BRASIL

HARTMANN MAPOL

PRODUCIENDO ENFERMOS EN BRASIL  

Mi sufrimiento no es igual al tuyo, ¿entonces qué podemos tener

en común? Hay que hacer un esfuerzo por encontrar algo

en común. Podemos intentar compartirlo, pero eso requiere movilizar

recursos para llegar a comprender el sufrimiento ajeno:

¿cuál es tu sufrimiento? ¿qué dice la otra persona?

¿por qué cuando habla de sí misma me revela cosas sobre mí

que nunca antes había entendido? Todo el problema del

reconocimiento está en lo que hay de común entre dos personas.

La cuestión es ¿qué podemos compartir? ¿Cómo es posible una

visión común en un mundo de fieras?

Cristophe Dejours

 

  

Una transnacional danesa en

El  SUR

Sorocaba es una ciudad que tiene 500 mil habitantes aproximadamente y se encuentra a 90 Km. de São Paulo, Brasil. Su economía se basa en el sector industrial, lo cual se constata a través de un importante número de transnacionales instaladas allí. Entre ellas, destacamos una:

 

HARTMANN MAPOL

Esta transnacional de origen danés, se instaló en Sorocaba en los años 70. Llegó al Brasil a seis años del golpe militar, donde la acción sindical de clase era catalogada subversiva y las fábricas parecían cuarteles. Dedicada a la producción de envases para huevos y frutas, su mercado abarca el territorio brasileño y se extiende también a Paraguay, Argentina, Uruguay y Chile.

Sus trabajadoras/res  –en amplia mayoría- integran el Sindicato de Trabajadores de las Industrias del Papel, Cartón, Corcho y Cartulinas de Sorocaba y Región (STIP).

En abril de 1993, STIP inició una labor evaluativa sobre las condiciones de salud de las trabajadoras/res en 10 empresas de su zona de influencia. El resultado mostró que algunas cosas no estaban bien:

Las trabajadoras y trabajadores de empresas nacionales mencionaron ciertos problemas, pero las reclamaciones efectuadas por las trabajadoras/res de la transnacional HARTMANN MAPOL, se destacaban por su número y gravedad.

 

En función de esos resultados, STIP inició una serie de encuestas para entender mejor el problema. El resultado fue asustador:

Además de fabricar envases de cartón, HARTMANN MAPOL también producía lesiones en las trabajadoras/res, conocidas como Lesiones por Esfuerzo Repetitivo.

 

Las Lesiones por Esfuerzo Repetitivo

(LER)

Las LER, constituyen una dolencia originada en la realización de movimientos y esfuerzos repetitivos, intensos y permanentes. Estas lesiones son un fenómeno viejo conocido por la medicina, pero la magnitud epidemiológica de las LER es contemporánea.

Las zonas del cuerpo más afectadas suelen ser: el cuello, hombros, codos y manos, llegando en algunos casos a una situación de tal gravedad donde se pierde el tacto y la fuerza. Así, las personas afectadas experimentan como tareas cotidianas y sencillas, se transforman en imposibles o difíciles de realizar: cerrar un grifo, peinarse, alzar un niño, abrir un frasco, andar en bicicleta, etc.

Diferentes investigaciones realizadas en Brasil, indican que un altísimo porcentaje de los afectados son mujeres. Esto obedece a la evidente feminización del empleo en ciertos sectores de la industria alimentaria. 

“Generalmente hombres y mujeres no se encuentran en los mismos sectores de empleo y cuando lo están, no ocupan los mismos puestos y cuando los ocupan, no realizan las mismas tareas.

Los “guettos de empleo femenino”, implican condiciones de trabajo diferentes, que determinan exigencias y riesgos diferentes”.

(ISTAS, España)

 

El empleo femenino suele presentar:                            

De los casos de LER registrados en la HARTMANN MAPOL, un 80% son mujeres.  

El STIP y  sus acciones

En el intento de revertir la crítica situación en la HARTMANN MAPOL, el Sindicato, en coordinación con el Dr. Roberto Ruiz (1), realizó una serie de acciones desde el año 1993 las cuales a continuación se detallan:

-         1993 

Agosto:  se realiza la primera audiencia en el Ministerio de Trabajo.

-         1994

Durante este año se llevan a cabo varias audiencias en la Procuraduría del Ministerio de Trabajo.

 

-         1994

Mayo: STIP requiere sin éxito la mediación del consulado danés en Sao Paulo.

 

-         1994

Junio: HARTMANN MAPOL cede y a través de un acuerdo logrado en la justicia, se compromete a disminuir el ritmo de las máquinas.

 

-         1995 

STIP denuncia en el Consejo Regional de Medicina, al médico de la HARTMANN MAPOL, Dr. Antonio Carlos García, debido a la sistemática negativa de reconocer los casos de LER en la empresa.

 

-         1995

Octubre: finalmente HARTMANN MAPOL asume que hay muchas trabajadoras con LER, y propone un programa de prevención en su planta en Sorocaba.

 

-         1996

Mayo: HARTMANN MAPOL no realiza las modificaciones que fueran establecidas por la justicia. STIP, decide entonces, enviar a Dinamarca a su médico, Dr. Roberto Ruiz, con el objetivo de   denunciar la actitud y política de la empresa y lograr el apoyo de organizaciones locales. En ese momento STIP registra la existencia de 104 lesionados, de un total de 600 funcionarios (17% aproximadamente).

 

-         1997

1998: por problemas financieros STIP no logra continuar con su lucha. Desde ese momento, la HARTMANN MAPOL vuelve a incrementar el ritmo de trabajo y los casos de LER aumentan nuevamente.

 

-         1999 

Se reinician los trabajos del SITP en el sector salud.

 

-     2000

Marzo: el Consejo Regional de Medicina, sanciona al médico de la HARTMANN MAPOL, por falta ética y profesional.

 

 

Censura Pública 

El Consejo Regional de Medicina del Estado de São Paulo, en uso de las atribuciones conferidas por la Ley 3.268/57, censuró públicamente al médico Antonio Carlos Rodríguez Garcia, el 3 de enero del 2000. El edicto comunica que como médico laboral, este profesional no actuó con el máximo de celo que le era exigido, dejando de esclarecer a los trabajadores sobre las condiciones de trabajo que comportaban riesgos para la salud, dejando, también, de comunicar el hecho a los responsables y autoridades competentes, asimismo dejando de utilizar todos los medios disponibles de tratamiento a favor de los pacientes, practicando actos perjudiciales a ellos, que violan los artículos 2º, 12, 13, 29, 40, 57 y 118 del Código de Etica Médica”. Dr. Luis Fernando Carneiro, Director – 1er. Secretario y el Dr. Pedro Paulo Roque Monteleone, Presidente del Consejo, suscriben el edicto. El 10 de marzo, el diario “Jornal Cruceiro do Sul” de Sorocaba, publicó integrante la resolución del Consejo.

 

 

-         2001

Febrero: STIP contabiliza un total de 190 casos de LER en la HARTMANN MAPOL, mujeres en una amplia mayoría. Esto implica un incremento aproximado en un 100%, en relación a los casos registrados en 1996.

 

La lucha continúa

STIP, junto al Dr. Roberto Ruíz y algunas ONG, han iniciado un nuevo proyecto de trabajo, que intenta abordar las LER atendiendo las siguientes interrogantes e inquietudes:

1. ¿Cómo ofrecer un tratamiento de salud adecuado para las personas lesionadas?

2.   ¿Cómo presionar, qué acciones desarrollar para que la HARTMANN MAPOL, deje de atentar contra la salud de sus trabajadores?

Debemos señalar, en primer lugar, que como resultado de la prédica del Sindicato y su médico, a través de seminarios, conferencias y boletines informativos, hoy las trabajadoras/res saben del peligro que corren en las fábricas de Sorocaba y especialmente en la HARTMANN MAPOL.  Ello ha provocado que no lleguen como en el pasado, portadoras de LER con 4º grado (el más avanzado y donde muy poco se puede hacer). Hoy las trabajadoras buscan la ayuda profesional en el estado inicial de la enfermedad, lo que clínicamente correspondería a los grados 1 o 2, donde todavía es posible encontrar una mejoría.

No obstante, se tiene conciencia que hay mucho por mejorar e incorporar en el tratamiento de salud. En este sentido, se está trabajando en el diseño de un servicio de tratamiento integral que incluya:

·        Areas especializadas: medicina de trabajo, ortopedia, neurología, fisioterapia, sicología.

·        Recursos técnicos: acupuntura, dinámicas de dramatización grupal y autoestima.

·        Terapias alternativas: reiki y tai chi chuan, etc.

Vanda tenía apenas 26 años cuando entró en la empresa, llena de sueños, a pesar del magro salario. Trabajó duramente por casi 6 años, y luego comenzó a presentar dolores en los hombros y puños, que fueron empeorando progresivamente hasta llegar a ser insoportables.

Buscó el asesoramiento del médico contratado por la HARTMANN MAPOL, quien manifestó que ello se debía al hecho de lavar la ropa en el hogar y hacer otros esfuerzos físicos fuera del lugar de trabajo.

 

Fue sometida a 4 cirugías en su muñeca, sin embargo el dolor empeoraba.

Desesperada buscó la ayuda del servicio médico del Sindicato. Allí su caso fue diagnosticado, iniciando entonces un tratamiento específico como portado de LER.

 

Vanda relata que sus proyectos futuros fueron destruidos debido a la enfermedad, pero sin duda lo peor, fue deshacerse de su mayor sueño: tener hijos. Vanda ha decidido no tener hijos, pues mismo así disminuyendo el dolor, no tendría fuerzas para cuidar un bebé adecuadamente.

 

Vanda actualmente está incapacitada para trabajar y recibe una pequeña pensión de parte del Estado. Para calmar el dolor, Vanda toma 5 tipos diferentes de medicinas, un total de 10 comprimidos al día.

Su cuadro de depresión asociado al dolor crónico y a la falta de perspectivas

se agudiza, afectando su relacionamiento con su entorno familiar y social.

 

Otro caso consternador:  

María tenía poco más de 30 años cuando se enfermó en la HARTMANN MAPOL. Luego de saber que estaba enferma, fue despedida de la empresa.

 

STIP movilizó a su abogado, y luego de un largo proceso judicial, la justicia decidió que la transnacional danesa debía reintegrar María. Quedaba todavía por resolver la indemnización del tiempo en la que estuvo sin empleo, debido a la arbitrariedad de la empresa.  

Algunos meses después, a María se le diagnóstica cáncer de estómago. Padeciendo LER y cáncer, acosada por el dolor y el costo de su tratamiento, acepta como indemnización una pequeña suma ofrecida por la empresa.

 

María murió dejando sus hijos al cuidado de su esposo, quien también trabajo en la HARTMANN MAPOL y hoy padece de LER.

Tanta violencia, insensibilidad y soberbia manifiesta por parte de la HARTMANN MAPOL, hizo que se superara la desmovilización a la cual hacíamos referencia en los años 97 y 98, decidiéndose entonces enfrentar nuevamente a la empresa. Se sabe que no será una tarea fácil, pero hoy se cuenta con nuevos aliados como: el Movimiento para la Prevención y Defensa de los Derechos de los Trabajadores y de las LER (MOVILER); la Confederación de Trabajadores de la Alimentación y Afines (CNTA); médicos de la Universidad de Campinas; la Rel-UITA y un importante número de personalidades políticas y sociales de Sorocaba.

Nos choca sobre todo el cinismo de la HARTMANN MAPOL. Nos molesta enormemente los argumentos que esta transnacional presenta pretendiendo convencer que es una moderna empresa preocupada por sus trabajadores. En un artículo reciente publicado por el diario local (Jornal Cruzeiro do Sul, 05/02/01), su gerente industrial Aksel Hildur Hounsgaard, declaró que la empresa está invirtiendo millones de dólares para mejorar su proceso productivo atendiendo políticas de defensa del medio ambiente, suprimiendo la utilización del gas GLP (responsable de la destrucción de la capa de ozono) y la construcción de una estación de tratamiento de efluentes, con el objetivo de lograr el ISO 14000. STIP cuestiona si además de esa inversión, HARTMANN MAPOL también se preocupará por mejorar las condiciones y organización del trabajo dentro de la empresa, que tanto afecta la salud y calidad de vida de sus trabajadoras y trabajadores.   

Claro está que HARTMANN MAPOL podrá decir que ha realizado ésto y lo otro en beneficio de sus trabajadores, pero los argumentos y pruebas esgrimidas por STIP, cuentan con el aval de decenas de trabajadoras y trabajadores lesionados que durante todos estos años han procurado al Sindicato y a su médico.

El desprecio por la vida y el atropello a la dignidad humana por parte de la HARTMANN MAPOL, se demuestra una vez más en el siguiente hecho. Algunos de las trabajadoras/res portadores de LER que fueron despedidas/dos por la empresa, ingresaron sus casos en la justicia. En la pericia médica que generalmente el juez ordena, participa un médico en representación del demandante y otro por la empresa. En una ocasión el médico de la HARTMANN MAPOL le conectó un monitor cardíaco a uno de los lesionados y comenzó a efectuarle una serie de manipulaciones dolorosas en las zonas afectadas por LER. Ante las vehementes protestas del profesional que acompañaba al trabajador, el “médico” de la transnacional, manifestó que si el paciente estaba diciendo la verdad y realmente sentía dolor quedarían rastros comprobables en las alteraciones de la pulsación cardíaca. El Dr. Roberto Ruiz, médico del STIP, que acompañaba a las trabajadoras/res lesionados y despedidos por la HARTMANN MAPOL desde 1993, comenta sobre este episodio:

“En mi opinión, se trata de un hecho lamentable y deplorable.

El Consejo de Medicina Regional ya condenó al anterior médico de la HARTMANN MAPOL, pero parece que la empresa no aprende la lección. No contenta con causar tanto dolor y humillación, ahora esta transnacional también contrata profesionales que hacen gala de ciertos recursos que nada tienen que ver con la medicina y si con la tortura.”

 

Concluimos con las palabras de la compañera Clarice de Jesús, presidenta del STIP:

“Este manifiesto que narra nuestra lucha y nuestros padecimientos, pretende

provocar apoyos y solidaridad. Creemos que el pueblo y las organizaciones sociales danesas, deben tener un espíritu bien diferente al que impera en la transnacional HARTMANN MAPOL instalada en esta ciudad de Sorocaba. Creo

que entre todos podemos cambiar esta historia”

Por último, difundimos la siguiente dirección electrónica:  ler.rsi@uol.com.br que está a disposición para todas aquellas personas y organizaciones que quieran colaborar con sugerencias e ideas, la lucha contra la HARTMANN MAPOL y otras empresas que, amparadas en “la competitividad obliga...” “la competitividad no permite...”, parecen tener las manos libres para priorizar la producción ante todo y a toda costa, incluso en detrimento de las personas.

(1) El Dr. Roberto Ruiz, especialista en medicina laboral, es Coordinador del Departamento de Salud de Rel-UITA.

                                                                                                               STIP

Dr. Roberto Ruiz

Rel-UITA

16 de agosto de 2001

 

 

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