Según un artículo publicado en Small Times el
30 de mayo de 2006, grupos ecologistas, sanitarios y de
consumidores han solicitado a la Food and Drug
Administration (FDA) la retirada del mercado de los
bronceadores y protectores solares que contienen
nanopartículas, mientras no se demuestre que son
seguros. La petición, formulada el 16 de mayo,
solicitaba también la realización de pruebas de
seguridad de estos nanoproductos antes de su salida al
mercado, así como de pruebas de toxicidad específicas de
la nanotecnología y el etiquetado obligatorio donde se
especifique que se trata de nanoproductos. La reacción
ante esta petición ha sido muy variada.
Un representante del sector defiende que los
bronceadores son seguros, y los expertos académicos
afirman que no hay suficientes pruebas de que puedan
producir efectos negativos como para retirarlos del
mercado. La FDA, por su parte, ha dicho que responderá a
la petición, pero ha rehusado hacer ningún comentario.
Los ingredientes de los bronceadores sobre los que
alertan estas organizaciones son las nanopartículas de
dióxido de titanio y de óxido de zinc, de tamaño
inferior a 100 nanómetros. Según Friends of the Earth
(uno de los grupos que ha realizado la solicitud), no
está claro si unas partículas de este tamaño podrían
atravesar la piel intacta, pero hay estudios que
sugieren que partículas de hasta 7.000 nanómetros pueden
atravesar la piel si hay alguna brecha, como por
ejemplo, un corte al afeitarse o acné.
Según Kristen Kulinowski, directora del consejo
internacional en nanotecnología de la Universidad de
Rice, retirar del mercado los productos sería prematuro,
pero afirma que querría ver más datos de la inocuidad
que defienden las empresas.
Vicki Colvin, que estudia la toxicidad de las
nanopartículas en la Universidad de Rice, destaca la
importancia de que se incluya en el etiquetado todo lo
que contiene un nanoproducto, de lo contrario “no
podemos hablar sobre ellos, ni siquiera diseñar nuestros
propios test para evaluar lo que está disponible en el
mercado, pues desconocemos lo que llevan”.
El informe de Friends of the Earth advierte también de
que algunas cremas faciales y suavizantes contienen
fullerenos y afirma que está demostrado que éstos
últimos pueden causar “lesiones cerebrales” en peces y
dañar las células hepáticas humanas. Sin embargo, Colvin,
que realizó el estudio de las células hepáticas, señala
que se trataba de un cultivo de células y que hay un
abismo entre un estudio de este tipo y uno realizado con
un animal de verdad. Además, según ella el estudio de
los peces no demostró un daño cerebral propiamente
dicho, sino un incremento de las llamadas especies de
oxígeno reactivo (ROS) en el cerebro, como reacción a
las partículas.
Los consumidores, por su parte, están intranquilos.
Según Lisa Archer, de Friends of the Earth, ya han
recibido numerosas llamadas pidiendo un listado de
marcas que desarrollen sus productos sin nanomateriales.
George Kimbrell, abogado de International Center for
Technology Assessment (otro de los grupos que presentó
la solicitud ante la FDA), espera que esto sirva al
menos para que la FDA adopte una postura en el tema de
la nanotecnología.