SINDICALESECUADOR: Conflicto Bananero

 

 

 

Ecuador

Plátanos con Sangre

SAN FRANCISCO, CA - El nombre Bonita le queda bien a esta fruta casi impecable expuesta en los anaqueles de Costco y de otras tiendas y supermercados de Estados Unidos. También es el nombre impreso en las etiquetas pegadas a millones de cachos amarillos.

La marca Bonita pertenece a Alfredo Noboa, el principal exportador de plátanos de Ecuador, quien envía más plátanos a Estados Unidos que a cualquier otro país. Pero bonita no es la palabra que usan cientos de trabajadores para describir su experiencia cultivando, cosechando y empacando esa fruta perfecta.

El pasado mes de abril, 1400 de esos trabajadores organizaron un sindicato en siete plantaciones de Noboa en la Hacienda Los Alamos. Pedían lo que en muchos casos es requerido legalmente a los empleadores. Las leyes ecuatorianas dicen que los trabajadores deben estar registrados en el sistema de salud nacional, pero en las plantaciones de plátanos, casi ninguno lo está. Pidieron aumento de sueldo -el promedio de sus sueldos es inferior al mínimo establecido por ley-. Y querían reconocimiento legal para su sindicato, un derecho reconocido en las leyes de Ecuador.

Casi ninguno de los 150000 trabajadores bananeros de Ecuador, la mayor fuerza laboral en esta industria en América Latina, está sindicalizado, y la reacción de la empresa fue inmediata. Unos 124 trabajadores fueron despedidos de inmediato. A otros de carácter temporal les fue comunicado que ya no había trabajo para ellos. Esfuerzos para negociar con la empresa no dieron resultados y después de que otros tres activistas sindicales fueran despedidos, los trabajadores iniciaron una huelga el 6 de mayo.

Nueve días después, en la noche del 15 de mayo, 400 hombres enmascarados y armados con rifles llegaron a una de las plantaciones en huelga en camiones de la empresa Noboa. Invadieron las casas de los huelguistas y robaron pertenencias de muchos de los trabajadores. Jan Nimmo, una observadora escocesa de BananaLink (una organización internacional que apoya a los trabajadores de la industria), describió lo que los huelguistas le contaron: "abrieron las puertas a culatazos, sacaron a los trabajadores de sus camas, arrastrándolos y golpeándolos. Los arrastraron semidesnudos... los llevaron en camiones a la oficina de la radio donde fueron obligados a colocarse boca abajo con las manos en la espalda. Fueron insultados y golpeados y les decían que los matarían y sus cuerpos arrojados al río".

Cuando los huelguistas quisieron resistir fueron baleados. A Mauro Romero, un trabajador de 26 años, le tuvieron que amputar una pierna como resultado de sus heridas. A la noche siguiente, estos hombres dispararon sobre los huelguistas otra vez, hiriendo a varios de ellos. Un fuerte contingente policial arribó al lugar recién al día siguiente, pero los huelguistas que vivían en las casas de la compañía ya habían sido desalojados y rompehuelgas ya habían sido contratados para reiniciar la producción.

El nombre Noboa significa poder en Ecuador. Alvaro Noboa es candidato presidencial en las elecciones para reemplazar al actual presidente, Gustavo Noboa -no existe parentesco entre ambos-. Según Nimmo, "un hombre se paseaba orgullosamente con una camiseta que decía 'Adelante, Adelante', eslogan de la campaña de Alvaro Noboa". Los trabajadores de la Hacienda Los Alamos afirman que se les exigió, bajo amenaza de despido, de registrarse en el partido político de su patrón, el PRIAN.

Xavier Monge, portavoz de Exportadora Bananera Noboa, dijo a los periodistas el pasado 1ro. de junio, que la empresa había reiniciado la cosecha de bananas en las plantaciones y que la huelga había terminado. Sin embargo, la Federación Nacional de Campesinos Libres de Ecuador, a la cual pertenece el sindicato formado por los huelguistas, afirma que la huelga se está extendiendo. En la Hacienda Julia de Noboa, 500 trabajadores se fueron a la huelga el 1ro. de abril. A fines de ese mes, trabajadores bananeros de la plantación Río Culebra, propiedad de una empresa danesa, también iniciaron una huelga.

Uno de cuatro plátanos cosechados en Ecuador es vendido en supermercados de Estados Unidos o a escuelas u otras instituciones, lo que hace de ese país el mayor proveedor para los consumidores norteamericanos. Noboa es el mayor productor, seguido por un consorcio llamado La Favorita, luego sigue la empresa norteamericana Chiquita (United Brands), Dole Farming Company y Del Monte. Juntas, estas empresas controlan el mercado mundial del plátano. En la última década, mudaron gran parte de su producción a Ecuador, país que es hoy el principal exportador mundial. Los siguientes cuatro son Colombia, Panamá, Guatemala y Costa Rica.

El mayor atractivo de Ecuador es la falta de sindicatos. Más del 90 por ciento de los trabajadores de Colombia y Panamá están sindicalizados, y 40 por ciento en Guatemala. Solamente Costa Rica, con el seis por ciento de los trabajadores bananeros sindicalizados se acerca al minúsculo uno por ciento de trabajadores ecuatorianos que están organizados (1650 personas).

El éxito de la huelga actual en Ecuador contribuirá más que a duplicar el número de trabajadores sindicalizados. También le quitará a los empleadores la ventaja del trabajo de bajo salarios. Además, los sindicatos desafiarán el actual sistema de trabajo por contrato, que casi no existe en otros países productores. O sea que mientras todos los trabajadores del plátano en diferentes países se beneficiarán si FENACLE gana la huelga, los productores buscan evitar dicho triunfo, no solamente Alvaro Noboa.

En esta huelga de Noboa, lo que más está en juego es el porvenir de los hijos de los huelguistas. De acuerdo a un reciente reporte de Human Rights Watch sobre trabajo infantil en las plantaciones bananeras de Ecuador, el salario promedio de un trabajador es de 5.44 dólares. Esto es 41 centavos por debajo del mínimo salarial establecido por la ley. El Ministerio del Trabajo dice que mantener a una familia requiere 288 dólares al mes, o 11.07 dólares por día en una semana de seis días laborables. El trabajo combinado de dos adultos por familia apenas cubre las necesidades básicas.

"Habitaciones de dos metros cuadrados con dos camas regulares donde duermen unas ocho personas es algo normal", dice Jan Nimmo. "No tienen colchones, los trabajadores deben improvisarlos con cartones de las cajas de bananas 'Bonita' al igual que los muebles".

En efecto, las familias necesitan el dinero que los niños pueden traer, apenas para sobrevivir. Un joven trabajador de 14 años les dijo a unos investigadores que "Tengo que trabajar. No tenemos dinero". La edad promedio en que los niños empiezan a trabajar es 11 años.

Las leyes ecuatorianas permiten a los niños entre 14 y 17 años trabajar con el permiso de los padres, y a los de 12 a 14 años se les requiere una autorización de la corte. Ninguno de los niños entrevistados tenía esa autorización.

Aunque la ley también prohibe emplear menores en trabajos peligrosos, el trabajo en las plantaciones bananeras los expone a pesticidas tan peligrosos que la agencia EPA (siglas en inglés de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos) los prohibió en Estados Unidos. Dos de estos, Diazinon y Chlorpyrifos, son rociados sobre los plásticos que los trabajadores usan para envolver los cachos de banana. La agencia EPA advierte que son particularmente peligrosos para los niños, aún en pequeñas dosis. Ambos son organofosfatos originalmente desarrollados como gases nerviosos durante la II Guerra Mundial.

Los trabajadores también afirman que se rocía con pesticidas con aviones cuando están trabajando en los campos. Uno de ellos, Diego Rosales, de 14 años de edad, declaró a Human Rights Watch, "cuando pasa el avión, continúas trabajando, cuando el líquido cae sobre ti lo sientes en la piel. Y continúas trabajando." Habitualmente, cuando los niños se sienten enfermos por los químicos, se van a sus casas y regresan al trabajo uno o dos días más tarde.

Sindicatos norteamericanos están protestando por el trato que reciben los huelguistas. La Hermandad Internacional de los Teamsters contactó en este sentido a la cadena de supermercados Costco, quien envió una carta a la empresa Noboa. Luego de que Liz O'Connor, representante del Centro Norteamericano de Solidaridad Laboral Internacional, diera a conocer la situación de los huelguistas después de una visita a las plantaciones, John Sweeney, presidente de la AFL-CIO (siglas en inglés de la Federación Americana del Trabajo-Congreso de Organizaciones Industriales) y Jim Spinosa, encargado del Sindicato Internacional Longshore and Warehouse, también enviaron cartas a Noboa. En mayo, los congresistas Jan Schakowsky y George Miller enviaron a sus asistentes a investigar la situación en la plantación Los Alamos y se reunieron con representantes de Noboa. Los huelguistas también recibieron apoyo del Sindicato Internacional de Trabajadores de la Comida y de la Federación Internacional de Transporte.

Sin embargo, la palabra final vendrá de los consumidores norteamericanos, quienes podrían tomar frente a Bonita la misma actitud de rechazo que tuvieron hace dos décadas con las uvas -por la misma razón-.

 

Autor:

David Bacon

Traducción al español de Eduardo Stanley

 

 

13-08-02

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