11 de
Septiembre:
Dos
Aniversarios,
Dos
Caras del Terrorismo |
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FRESNO, California
- El pasado 11 de
septiembre los medios de comunicación del país nos saturaron con imágenes
y reportajes sobre el primer aniversario de los ataques suicidas contra
las Torres Gemelas de Nueva York y el Pentágono.
Con eslógans como "América Bajo Ataque", "9/11: Recordamos" y otros, los
medios insistieron en mantener el interés público sobre estos ataques. En
lo que parecía más un concurso por ganar audiencia, estos medios ignoraron
otro aniversario no menos trágico: el 11 de septiembre de 1973 el General
Pinochet acabó con la democracia en Chile e instaló un régimen de terror
durante varios años en el cual más de 10,000 personas fueron secuestradas,
encarceladas, torturadas y asesinadas.
Claro que es comprensible que se le otorgue más importancia a los ataques
de Nueva York, porque vivimos en Estados Unidos y la memoria aún esta
fresca . Y también porque dichos ataques estuvieron a cargo de ciudadanos
extranjeros y ocurrieron dentro y contra objetivos norteamericanos. Por su
parte, el golpe de estado en Chile fue hace 29 años y a miles de millas de
distancia. Agreguemos un detalle: el General Pinochet estuvo apoyado por
Estados Unidos, y esto es precisamente lo que los medios de este país no
quieren recordar.
El ataque a las Torres Gemelas y al Pentágono tomó por sorpresa al
gobierno y muchos se preguntan por qué las agencias de espionaje (la CIA y
el FBI) no hicieron nada, a pesar de ciertos indicios de que algo
ocurriría y de los millones de dólares de sus presupuestos. Y cómo es
posible que el país más poderoso del planeta, con sofisticados sistemas de
satélites que permiten grabar miles de conversaciones telefónicas, tomar
detalladas fotos y rastrear casi cualquier movimiento, haya sido
sorprendido por un pequeño grupo desde adentro y sin armas.
La pregunta que muchos norteamericanos se hacen es "¿por qué nos odian
tanto?" La respuesta podría estar en el otro aniversario, el de Chile: la
política exterior norteamericana no genera precisamente admiradores. "¿Por
qué no pasan reportajes sobre las víctimas del terrorismo de estado
fomentado por Estados Unidos, como lo ocurrido en Guatemala, Chile,
Argentina ...?" Se pregunta el Dr. Manuel Figueroa, profesor y analista
político de la Universidad Estatal de Fresno. "El pueblo norteamericano es
generoso pero no tiene la información adecuada".
Si existiera mayor información posiblemente la reacción del pueblo
norteamericano sería distinta. Y precisamente lo que parece buscar la
actual administración Bush es evitar la libre expresión y el análisis.
Después del ataque del año pasado, poco a poco las libertades individuales
están siendo limitadas bajo la excusa de la guerra contra el terrorismo.
Tal es el caso de un profesor universitario de origen árabe en el estado
de Florida, quien fuera despedido por propiciar una discusión al respecto.
"El mensaje parece ser 'no hablen, no critiquen al gobierno o les pasará
lo mismo', parece que estamos regresando a los 50s, cuando cualquier
sospechoso de comunista perdía su trabajo y podía ser arrestado", dice el
Dr. Figueroa.
Detenciones sin cargos, sin abogados defensores y deportaciones son
algunas de las consecuencias de esta política que ciudadanos extranjeros
están padeciendo. "La situación para los inmigrantes está empeorando, el
Departamento de Justicia está actuando anticonstitucionalmente", dice
Mariana Bustamante, de la Fundación Unión de Libertades Civiles con base
en Oakland. "El clima político actual del país permite estos abusos, el
Congreso no tiene el valor para oponerse". John Ashcroft, Procurador de
Justicia del país parece estar haciendo todo menos procurar justicia,
aunque cuenta a su favor con el "Acta Patriótica", ley donde no se
especifica con claridad lo que se considera terrorismo y que puede ser
usada contra cualquier protesta, aún pacifista, o contra cualquier
individuo que al gobierno no le guste por sus ideas
"Estados Unidos busca consolidar su hegemonía mundial como poder
policial", dice el Dr. Figueroa. "Vivimos un período de transición y
cuando aparecen movimientos sociales amenazando la estabilidad de un
gobierno aliado a Washington, este interviene por la fuerza". Esta
hegemonía mundial requiere un frente interno unido y de apoyo. El gobierno
lo sabe y busca controlar la opinión pública con el apoyo de los medios de
comunicación para atacar ahora a Irak.
Según el escritor mexicano Carlos Fuentes, la Administración Bush quiere
lograr lo que describe como "estado de guerra permanente" y la lucha
contra el terrorismo es la excusa perfecta. Guerra externa e interna. En
este contexto no debe sorprender que surjan más enemigos de Estados
Unidos.
Al recordar y analizar también el "otro" aniversario, abriendo una
discusión sobre terrorismo de estado y democracia, sobre historia y
responsabilidad social, las posibilidades de un mundo mejor estaría más
cerca. Si esto hubiera ocurrido antes, quizá hoy no lamentaríamos la
muerte de tantos inocentes en las Torres Gemelas, tan inocentes como
muchos chilenos, guatemaltecos, argentinos... asesinados silenciosamente
por dictaduras "amigas".
Autor:
Eduardo Stanley
17 de setiembre de 2002
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