Alcira Burgos,
encargada del área de Derechos Humanos de la Confederación, informó
que en Argentina hay alrededor de 1,2 millones de
trabajadoras domésticas. “Con todos los parches que el gobierno ha
ido dando, porque son parches y no convenios acordes a los derechos
humanos que decimos enarbolar, solamente un 20 por ciento está
trabajando en forma legal”.
Burgos
sostuvo además que “No tenemos derecho a la maternidad, a una
cobertura médica ante un accidente de trabajo o enfermedad. Aparte,
se están dando violaciones a los derechos humanos porque nos están
golpeando”.
Las trabajadoras del hogar hicieron un llamado de
conciencia a la sociedad civil para que reconozca la
importancia de su trabajo, y que la gente reflexione
sobre el hecho de que si un día hicieran una huelga de
brazos caídos, podrían paralizar todo un país. |
Por su parte, la representante de la Federación Nacional de
Trabajadoras Asalariadas del Hogar de Bolivia (FENATRAHOB),
Marina Salgado, informó que en su país existen al menos 150
mil trabajadoras del hogar. “Lamentablemente tengo que decir que
muchas seguimos vulneradas en nuestros derechos. El trabajo que
desarrollamos es digno y decente, pero en muchos países no toman en
cuenta lo importante que somos en los hogares, porque si la
empleadora no tuviera una trabajadora del hogar en su casa, ella no
podría prestar sus servicios laborales y profesionales”, afirmó.
Salgado
enfatizó sobre la
trascendencia de la función social de estas mujeres que realizan
oficios domésticos, muchas veces considerados menores por la
sociedad: “Somos como unas segundas madres para los hijos de las
empleadoras, tanto guiamos en el estudio, como damos un apoyo
psicológico a los jóvenes que están dentro del hogar, porque los
adolescentes nos confían más a nosotros lo que deberían confiarles a
su papá y a su mamá. Como trabajadoras del hogar somos un sector
bien importante para la sociedad, y por eso nos deberían tomar en
cuenta todos los gobiernos de todos los países”, reafirmó.
Ruth Moreno,
del Sindicato de Trabajadoras de Casa Particular (SINTRACAP)
de Chile,
reconoció que "Tenemos bastantes leyes en Chile, algunas se
cumplen, otras no. Tenemos libres los feriados y estamos luchando
por las jornadas que son tan intensas: 16 horas o a veces más. Somos
un sector tan importante en nuestra casa y donde trabajamos que si
hiciéramos brazos caídos, todo un país se paralizaría, así que
somos importantes todas nosotras”, subrayó.
Por su parte, Marcelina Bautista, de México,
secretaria general de la CONLACTRAHO, resumió el estado de
los derechos laborales del sector en su país: “En la Ley Federal del
Trabajo hay un apartado especial, el capítulo 13, para las
trabajadoras del hogar, que es ambiguo y no lo conocen bien las
trabajadoras ni los patrones (as). Es necesario su reforma; sin
embargo, durante cuatro legislaturas no se ha hecho nada”.
Asimismo, aseguró que en México aún no se puede hablar
de un trabajo digno para las aproximadamente 2 millones de
trabajadoras del hogar. “No están regulados el horario de trabajo,
el salario y la seguridad social, entre otras prestaciones, y encima
de eso muchas veces persisten la discriminación y la violencia”,
acotó.
"De no ser por nosotras muchos profesionales no podrían
participar en la economía estatal o
privada. Exigen un alto a la
discriminación, como al abuso sexual y
económico" |
Aunque también señaló avances en los 14 países afiliados a la
Confederación: “Algunos de estos países han aprobado algunas leyes,
por ejemplo Perú y Bolivia en 2003, y recientemente en
Costa Rica. Han tenido algunos avances con algunos derechos,
por ejemplo la seguridad social y la jornada laboral”.
Como ya se señaló, uno de los principales objetivos del
Encuentro fue prepararse para hacer una declaración ante la OIT.
“Lo que pedimos es la adhesión de los gobiernos y las centrales
sindicales para que nos respalden, porque a través de las centrales
sindicales las trabajadoras del hogar van a participar en 2010”.
Paulina Luza,
de
Perú, de Actas y Archivo de la Confederación, se quejó de que
“en la historia de las trabajadoras del hogar en América Latina,
poco ha sido el apoyo de las centrales sindicales a las empleadas
del hogar”. Recomendó seguir luchando por la autonomía en la toma de
decisiones, para no perder la identidad, y denunció que las
autoridades ministeriales de los países muchas veces no han querido
registrar las organizaciones sindicales de trabajadoras del hogar.
Lenny Quirós,
de Ecuador, de la Asociación de Trabajadoras Remuneradas del
Hogar de Guayaquil (ATRH), informó que tienen once años en
esa labor organizativa y destacó que con el actual gobierno se ha
conseguido en dos años, lo que no se había podido en nueve. “Nuestro
presidente Rafael Correa ha dado la oportunidad, y a través
de los congresistas y de la Asamblea estamos ahora incluidas en la
Constitución.
Por hacer nuestras labores en un hogar no somos menos o más
que un profesional. Podemos luchar y alcanzar lo que nos
propongamos. Hoy en día estamos aquí, y eso ya es un
fortalecimiento”.
Por su parte, Amalia Romero, del Sindicato de
Trabajadoras Domésticas del Paraguay (SINTRADOP),
denunció que en su país “somos discriminadas por ley, el trabajo
doméstico es discriminado social, cultural y económicamente. En
Paraguay al sector doméstico se le otorga sólo el 40 por ciento
del salario mínimo legal”.
Antonia López,
del Colectivo de Empleadas Domésticas de los Altos de Chiapas (CEDACH),
comentó que están realizando jornadas de alfabetización para que las
trabajadoras del hogar de esa zona de México aprendan a leer
y tomen conciencia de sus derechos laborales.