Paraguay
Rincon'í exige justicia, a cinco años de la descarga de la
basura tóxica
Las semillas de la muerte |
El 28 de noviembre
de 1998, 600 familias residentes en la pequeña población
denominada Rincon'í (distante a 120 kilómetros de Asunción),
sufrieron la mayor tragedia ambiental en la historia del país,
causada por la transnacional Delta & Pine Inc. Esta firma
depositó a metros de una escuela y a cielo abierto, con el
consentimiento de las autoridades locales y nacionales, unas
660 toneladas de semillas vencidas de algodón tratadas con
peligrosos agrotóxicos. A consecuencia de ello, esa humilde
población campesina arrastra hasta hoy terribles secuelas
sanitarias y económicas. Por el miedo y las posibles
represalias sólo 139 familias se animaron a entablar una
demanda contra la Delta & Pine. Estas familias pretenden que
la transnacional estadounidense sea condenada, y exigen una
indemnización económica para mitigar la terrible miseria que
padecen y las enfermedades que las azotan desde que las
“semillas de la muerte” fueron depositadas en Rincon'í. |
Ana María
Segovia es la vocera de las 139 familias que lograron resistir el acoso
constante y la guerra psicológica de las autoridades locales. La lucha de
estas familias contra la poderosa filial de la empresa norteamericana
Delta & Pine Land Co. en Paraguay, entró en su quinto año.
Rincon'í,
la pequeña comunidad localizada en el departamento de Paraguarí, sobrevive
gracias a la producción hortícola y, en menor medida, a la ganadera. Pero
esto no les asegura una vida digna, ya que la mayoría de sus productos ni
siquiera pueden ser ubicados en los mercados locales, debido al terminante
rechazo de los comerciantes por adquirir hortalizas y carne contaminadas
por los agrotóxicos diseminados en el suelo y el ambiente. La falta de
comercialización de sus productos sume cada vez más en la miseria y el
desconsuelo a la población local. Y como si eso fuera poco, deben soportar
el abandono y desinterés de las autoridades nacionales y locales, quienes
hasta ahora no hicieron el mínimo esfuerzo de resarcirles por los daños
sufridos a causa de la gravísima contaminación que soportan hasta hoy.
Ana María,
en esta oportunidad, nos hace una recapitulación de todo lo acontecido y
habla sobre los pasos dados hasta el momento, en que se volvió a reactivar
la demanda judicial contra la empresa. La dirigente manifestó que esperan
que esta vez puedan reencausar el proceso y lograr que Delta & Pine
indemnice a todos las familias afectadas por la contaminación.
- ¿La
población sigue soportando consecuencias adversas desde que llegó Delta &
Pine y su tóxica basura?
- Sí,
seguimos soportando las consecuencias sanitarias y económicas a causa de
esa irresponsabilidad. De hecho las autoridades nacionales y locales no
reconocen que la gente de Rincon'í fue tremendamente perjudicada. La
población que vive en los alrededores del sitio en donde se depositaron
las semillas tóxicas, se mantenía antes de eso mediante la venta de los
productos agrícolas, pero luego los consumidores de la ciudad más cercana
Ybycuí, se negaron a seguir comprando los productos porque suponían, y
bien, que están contaminadas con los agrotóxicos que se impregnaron en la
tierra y en el ambiente.
En
Rincon'í sobrevivimos por la grandeza de Dios y mediante la caridad de la
comunidad. Muchas personas enfermaron y las que tuvieron la suerte de
permanecer sanas, ya no pueden conseguir trabajo debido a la persecución
que sufren por el sólo hecho de haberse involucrado en la demanda.
- ¿La
empresa tiene un local en Ybycuí?
- No, pero
el personal que estaba a cargo del traslado y descarga de la semilla, como
Nery Ríos, quien trabaja para la empresa norteamericana y Julio Chávez,
dueño del terreno en el cual se arrojó la basura tóxica, son de Ybycuí. En
ese entonces, la hermana de Chávez trabajaba como secretaría del
gobernador de Paraguarí, Julio César Fanego. O sea que todos estaban
confabulados.
- ¿Ahora
se reactivó el caso porque ustedes contrataron una nueva abogada? ¿Qué
esperan lograr?
- Queremos
continuar con la demanda. Existe ya una resolución de captura en contra de
Eric J. Lorenz, director en ese entonces de la empresa Delta & Pine
Paraguay Inc., porque ese señor nunca se presentó a declarar ante la
justicia paraguaya. Además, también existen otras dos órdenes de captura
contra las dos personas que colaboraron en forma más cercana con la
empresa, que son Nery Rivas y Julio Chávez, quienes están declarados
rebeldes y contumaz por la justicia y esperamos que salga una sentencia en
contra de ellos en poco tiempo más.
- ¿Qué
otros objetivos persiguen ustedes con la intervención de la justicia?
- Queremos
demostrar que la empresa Delta & Pine cometió el mayor perjuicio ambiental
en la historia del país, y en particular, en contra de Rincon'í con la
descarga de esas semillas contaminadas. Este perjuicio afectó a nuestra
comunidad y a toda la ciudadanía en general. Es una afrenta para nuestro
país. Además, exigimos que la empresa pague una indemnización económica a
todos los pobladores de Rincon'í.
- ¿Qué
monto le exigen a la empresa?
- Nosotros
no pedimos ningún monto específico. Es la empresa la que tiene que ofertar
y nosotros vamos a estudiar esa oferta. Tampoco vamos a aceptar que la
empresa negocie un monto de manera extrajudicial con la población. Creemos
que la empresa tiene que pagar porque hizo muchísimo daño, tanto a nivel
sanitario como a nivel moral. Es chocante ver cuando los habitantes de
Rincon'í van hasta la ciudad de Ybycuí y son mirados con desprecio o con
miedo, como si fuéramos portadores de un mal incurable o algo así. Eso
hace que la población de Rincon'í se sienta discriminada por un
acontecimiento del cual no tiene culpa alguna. Por otro lado, queremos que
se haga justicia, para que este hecho aberrante no quede impune. Somos
gente pobre, pero muy digna.
- ¿Qué
tipo de ayuda les presta la UITA?
- La UITA
estuvo desde un primer momento, y todavía acompaña y respalda nuestra
lucha. Si no hubiéramos contado con su apoyo, nosotros no podríamos haber
llegado hasta aquí. Todo hubiera quedado como la empresa Delta & Pine
pretende, es decir en el famoso y folklórico "Opa reí" (término en guaraní
que define un acontecimiento que termina en la nada). Por intermedio de
sus organizaciones afiliadas, contamos con una solidaridad económica que
nos permite llevar adelante el caso en la justicia y apoyar a las personas
que presentan mayores problemas. En este momento estamos ayudando a doña
Salustiana Rojas, que es una de las personas más afectadas, porque reside
a unos pocos metros del lugar donde fue depositada la basura tóxica, y su
único hijo, Catalino, está bastante enfermo desde que trabajó en la
descarga de las bolsas. Ahora, por las secuelas que le quedaron, no puede
trabajar siendo el único sostén que tiene su madre. Además, todos los
cultivos de doña Salustiana quedaron inservibles y no puede seguir
cultivando porque su terreno está totalmente contaminado.
- ¿No
podría implementarse un programa de traslado de la población, o por lo
menos de los más afectados, como el caso de doña Salustiana?
- Sí, pero
eso es imposible en las condiciones de pobreza en que vive la población. A
dónde podrían ir, con qué ayuda, apenas tenemos para sobrevivir. Si hasta
están consumiendo diariamente productos contaminados para poder vivir,
menos podemos pretender contar con el apoyo gubernamental para implementar
un programa de descontaminación o de tratamiento sanitario. Nadie tiene
forma de mudarse de ahí.
La mayoría
de las familias tienen hijos que se vieron obligados a trasladarse hasta
Asunción para trabajar y poder pasar una ayuda económica a sus padres.
- ¿Ustedes
no solicitarán en la demanda que se retire el resto de las semillas que
quedan depositadas aún en Rincon'í?
- Ya
pasaron cinco años desde el arrojo de las semillas en Rincon'í. Uno de los
agrotóxicos, un órganofosforado, pierde su poder de contaminación en diez
años. El efecto tóxico de las semillas ya está mezclado con la tierra,
debido al tiempo transcurrido, y aunque el retiro se haga ya quedará el
daño hecho.
Unos meses
después del depósito de las semillas, la empresa Delta & Pine quiso
retirarlas, pero aquellas que ya estaban mezcladas con la tierra la iban a
dejar. Ya no sirve de nada que ellos retiren las semillas en este momento,
porque el daño ya prevalecerá de todas maneras.
- Toda la
población seguirá sufriendo a causa de los efectos dañinos.
- Sí,
somos concientes de ese problema. De hecho, nada nos gustaría más que
tener una solución, pero para eso se necesita de muchos recursos. Además
no contamos con el apoyo de las instituciones gubernamentales. Hasta el
Ministerio de Salud negó que las semillas fueran tóxicas para la
población, lo que demuestra el nivel de desprotección en el que nos
encontramos en esta lucha, entonces, ¿a quién más podemos recurrir?
Pero, a
pesar de la desprotección en que nos desenvolvemos, continuaremos con
nuestra lucha, porque este hecho perjudicó de por vida a la comunidad de
Rincon'í, por lo que Delta & Pine debe pagar por el daño que causado.
- ¿Ustedes
están enterados del accidente ambiental que se produjo en las zonas de San
Felipe y San Vicente con el incendio de los depósitos de la OFAT
(1) en Asunción? ¿Darán algún tipo de
asesoramiento a los vecinos, teniendo en cuenta la experiencia de lucha
que tienen en casos ambientales?
- Por
supuesto. De hecho, también la UITA envió a su representante, Gerardo
Iglesias, quien unos días después del incendio visitó los barrios
afectados. Estuvimos ahí, dialogamos con los vecinos y con los miembros de
la comisión vecinal para brindarles algún tipo de asesoramiento en la
lucha que ellos están emprendiendo, en este caso, en contra del Gobierno
paraguayo. De hecho, la OFAT es una dependencia gubernamental, que sigue
funcionando en una zona muy poblada de la capital, a pesar del incendio
que produjo la diseminación de los agrotóxicos en el ambiente y que ahora
está afectando enormemente a la población de estos barrios. Nosotros
siempre estamos visitando estos barrios, hablando con la gente afectada,
por lo que estamos al tanto de cómo se están organizando y de la lucha que
llevarán adelante.
Rosalía Ciciolli
©
Rel-UITA
16 de
setiembre de 2003
(1)
Oficina Fiscalizadora de Algodón y Tabaco |