AGROTOXICOS

 

Paraguay - PRENSA

 

Sobre el incendio en OFAT

 

“Arsenal químico no debió haber ingresado al país”

 

 

Gerardo Iglesias, Secretario Regional de la UITA, Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación y la Agricultura, con sede en Montevideo, está en el país para interiorizarse de la situación de las familias asentadas en el área de influencia del depósito de la OFAT, incendiado el 7 de julio pasado. En una entrevista, compara este desastre ecológico con lo acontecido en Rincon’í, Paraguari, en 1998 y advierte de las graves consecuencias que podría tener para la salud de la población expuesta. La UITA había denunciado ante organismos internacionales este hecho.

 

- ¿Cuál es el origen de estos desastres ecológicos originados cada cierto tiempo con los agrotóxicos?

 

- En primer lugar, ese volumen de semillas no tenía que haber ingresado al país. De las campañas algodoneras 1996/1997 y 1997/1998, sobraron 3.571.418 quilos de semillas tratadas con agrotóxicos, estamos hablando de 150 mil bolsas. La UITA en 1999 denunció ese caso como un claro testimonio de la incompetencia técnica y otras desprolijidades manifiestas en cada campaña algodonera. Frente a este hecho hay que preguntarse. ¿por qué se tenía ese arsenal químico en medio de una densa población? Y además, ¿por qué se adquieren más semillas y agrotóxicos de lo necesario?

 

- ¿Qué relación ve entre el incendio del depósito de la OFAT y lo acontecido en Rincon’í principalmente en cuanto a las consecuencias que podría tener?

 

- Estamos viendo en los vecinos de los barrios aledaños, los mismos síntomas que vimos en Rincon’í hace 5 años, cuando fueron arrojadas las 30 mil bolsas de semillas vencidas tratadas con agrotóxicos. Se trata de los mismos agrotóxicos que hoy están causando dificultades para respirar, irritación en los ojos, sequedad en la garganta, problemas estomacales, náuseas, que están denunciando los pobladores de la zona circundante al depósito de la OFAT. En Rincon’í luego de un año, el olor nauseabundo seguía en el ambiente y los habitantes de lugar continuaban registrando problemas serios en cuanto a su salud.

 

- Su organización denunció el hecho a nivel internacional. ¿Qué ocurrió realmente en aquella oportunidad?  

 

- Como se recordará, la transnacional Delta & Pine arrojó 30 mil bolsas de semillas vencidas tratadas con agrotóxicos. En agosto de 1997 se autorizó el ingreso al Paraguay de 84 mil bolsas de semillas de algodón de la citada transnacional, violando lo establecido en un informe técnico que recomendaba que se mantuviera en un 10% de la superficie sembrada el máximo autorizado para las semillas Delta & Pine. Sin embargo, se permitió lo suficiente para sembrar 170 mil hectáreas, equivalente al 82% de la totalidad de la superficie sembrada en aquella campaña 97/98. Los cálculos señalan que se trajeron 73 mil bolsas excedentarias.

 

- ¿Cuál es el propósito de su visita en esta ocasión?

 

- Yo me encuentro en el país para saber qué sucedió en el incendio de la OFAT, con el ánimo de ayudar a los damnificados.

 

- Su organización había denunciado ya el almacenamiento irregular de los productos químicos hace unos años.

 

- La UITA publicó en 1999 un libro sobre los hechos en Rincon’í, que se titula “Las semillas de la muerte”, escrita por el periodista uruguayo Carlos Amorín. En él, hablamos de las semillas y productos químicos que se encontraban en el depósito de la OFAT, y decíamos que no podían estar en medio de una población tan importante por el riesgo que representaban para la salud y el ambiente. Durante la administración de Wagner (Luis Alberto), en Agricultura se quiso incinerar esas semillas, lo cual también denunciamos porque no hay condiciones para ello.

 

- ¿Por qué consideró que no debían ser incineradas?

 

- Porque iban a producir gases tóxicos, dioxinas contaminantes perjudiciales para la salud. Aquí, a igual que en los países vecinos, no hay hornos con la capacidad para quemar esas semillas. En aquella ocasión se habló de que las semillas podían ser utilizadas como combustible. Otra aberración. Las semillas quedaron ahí y hoy nos encontramos con esta realidad.

 

 

MODELO AGRÍCOLA PRODUCE MUCHA BASURA

 

“Siempre se compran más semillas de las necesarias”

 

Gerardo Iglesias, Secretario Regional de la Unión Internacional de Trabajadores de la Alimentación y la Agricultura, que tiene 343 afiliadas en 115 países en el mundo, explicó que su organización desde hace varios años lucha contra la aplicación indiscriminada de agrotóxicos. Indicó que 3 millones de trabajadores rurales se intoxican cada año y mueren cerca de 220 mil. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), unos 750 mil productos y compuestos químicos son utilizados en la agricultura.

 

“Estamos preocupados por esta situación, y estamos ofreciendo alternativas para una agricultura diferente, de respeto a la naturaleza, a la gente que trabaja y al consumidor. En concreto, auspiciamos prácticas vinculadas a la agroecología”, señaló.

 

Criticó el modelo de producción agrícola, que  -según dijo- produce mucha basura, que siempre ha traído más semillas de lo que era necesario para las campañas algodoneras. “Es un modelo agrícola que ha sido adaptado a la industria química y que cada cierto tiempo nos da estos ejemplos aberrantes, terribles, donde son perjudicadas las personas humildes que nada tienen que ver con el proceso de producción algodonero”, indicó.

 

 

Noticias

Asunción, domingo 27 de julio de 2003

 

UITA - Secretaría Regional Latinoamericana - Montevideo - Uruguay

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