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en sirviente"
(Sebastián Pinheiro)
- ¿Es posible un mundo sin transgénicos?
Sebastián: -No solamente es posible, sino necesario. El empleo de transgénicos, además de ser un mecanismo de sometimiento para los agricultores del planeta, implica cambios drásticos en las disciplinas alimenticias de los pueblos. Los transgénicos son un instrumento de dominación que busca eliminar al agricultor como nosotros lo conocemos en Uruguay, Brasil y en todo el mundo. Busca que el agricultor pase a ser un sirviente, que no sea más dueño de la tierra, ni de las semillas, que haya una concentración fantástica de la propiedad como está ocurriendo hoy en la Argentina. En ese país han sido expulsados más de 680 mil pequeños agricultores y 20 millones de hectáreas están en manos de 2000 empresas gigantescas. Para muchos argentinos es imposible comer como antes un entrecot, un bife de chorizo o milanesas, comen soja. En el segundo país productor de transgénicos en el mundo, hay diez millones de personas con hambre. Esto es la agricultura de los transgénicos.
- ¿Qué sucede en Brasil? Sebastián: - Los transgénicos están prohibidos en Brasil. No obstante, el contrabando auspiciado por las trasnacionales es tremendo. Ellas trajeron semillas para la frontera, estimularon el contrabando, vendieron las semillas y dieron gratis el herbicida. Fue así que, sin darse cuenta, los agricultores compraban la semilla y ganaban el herbicida dejando el costo de producción muy barato. Eso fue hecho en los últimos tres años contra los intereses nacionales. Nosotros tendremos que eliminar el foco de contaminación, aislarlo, hacer una ascepcia absoluta (de transgénicos), para poder continuar teniendo alimentos no transgénicos en el mercado mundial.
“Cambiar el Paradigma”
(Jorge Rulli)
Jorge: -El Grupo de Reflexión Rural (GRR), fue el primero en Argentina en levantar la bandera de la lucha contra los transgénicos, partiendo de una crítica al modelo agroexportador de comodities, es decir de granos sin valor agregado. Los transgénicos son la frutilla en un postre muy amargo, que tiene que ver con el despoblamiento del campo y con el colapso de hambre que nosotros anticipábamos hace mucho tiempo.
Un mundo libre de transgénicos es un mundo viable. La gente debe entender que la lucha contra los transgénicos, es una lucha por la supervivencia del hombre sobre la tierra. Si fracasamos, me refiero a los luchadores globales que están tratando de enfrentar las trasnacionales, la vida sobre la tierra no tendrá sentido ni posibilidades.
El cambio de paradigma, por otro que modifique esta forma -industrial, atroz- de extraer de la tierra frutos envenenados con agrotóxicos, que deje de lado esta tecnología diabólica de los transgénicos, es muy necesario. Debemos profundizar en el concepto y la acción que implica la soberanía alimentaria, como forma de revertir el destino aciago de la humanidad.
Autor Fabián Cardozo
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6-02-03
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