EE.UU. y el
nuevo orden mundial |
Es muy importante conocer a fondo
las tendencias que están guiando la actual política exterior americana.
Hace poco, en un seminario en
Washington, el subsecretario de Estado, Marc Grossman, afirmó que Colombia
ocupa un lugar prominente en la agenda actual de los Estados Unidos.
“Es una de mis cinco prioridades”, sostuvo. Todos sabemos que
Colombia es, después de Israel y Egipto, el tercer receptor mundial de
ayuda militar estadounidense.
Lo cual muestra la importancia de
conocer a fondo –tanto para los colombianos en general, como para nuestras
elites políticas y gubernamentales– las tendencias que están guiando la
actual política exterior americana. Para ello, es indispensable leer tres
discursos de Bush pronunciados luego del 11 de septiembre del 2001.
El primero, su discurso ante el
Congreso el 20 de septiembre del 2001, en el cual definió como eje de su
política exterior la lucha contra el terrorismo. El segundo, en la Escuela
Militar de West Point en mayo del 2002, en el cual explicó los alcances de
la nueva doctrina militar de la “guerra preventiva” frente a los Estados
que amenacen la seguridad de los Estados Unidos. Finalmente, la
intervención en Naciones Unidas en septiembre de 2002, en la cual Bush
retó a este organismo mundial sosteniendo que Estados Unidos estaba
dispuesto a actuar con el aval del Consejo de Seguridad o sin él para
defender su seguridad nacional.
¿Se encuentra este hondo viraje
fundamentado en una nueva visión del mundo? Esta es la pregunta de moda
entre los analistas. En las últimas semanas se habla de una supuesta
escuela neoconservadora que estaría orientando a los Estados Unidos: los
llamados “straussianos”. Estos serían el “eslabón perdido” que permitiría
explicar el tono cuasirreligioso y patriotero de Bush y las nuevas líneas
de la política exterior.
Leo Strauss, un olvidado profesor
de filosofía política que murió hace ya tres décadas (1973), sería la
fuente de inspiración. Strauss, proveniente de una familia judía ortodoxa
alemana, alumno de Martin Heidegger en la Universidad de Friburgo y colega
de los principales intelectuales europeos en el período de la preguerra (Benjamin,
Kojève, Gadamer), llegó a los Estados Unidos en 1938 escapando al nazismo.
Inicialmente, dictó clases en el
New School y más tarde, en la Universidad de Chicago. Sus principales
tesis son las siguientes: primero, sostiene que "para hacer el mundo
seguro para las democracias occidentales, es necesario democratizar a todo
el globo". Segundo, es necesario acabar con las democracias laicas a favor
de democracias ligadas a las confesiones religiosas para crear una
verdadera moral pública. Tercero, para cohesionar a la nación es necesario
exacerbar el patriotismo. Para lograrlo, los “straussianos” creen más en
la perpetua guerra que en la perpetua paz. Las democracias requieren un
enemigo real o ficticio para ser cohesionadas. Ayer era Moscú, hoy es el
terrorismo.
La “escuela straussiana” dominaría
ya el Departamento de Defensa. Paul Wolfowitz (subsecretario de Defensa),
Richard Perle (director del Defense Policy Board), Abram Shulsky (director
de la Oficina de Planes Especiales) y muchos otros, reclutados varios de
ellos en el ultraconservador centro de pensamiento American Enterprise
Institute. Dos líneas de acción tendrían, claramente, la impronta de esta
escuela: primero, la teoría de la "distensión escalonada", y, segundo, la
"doctrina del dominó democrático".
La primera significa que los
Estados Unidos deben aprovechar su superioridad militar para llevar a cabo
guerras localizadas, rápidas, tendientes a liquidar focos de amenaza. La
segunda significa que, si se logra democratizar a una nación en un
contexto hostil (Irak), es viable extender la democracia en toda la región
(Medio Oriente).
La cruzada ha comenzado en Irak y
Afganistán. ¿Existe la “escuela straussiana”? ¿O, se trata, más bien, de
una lectura conspirativa inspirada en Matrix, la película de moda?
Eduardo
Pizarro Leongómez
Profesor del
Instituto de Estudios Políticos y Relaciones
Internacionales de
la Universidad Nacional de Colombia
pizarroeduardo@aol.com
27 de mayo de 2003
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