AGROTOXICOS

 

 

 México

Necesario, vigilar el uso correcto de los plaguicidas

 

 

De los 490 plaguicidas que se venden en México, 32 están estrictamente prohibidos en casi todas las naciones del mundo porque provocan severos daños a la salud, asegura la Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México (RAPAM) pero según el especialista universitario en toxicología, René Rosiles Martínez, todas las sustancias elaboradas para eliminar plantas, animales y enfermedades, son nocivas para el ser humano.

 

Estas sustancias, indica el jefe del departamento de toxicología de la Facultad de Medicina de la UNAM, presentan una, porque fueron diseñadas inicialmente para impedir que las plagas destruyeran los campos de cultivo intensivo, pero actualmente, son empleadas por campesinos que no cumplen con las recomendaciones con su uso, ni utilizan las dosis apropiadas, con lo cual pueden causar daños a la salud de los consumidores de hortalizas.

 

Advierte el investigador que en México las Secretarías de Salud y de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación no se han preocupado por crear un organismo que vigile el estricto manejo de estos productos, y sólo se limitaron a publicar en el Diario Oficial de la Federación la normatividad para la fabricación y uso de plaguicidas, insecticidas y herbicidas.

 

Puntualizó que 370 plaguicidas agrícolas, 70 para uso urbano y pecuario y 50 para los sectores doméstico, industrial y forestal se venden libres de restricciones en nuestro país, y a decir del investigador universitario, ninguno es 100 por ciento inocuo a la salud.

 

En el caso de los de uso doméstico, específicamente los insecticidas y raticidas, no deben aplicarse de manera constante y sin control, porque como permanecen por días en el ambiente y se adhieren a los muebles y paredes, afectan a las vías respiratorias y los sistemas digestivo y nervioso central de adultos y especialmente los niños.

 

En este sentido, recomienda la higiene y el control de desperdicios en los hogares para evitar que sea necesaria la aplicación de este tipo de sustancias, por lo que, subrayó, debemos prevenir antes que usar estos tóxicos.

 

En el caso de las que se aplican con fines agroindustriales, señaló que los campesinos, especialmente los que no tienen suficientes recursos para pagar capacitación, aplican de manera “negligente” los plaguicidas, pues no leen las restricciones y recomendaciones para su uso, contaminando así sus hortalizas.

 

También, señala, siguen consejos de personas improvisadas en el uso de pesticidas y los usan para terminar con plagas, insectos y animales que afectan las cosechas, cuando lo recomendable es consultar a los productores de los pesticidas para saber utilizarlos sin que provoque efectos a la salud.

 

Advirtió que los pesticidas, plaguicidas, insecticidas son químicos liposolubles, o sea, que se adhieren a la piel de las personas, los animales y a las plantas en cualquier exposición o contacto. También permanecen en el ambiente y se acumulan en el organismo humano, por ello es que su uso debe ser controlado.

 

En este sentido, comentó que después de la aplicación de estas substancias se recomiendan que no se use durante algún tiempo, para que se degrade el producto antes de una nueva cosecha, porque estos químicos son absorbidos por la planta y su toxicidad puede llegar al consumidor.

 

Según la RAPAM hay gran variedad de plaguicidas que están a disposición del consumidor que contiene clordano, DDT, Lindano, Paraquat, Paratión Metílico y Pentaclorofeno, que a pesar de estar regulado su uso en México están prohibidos en más de 49 naciones del mundo.

 

También están prohibidos el Alaclor, el Aldicarb, el Captaflor, el Dicoflor, el Forato, el Metamidofos, el Mevinfos, el Paraquat y el Quintoceno, entre otros.

 

Los expertos advierten hay mucha información sobre el control de plagas y conocerla puede evitar la aplicación de químicos como esos. Una de las opciones biológicamente más viables es introducir una especie de insectos que termina, de manera calculada, con aquellos que destruyen un cultivo.

 

Porque el riesgo de los plaguicidas es también que su efectividad puede matar a cualquier tipo de insectos, ya sea a los que amenazan el cultivo como a los que pueden contribuir a regular una plaga. Otro riesgo, es que los insectos pueden generar resistencia a los químicos y sean necesarios insecticidas más potentes y más dañinos a la salud.

 

 

Ligia O. Bazán

EL HERALDO (México)

24 de enero de 2002

 

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