mujer a los servicios sanitarios.
Para Medicus Mundi, los medios que permitirían reducir la
mortalidad materna son conocidos y no exigen tecnologías
nuevas, tan sólo compromiso político para mejorar recursos,
movilizar a la comunidad, mejorar la accesibilidad y calidad
de la salud, reforzar los servicios comunitarios de base,
poner en marcha servicios obstétricos de urgencia a menor
coste y reforzar los centros de planificación familiar.
Joy Phumaphi, subdirectora general de la OMS para salud de
la Familia y la Comunidad definía recientemente estos altos
índices de mortalidad materna como “una epidemia invisible”.
Para Medicus Mundi, es un problema que se encuentra envuelto
en una “cultura de silencio y de resignación”.
Casilda Velasco Juez*
8 de abril
de 2005
* Presidenta de la Asociación
Andaluza de Matronas y miembro de medicusmundi
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