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Paulo Freire murió de una manera previsible:
le falló su corazón, porque fue tal vez el órgano que más usó en su
vida. La vida y obra de Paulo Freire son, fundamentalmente, un acto de
amor a la humanidad. Su estilo de plantear, su manera de formular, su
forma de dialogar estaban cargadas de una profunda pasión por la
humanidad. Su actividad intelectual tenía como eje fundamental,
una profunda búsqueda del pensar en la práctica con el ser humano, el
pensar en la práctica educativa con una visión fundamental de la praxis
humana.
En la vida y obra de Paulo Freire hay una
profunda pasión por la libertad humana, y al mismo tiempo, una rigurosa
y siempre renovada búsqueda de una pedagogía de la emancipación. En ese
sentido, podemos decir que la obra de Paulo Freire va más allá de sus
formulaciones, de sus escritos; está muy marcada por la singularidad de
su conducta, del ejemplo que él nos da. A mí me gustaría decir incluso,
que la profunda presencia de Paulo en muchos lugares está ligada a una
característica fundamental que marcó toda su vida y toda su obra, y es
su incesante búsqueda de la coherencia. Coherencia, que no es
dogmatismo, sino la búsqueda de renovación de su pensamiento a la luz de
los nuevos desafíos en los distintos tiempos históricos.
Intentando extraer algunos ejes temáticos de
su vida y su obra, yo opté por seleccionar siete de ellos, partiendo del
hecho de que siete es un número bíblico que representa a muchos, y
escogí siete porque no podía hablar de todos.
1. Tal vez Paulo Freire sea
más conocido por haber creado un método de alfabetización de jóvenes y
adultos, de gran multiplicación en muchos países. Pero la vida y la obra
de Paulo Freire fueron mucho más allá de la creación de un método de
alfabetización. Paulo fue un filósofo de la educación que consiguió
construir un cuerpo teórico y una pedagogía volcada a la práctica,
volcada a la acción transformadora. Decía Paulo: "la mejor
manera de pensar, es pensar en la práctica".
Su pedagogía siempre fue una pedagogía
posicional, una pedagogía que rechazó la idea de neutralidad. Nos
recordaba Paulo con mucha insistencia: "la neutralidad no es
posible en el arte educativo y en el acto educativo. Mi punto de vista
es, el de los excluidos, el de los condenados de la tierra".
2. Su pedagogía tiene que
ver con la idea de cambio, eso se expresó en el título mismo de sus
obras más completas, más amplias. A finales de los años 50 su primer
gran obra "Educación como práctica de la libertad". En los años
60, exiliado en Chile, escribió "La pedagogía del oprimido". En
el año 1992, haciendo una relectura de "La pedagogía del oprimido",
escribió "Pedagogía de la esperanza". Y su último escrito,
"Pedagogía de la autonomía". Libertad, visión de los oprimidos,
esperanza y autonomía, son ejes fundamentales en la obra de Paulo, con
un posicionamiento muy claro hacía el cambio y la transformación.
3. Paulo Freire propugnó
desde el momento en que construyó su método de alfabetización, que el
dominio de la palabra, el saber escribir, el saber leer, solamente
tienen sentido si se traduce en una mejor lectura del mundo, una mejor
lectura del contexto del hombre. Decía que en cierto sentido, la lectura
del mundo precede a la lectura de la palabra. Si examinamos su vida,
toda su obra, Paulo Freire siempre procuró renovar su lectura del mundo
y autocriticarse en varios momentos. Diría que en sus escritos más
recientes, Paulo Freire estaba expresando con mucha radicalidad -que él
siempre pedía que no se confundiera con sectarismo-, su indignación
frente a lo que él llamaba el cinismo de una ideología fatalista, que
propugna que la realidad es así mismo, que los excluidos tienen que
continuar existiendo, que la historia está en su fin. Paulo se
manifestaba profundamente indignado con la hegemonía de esa concepción
fatalista. El procuraba oponer a ello, la idea de la esperanza, de una
utopía transformadora y posible.
4. Su preocupación de
reafirmar su oposición a la ética del mercado que anula al
individuo, y propone la homogeneización de todo. Y a esa ética opone la
necesaria revalorización de los valores éticos del ser humano universal.
De ahí con mucho destaque aparece la idea de solidaridad, la idea de la
autonomía, la idea de la diversidad. Paulo insistía mucho en que una
construcción democrática, una práctica educativa democrática, tenía que
respetar profundamente la diversidad cultural, la existencia del otro,
el respeto a la diferencia; y enfatizaba sobre una actitud en la
construcción de esa ética del ser humano: la HUMILDAD. El decía:
"cuando hablo de humildad, no estoy hablando de humillación, estoy
hablando de una actitud fundamental de reconocer que en el otro hay
siempre una parte de verdad, mismo en el otro contra el cual nosotros
estamos luchando".
Hablaba, como consecuencia de esa actitud, de
una necesaria tolerancia, que no es resignación. Una tolerancia que
significa diálogo, que significa una actitud fundamental que estaba
presente en toda la práctica cotidiana de Paulo Freire: "la
actitud de escuchar, que está más allá de oír. Muchas veces nosotros
oímos muchas cosas, pero tenemos que tratar de escuchar lo que el otro
está queriéndonos decir, esto es una actitud fundamental", nos
dice.
Finalmente, él hablaba de la perseverancia.
Todo este proceso de construcción utópica, de construcción democrática,
exige una profunda perseverancia para transformar las dificultades en un
campo de posibilidades. Paulo decía: "la perseverancia hay que
colocarla antes de una actitud, en la paciente impaciencia de
transformar el mundo".
5. Una quinta característica
es el tema del diálogo y del conflicto, muy presentes en la vida de
Paulo Freire. Tanto el diálogo como el conflicto, él los propugnaba como
factores constitutivos de un proceso de construcción democrática.
En uno de los muchos espacios de convivencia
con él, fue cuando trabajamos juntos en la Alcaldía de San Pablo en la
gestión de la alcaldesa Luisa Erundina. Paulo fue el secretario
municipal de educación y siempre insistía, luego de haber enfrentado
situaciones difíciles, de que el conflicto era inherente a la
construcción de un proceso democrático. Que nuestra tarea fundamental
era lo que él denominaba "pedagogizar el mundo", tornar el conflicto en
un espacio de reconocimiento recíproco de confrontación, pero también de
negociación.
6. Una sexta característica
es la idea de que un proceso de construcción, de una ciudadanía activa,
de la construcción de un sujeto histórico, sólo puede hacerse con una
marcada intencionalidad educativa. Y ahí hay nuevamente una importante
formulación muy dialéctica de Paulo: "si es verdad que la
ciudadanía no se construye apenas con la educación, también es verdad
que sin ella no se construye la ciudadanía", solía decir. O
sea, él reconocía con mucha claridad los alcances y los límites de la
educación.
7. Una séptima
característica tiene que ver con la necesaria búsqueda de estimular en
toda la práctica educativa el gusto por la curiosidad. Paulo entendía la
curiosidad como el motor fundamental del proceso de construcción de
conocimiento. Un conocimiento que nunca está acabado, y que se construye
colectivamente. Esta idea fundamental está también muy marcada en el
título de su obra llamada "Pedagogía de la pregunta". Decía
Paulo que tal vez la manera más instigante de parte de un educador que
pretende generar un proceso de construcción colectiva de conocimiento,
es saber preguntar, es estimular el hábito de preguntar sobre la
realidad.
En la última entrevista que concedió Paulo
Freire a la TV Comunitaria de la Universidad Católica de San Pablo, se
le preguntó qué opinaba sobre la marcha que había realizado el
Movimiento de los Sin Tierra (MST). Paulo, con lucidez y al mismo tiempo
con mucha ternura, respondió: "yo sueño con un país y con una
América Latina donde se organicen muchas marchas: la de los sin tierra,
y también la de los que no pueden ir a la escuela y la marcha de los que
fueron a la escuela y fueron reprobados. La marcha de los discriminados,
la de los que intentaron amar y no pudieron. La marcha de los que
intentaron ser y no lo consiguieron".
Entonces homenajeando a Paulo Freire, propongo
que nosotros continuemos mirando en su centro y organizando la marcha de
aquellos que creen en la esperanza de transformar nuestro mundo. Muchas
gracias.
Autor:
Pedro Pontual
Presidente del Consejo de
Educación de
Adultos de América Latina (CEAAL)
7 de mayo de 2002
Notas 1- Conferencia brindada el 16 de mayo de 1997, en el Foro Taller en homenaje a Paulo Freire, organizado por la Comisión de Derechos Humanos y Políticas Sociales de la Junta Departamental de Montevideo, la Red de Poder Local de CEAAL y Rel-UITA. Pedro Pontual fue amigo personal, compañero de trabajo y alumno predilecto de Paulo Freire. |
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