Honduras
Con Andrés Pavón
Presidente del Comité para la Defensa de los Derechos Humanos en
Honduras (CODEH)
La resistencia alienta el optimismo
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- Como activista y promotor de los
derechos humanos, ¿qué sientes ante la guerra en Irak?
- Esta guerra demuestra que
quienes tienen el control del poder saben que las conquistas en materia de
derechos humanos a nivel internacional son un obstáculo. Por esa razón, no
lo piensan dos veces y anteponen su poder frente a la ley, frente a las
instituciones y, desde luego, asumiendo unilateralmente un papel
protagónico, porque por mucho que se intente hacer pensar que la “alianza”
está en lo justo, esa alianza es unilateral. Se siente mucha frustración.
La agresión a las Naciones Unidas
y al sistema jurídico internacional nos lleva a pensar que las normas e
instituciones democráticas en América Latina también pueden ser desafiadas
para la implementación estratégica de ese poder en la región. El imperio
desafió a la humanidad y ello, en alguna medida, puede provocar el interés
de los pequeños títeres locales por volver a imponer su lógica de terror y
someter a nuestros pueblos bajo doctrinas de seguridad a cambio del
paradigma de los derechos humanos. Sospecho que algunos pensarán que
pueden pasar por encima de la OEA y la Convención Americana de Derechos
Humanos.
- …máxime ahora cuando en la
región crecen la pobreza, el desempleo, el descontento generalizado y las
movilizaciones populares.
- Aunque aquí, como decía un
amigo, no se necesita una invasión, porque los que detentan el control del
poder ya nos tienen invadidos. En el caso de Honduras el 83% de la
población es pobre, es lógico entender que ello está generando mucha
preocupación al poder. Por esta razón se ha cambiado el paradigma de los
derechos humanos por el de la seguridad. ¿Por qué hay una base militar
estadounidense en Manta (Ecuador), con más de cinco mil militares? Bueno,
sucede que están preocupados, y prefieren contar con una estrategia de la
defensa, invertir ahora para no tener que invertir a futuro en un marco de
riesgo y costo mayores. Tenemos ya una base estadounidense en Palmerola,
Honduras, otra base en Comalapa, El Salvador, esto implica que somos
considerados objetivos militares. Toda esta situación es muy preocupante
en materia de derechos humanos.
- ¿Cuánta gente es pobre en
Honduras?
- Casi unos cinco millones de un
total de seis millones de habitantes que tiene el país. Pero además, según
la UNICEF, de ese 83% de población pobre el 53% vive en la indigencia.
Esta gente no llega a aproximarse a la economía del rebusque, es decir:
voy al mercado compro naranjas y luego las revendo en un semáforo por ahí
y consigo un ingreso. Nos estamos refiriendo a los que buscan en la basura
algún desperdicio para subalimentarse. Esto es preocupante desde el punto
de vista de los derechos humanos.
A esta situación hay que anexar
que es en estos barrios extremadamente pobres del sector urbano del país
donde se han ido generando focos de rebeldía, de jóvenes que se resisten a
todo, que aquí se les llama mareros. Se estima que en Honduras
hay más 130 mil jóvenes integrados a una banda o mara.
Según la Organización Panamericana
de la Salud, en una lista elaborada a partir de los índices de violencia
en cada país, Honduras ocupa el tercer lugar en América Latina luego de El
Salvador y Colombia. En 1999 se registraban 37 muertes violentas por cada
100 mil habitantes; entre el 2000 y 2001 se incrementó el número a 40. En
la actualidad, según datos estadísticos del Departamento Forense del
Ministerio Público, Honduras anda en las 62 muertes violentas por cada 100
mil habitantes. Un país está en una situación de riesgo -incluso con un
cierto impacto en su economía- cuando se producen más de 40 muertes
violentas por cada 100 mil habitantes.
Sí nosotros tuviéramos la misma
población que Colombia, tendríamos la misma cantidad de muertes violentas
que ese país.
A esta situación hay que sumarle
que el 60% de esos crímenes quedan impunes. Diría que la impunidad es uno
de los problemas fundamentales que afecta el derecho a la vida en
Honduras.
- Desde el CODEH, ¿cómo evalúan el
ALCA?
- El ALCA es el resultado de la
preocupación de quienes han logrado transnacionalizar el capital. Esa
preocupación los ha llevado a establecer una estrategia en la cual
nosotros no somos sujetos sino objetos. Es cierto que ante la resistencia
regional esa estrategia global ha tenido sus contratiempos. Los que
conducen esta estrategia tuvieron la habilidad de descomponer el todo en
partes, por eso hablan de un Plan Puebla Panamá, o de la iniciativa
andina, sin perder de vista el ALCA.
El ALCA es una especie de parto
desesperado del sistema ante su histórica agonía, y para nosotros en
América Latina debe ser una oportunidad para apuntar hacía otra dirección,
hacia la recuperación de un sentimiento latinoamericanista. De lo
contrario, nos veremos sometidos a un atropello criminal.
- ¿Eres optimista?
- El ALCA ha despertado mucha
resistencia, y esa resistencia contribuirá a llevar adelante nuestra justa
e histórica causa por una democracia efectiva, un Estado de derecho real y
una sociedad civil fuerte; así es posible sostener el optimismo.
Entrevista realizada
por:
Gerardo
Iglesias
©
Rel-UITA
3 de
abril de 2003 |