AGROTÓXICOS

 

26/09/01

Del laboratorio de las transnacionales,

al laboratorio de la finca

 

Ponencia de David Alba Páez1

 en el Congreso Fundacional de la

 Unión Nacional Agroalimentaria de Colombia2 (UNAC)

Desde nuestra organización nos hemos preocupado por encontrar alternativas al difícil momento que nos toca vivir. Cuando a uno le dicen que vive en un mundo neoliberal, globalizado, se siente totalmente aminalado ya que frente a ello parece que no hay nada que hacer. Pero no es cierto, nosotros creemos que existen alternativas viables, factibles y alcanzables. Creemos que esta UNAC que hoy nace, es un paso firme en ese sentido, que nos permitirá elaborar y hacer cosas para enfrentar el modelo imperante. Personalmente, considero que el neoliberalismo es la última etapa del desarrollo capitalista. Estoy de acuerdo con James Petras, cuando manifiesta que la globalización es un término inventado para embaucar a la gente. Petras destaca que en este momento histórico el imperialismo se ha tornado aún más agresivo y más intenso. A todo esto: ¿vieron que esta palabra (imperialismo), muy de moda en los años 70, desapareció del lenguaje, como si hubiera dejado de existir?

Lo que realmente pasa, es que las transnacionales tienden a controlar la economía mundial. Manfred Max-Neef señala que en la actualidad, cerca del 70 por ciento del comercio mundial está en manos de las compañías transnacionales. Las transnacionales tienen tanto poder, que están en capacidad de poner contra la pared al Estado-nación. Un ejemplo muy sencillo: las transnacionales fabricantes de helicópteros, fueron las que más lobby realizaron ante el gobierno de los Estados Unidos para que se aprobará el Plan Colombia.3

 

La agricultura ecológica  

Frente a este panorama estamos convencidos de que la agricultura ecológica, es el paradigma que nos permitirá enfrentarnos al modelo de la agricultura neoliberal: la agricultura de los agrotóxicos, de la manipulación genética. Nosotros decimos que el modelo que el neoliberalismo le ofrece al mundo, es una agricultura basada en una lógica de muerte. CUCHIYUYO auspicia una agricultura ecológica, que se mueve con una lógica que respeta la vida ¿Por qué decimos que en la agricultura de los agrotóxicos hay una lógica de la muerte? Porque opera con el principio de matar, de eliminar especies vivas que supuestamente hacen daño al cultivo. En resumidas cuentas: emprende una guerra a muerte contra todo bichito y contra toda planta fuera del cultivo (a las que llaman malezas). La lógica es matar, y esta es la garantía para garantizar el control, la productividad, la rentabilidad, etc. La agricultura ecológica funciona con una lógica contraria: la de respeto a todas las formas de vida. Si realmente se entienden y se respetan todas las formas de vida que conviven en un agro-ecosistema, podremos garantizar estabilidad, calidad, productividad y sustentabilidad.

La Corporación Ambiental

CUCHIYUYO

Nosotros tenemos una finca de 80 hectáreas en el Municipio de Algeciras, en el Departamento del Huila, a 2,225 metros de altura. Allí hacemos agricultura ecológica y hemos comprobado sobradamente que no son necesarios los agrotóxicos para obtener buenos rendimientos y que los costos se reducen sustancialmente. La Corporación no compró inicialmente esta finca para hacer agricultura, lo hizo para llevar adelante un proyecto de manejo integral de los residuos sólidos del Municipio de Algeciras y en el predio se construyó una planta de aprovechamiento de residuos sólidos orgánicos. Casi un 80 por ciento de los residuos sólidos de los pequeños municipios son orgánicos, y el proyecto planteaba a través de un proceso sencillo de compostaje, transformar esos residuos en abono orgánico.

Consolidado ese proceso, comenzamos a realizar cursos de capacitación campesina en agricultura ecológica. Nuestra ventaja es que realizamos ese entrenamiento en la finca, es decir: en el terreno, desde la práctica, observando los cultivos. La propuesta pedagógica apunta a que los campesinos en los talleres, formulen sus propias inquietudes de conversión de sus fincas en ecológicas y luego se los asiste apoyándolos en el proceso.

 

De la Revolución Verde

 a la Revolución de los Transgénicos

Cuando en los años 50 se comenzó a hablar sobre la Revolución Verde, el discurso utilizado fue el mismo que el que hoy que se utiliza. Nos dijeron: con esto se va a acabar el hambre en el mundo. Se disparará la productividad agrícola a unos niveles increíbles, y ya nadie tendrá hambre. Eso nos decían, y resultó un fracaso. Piensen en una agricultura que sistemáticamente arruina los recursos naturales, que sistemáticamente mata los seres vivos y sistemáticamente destruye el suelo, ¿cómo diablos puede garantizar la alimentación de la humanidad?

Las transnacionales de los agrotóxicos nos están envenenando y nos están empobreciendo. Ellas se quedan con el dinero, actualmente en este país el 30 por ciento de los costos de un campesino son agrotóxicos.Y además de empobrecernos, nos están envenenando, contaminando nuestros suelos, nuestros ríos y nuestras vidas. Es el peor negocio que podemos hacer.

La nueva generación de la Revolución Verde, la de los transgénicos, es peor todavía. Los agrotóxicos son sustancias químicas de síntesis industrial que cuando llegan al suelo matan los microorganismos, los seres vivos. Pero ahora nos enfrentamos a una cuestión más peligrosa, es como una caja de Pandora: uno la destapa y no sabe que carajo va a salir de ahí. No exagero si digo que estamos ante la posibilidad de una catástrofe mundial.

CUCHIYUYO se basa en un principio muy sencillo de la ecología, que nos dice que entre mayor sea la biodiversidad de un ecosistema, mayor estabilidad tiene, y que una menor biodiversidad implica mayor inestabilidad. Para explicar esto: dos de los ecosistemas más bio-diversos y complejos del planeta es la selva húmeda tropical y un arrecife coralino. La selva húmeda tropical tiene miles de especies vivas, todas conviviendo ahí y se caracteriza por ser un ecosistema estable. Lo mismo sucede con el ecosistema coralino. Ahora bien, ¿qué sucede cuando no existe esa biodiversidad? Por ejemplo, en un ecosistema simple como lo es un monocultivo. ¿Qué sucede cuando uno abandona el monocultivo por algunos días? ¡Hasta allí llegó! Si usted no está encima de él, en forma permanente, metiéndole agrotóxicos, no logrará cosechar nada.

Lo que nosotros tratamos de transmitir mediante los talleres de agricultura campesina es un saber, un conocimiento, una alternativa agrícola que enfrente la propuesta neoliberal. Buena parte de ese saber, es sabiduría ancestral. Si uno analiza cómo era la agricultura precolombina, verá que era agricultura ecológica. La agricultura que realizaban muchos de nuestros abuelos, era agricultura ecológica.

Otra de las cosas interesantes de la agricultura ecológica, es que se basa en los recursos propios de los campesinos. Se basa y se sustenta en los recursos que se encuentran en la propia finca. El campesino rompe con los lazos de dependencia que tiene con las transnacionales. Nosotros tenemos un taller muy bonito que lo llamamos: “Del laboratorio de las transnacionales, al laboratorio de la finca”. Usted no tiene que depender de las transnacionales para nada. Usted depende de sus propios recursos o de recursos locales. Es una agricultura con un altísimo nivel de autonomía. Por ello, planteamos que la agricultura ecológica es económicamente viable, socialmente justa, y ambientalmente sostenible. Es económicamente viable por las características del mercado y porque los costos son menores. Es socialmente justa, porque es una agricultura que remunera más al trabajo que al capital. Porque es una agricultura intensiva en trabajo, donde el campesino pone además, su saber y su conocimiento. Y ambientalmente sostenible, porque respeta a todas las formas de vida, lo cual constituye la clave de la sostenibilidad, la productividad, la calidad y el bajo costo.

Es increíble como en los talleres, los campesinos comienzan a tener conciencia del respeto que se debe tener por los microorganismos que habitan en el suelo. Cualquier cosa que atente contra los microorganismos del suelo, es fatal. Todos los agrotóxicos atentan contra la vida que hay en el suelo. Hay que cuidar el suelo y esa vida si queremos una agricultura ecológica exitosa, si pretendemos que el suelo no se degrade, si queremos garantizar la salud de los cultivos. Por ello, un principio básico es evitar todo tipo de prácticas que atenten contra la vida. Es un principio sencillo y fundamental.

Por último, quiero decir que la Corporación Ambiental CUCHIYUYO, está disponible a cualquier iniciativa que ustedes tengan. Nosotros somos los principales interesados en hacer público ese conocimiento, en divulgarlo, multiplicarlo y compartirlo. Ponemos a disposición nuestra finca y nuestra propuesta pedagógica.

Para terminar, no me queda más que animarlos para que consideren la agricultura ecológica como una alternativa al modelo que nos ofrece el neoliberalismo. Consideren que sí hay una agricultura alternativa al alcance de la mano, que hay un mercado aguardando y que esta propuesta se debe ligar a otras luchas de los campesinos como lo es la reforma agraria, porque no olvidemos que la concentración de la tierra es una de las principales causas de violencia en Colombia, a la cual hacía referencia Angelino4 (Garzón). Ahí se encuentra la oportunidad para generar empleos, velar por la soberanía alimentaria y la producción de alimentos de calidad, de alimentos sanos.

 

Autor: David Alba Páez  

NOTAS


1 Antropólogo e Investigador Social. Electo Director del Departamento para el Desarrollo Agroecológico de la UNAC.  

2 Bogotá 19.08.01

3 Durante la discusión del Plan Colombia en el Congreso norteamericano “las compañías de helicópteros, United Technologies, productora de los Black Hawk, y Bell Textron, productora de los Huey, llevaron a cabo una intensa campaña de cabildeo. El cabildeo llegó a tal punto que ofrecieron al personal de los congresistas la oportunidad de montar en los “Black Hawk”, en un corto viaje que sobrevolaría Washington. Además estas compañías entre 1997 y 1999 donaron US$ 1.25 millones a las campañas tanto (sic) demócratas como republicanas”. Ingrid Vaicius, “El Plan Colombia. El Debate en los Estados Unidos”. 

4 Angelino Garzón, Ministro de Trabajo y Seguridad Social de Colombia.

 

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