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Estados Unidos

 

Continúa el envenenamiento en los campos de California

Un estudio concluye que las leyes son leves y no se aplican con regularidad y eficacia

Las leyes sobre seguridad de los pesticidas usados en los campos de California no cumplen la misión de proteger a los trabajadores agrícolas, según un estudio que se dio a conocer ayer.

Por otra parte, el estudio reconoce que el envenenamiento de los campesinos a causa de los pesticidas ha disminuido en los últimos años.

Sin embargo, grupos laborales a cargo del informe Campos envenenados, entre ellos el Sindicato de Trabajadores Agrícolas (UFW) y la Red de Acción contra Pesticidas de Norte América (PANNA), aseguran que el descenso podría deberse a una gran cantidad de casos no reportados, debido más que nada, a cambios demográficos en la población agrícola y la falta de investigadores bilingües.

"Hay campesinos que no van al doctor, o no reportan estos casos a sus jefes [los agricultores], por miedo a perder sus empleos, o si son indocumentados, por miedo a ser deportados. Es algo que creemos es muy común y problemático", dijo Margaret Reeves, de la organización PANNA, a La Opinión.

El informe titulado Campos envenenados 2002 presentó un cuadro de incumplimiento de leyes relacionadas con la seguridad y el uso de pesticidas por envenenamiento. El análisis indica que las leyes de California fallan en proteger a alrededor de 700 mil trabajadores, de los cuales el 90% son inmigrantes.

"Miles de trabajadores exponen sus vidas y las de sus hijos todos los días", dijo Martha Argüello, coordinadora de programas de salud ambiental Médicos por la Responsabilidad Social, en una conferencia realizada ayer en Los Angeles. "El estado debe hacer un mejor trabajo para protegerlos".

Según el reporte, un promedio de 475 casos de envenenamiento se reportó en los campos de California entre los años de 1997 y 2000, frente a 665 casos entre 1991 y 1996.

Asimismo, más del 75% de los casos ocurrieron cuando los trabajadores fueron expuestos a la dispersión de pesticidas de campos vecinos donde fueron aplicados, al igual que a residuos de los mismos.

Varios requisitos y leyes de seguridad fueron violados en estos instantes, al no ponerse advertencias, notificaciones o multas, según dijo Reeves.

"La información básicamente nos dice que, aunque un mínimo número de campesinos no usó el equipo adecuado de seguridad, como guantes o máscaras, la mayoría sí lo hizo y, eso, no tiene excusa", recalcó Reeves.

Para realizar el estudio, el Departamento de Regulación de Pesticidas observó cientos de campos agrícolas con pesticidas en 20 condados del estado durante 1997 y 2002. Las investigaciones revelaron que los requisitos de seguridad y salud del trabajador fueron violados en un 30% de las inspecciones.

Los datos revelaron que en el año fiscal 2000-2001, las autoridades de condados impusieron multas en sólo el 20% de los casos de violaciones y la mayoría fueron de 400 dólares.

"No se registró ninguna multa en un 38% de las enfermedades que fueron reportadas", dijo Martha Guzmán especialista legislativa del UFW y autora del estudio. "En muchos casos donde se encontró una enfermedad a causa del uso de pesticida, no se multó a nadie... y cuando finalmente multaron a alguien la fianza fue bien baja. Eso no es un incentivo para prevenir que suceda otra vez".

El análisis también señala que más del 75% de los envenenamientos reportados ocurrieron cuando los trabajadores fueron expuestos a la dispersión de pesticidas de donde fueron aplicados o cuando los empleados fueron expuestos a residuos de los mismos.

El problema, según Guzmán, es que muchos latinos inmigrantes no reportan las violaciones "por miedo a ser deportados o intimidados por las autoridades".

Ese es el caso de Norma Tapia, quien trabajó 10 años pizcando fresas en los campos de California.

"Rociaban las sustancias químicas encima de nosotros y a veces nos decían que no nos afectaba", dijo. "Tenía vómitos, mareos, asco y molestias en la nariz".

Los datos revelaron que el mayor número de los casos se registraron en los condados de Tulare, Fresno, Monterrey y Kern. El reporte documentó que la mayoría de los envenenamientos estaban relacionados a pesticidas en uvas, tierra, naranjas y algodón.

"Las sustancias químicas a las que están expuestas los trabajadores incrementan el cáncer, defectos de nacimiento y daños neurológicos", dijo el doctor Kirk Murphy, profesor en la Universidad de California en Los Angeles (UCLA). "La gente que trabaja en los campos lleva las sustancias químicas en su ropa y se las pasa a su familia".

"Aunque hay leyes, no son lo suficientemente fuertes, o detalladas. Se necesitan reformas radicales, por ejemplo, en el tiempo de espera después de que un campo ha sido rosiado con pesticidas, para que el trabajador vuelva a entrar, y es indispensable dejar de usar ciertos pesticidas, considerados extremadamente tóxicos", dijo Reeves.

"El simple hecho de avisarles a los trabajadores que el campo está húmedo de pesticida es un ejemplo que se utiliza cuando respetan al trabajador", agregó Guzmán. "Pero eso no ocurre con frecuencia".

El reporte indica que 14 de los 20 principales pesticidas más comunes en los casos de envenenamiento reportados están en la lista de los más peligrosos en California.

 

Patricia González Portillo y Victoria Keith,
  Reporteras de La Opinión

Jueves, 19 de septiembre de 2002

 

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