ZAMBIA rechazó
una oferta sudafricana de moler 600000 toneladas de maíz
genéticamente modificado para ser distribuido a su hambriento
pueblo.
El presidente
de Zambia, Levy Mwanawasa dijo en la Cumbre de la Comunidad para el
desarrollo del sur de África, realizada esta semana en Angola, al
presidente sudafricano Thabo Mbeki que su país había adoptado una
postura contra los cereales genéticamente modificados y que si bien
había mucha gente hambrienta en Zambia, “no se estaban muriendo de
hambre”.
La ONU estima
que cerca de 2,5 millones de personas de Zambia están en riesgo de
morirse de hambre y el Programa Mundial de la Alimentación alimenta
a 1,3 millones de personas en las regiones más golpeadas del país.
Si bien es
internacionalmente aceptado que el maíz genéticamente manipulado
molido no podría contaminar cultivos y es seguro para el consumo,
Mwanawasa manifestó que había enviado científicos a Estados Unidos,
Canadá y Sudáfrica para investigar los alimentos biotecnológicos y
por lo tanto no podía aceptar la oferta de Mbeki.
Las 600000
toneladas de maíz genéticamente manipulado almacenadas en el puerto
de Durban no están siendo distribuidas a un estimado de 13 millones
de personas en extrema necesidad de ayuda alimentaria porque
Zimbabwe, Mozambique, Malawi y Zambia se niegan a aceptarlas.
Si bien seis
millones de zimbabuenses necesitan ayuda alimentaria, el Ministro de
Tierra Joseph Made dijo al Sunday Times que en su país hay “déficit
de maíz” pero no hambre.
Además, la
oferta de Mbeki lo había avergonzado con las manifestaciones del
Presidente Robert Mugabe de que la región no estaba enterada de que
Sudáfrica estuviese usando alimentos genéticamente manipulados.
El presidente
de Botswana Festus Mogae respaldó a Mbeki y ofreció transportar el
maíz.
La cumbre de
la Comunidad para el desarrollo del sur de África aceptó la oferta
de moler los granos y otra donación de 100000 toneladas de maíz de
Sudáfrica pero decidió que los estados tienen la libertad de aceptar
o rechazar el cereal genéticamente modificado.
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