Cervezas
Heineken/Schörghuber/CCU
En
nuestra entrega anterior nos referíamos al interés que nuestra región
despierta en las grandes compañías cerveceras y los motivos del mismo. Lo cual
se ubica en el marco de un negocio que en los últimos años se ha caracterizado
por su enorme dinamismo, al punto que en los dos últimos años el mercado
cervecero mundial asistió a la mayor cantidad de acuerdos comerciales de toda
su historia, que significaron movimientos económicos por US$ 13.000 millones.
Pese
a ese volumen de negocios, todo indica que la tendencia continuará en el futuro
inmediato y los “reacomodos” dentro de la industria continuarán produciéndose.
Como veremos a continuación, los negocios pueden ocurrir en otros continentes
pero tener repercusiones en el nuestro.
La
holandesa Heineken (segunda compañía cervecera del mundo) y Bayerische
BrauHolding (BBH) propiedad del grupo alemán Schörghuber,
firmaron el 22.2.01 un joint venture
del cual surgió la firma BrauHolding
(con una participación de 49,9% y 50,1% respectivamente) destinada a potenciar
las operaciones en el mercado europeo. No obstante ello, la fusión ya tiene
repercusiones por nuestras tierras:
Compañía
Cervecerías Unidas
(CCU) el mayor productor de cerveza de Chile, con ventas por más de US$ 4,5 millones en el 2000, tiene
como principales accionistas a BBH y
a Quiñenco, responsable de los
negocios industriales del poderoso grupo local Luksic. Luego del joint
venture acordado entre las compañías europeas, Heineken ingresó indirectamente en el paquete accionario de CCU
a través de Inversiones y Rentas (IRSA)
sociedad que controla el 61,58% de CCU.
De ese porcentaje, 50% corresponde a Quiñenco
y el resto, que hasta ahora estaba en manos de BBH, pasó a BrauHolding
International. De esta forma, la nueva sociedad europea tendrá el control
indirecto de 30,79% de CCU, según
las estimaciones de algunos analistas, con la nueva operación Heineken
controlará 15,4% de la compañía chilena.
El
mapa accionario de CCU se vuelve complicado, pues en ella también participa la
estadounidense Anheuser-Busch, la
mayor compañía cervecera a escala mundial, con un 17%. Anheuser-Busch (propietaria de la marca Budweiser) había adquirido recientemente por US$ 224 millones el
7,5% que la Compañía de Petróleos de
Chile (Copec) tenía en CCU.
Volviendo
a Heineken, la misma posee 15% de Cervecería Chile, que ocupa el segundo lugar en el mercado de ese
país con un 10% del mismo. Por su parte, la actual división accionaria en CCU
lleva a pronosticar futuros cambios, pues la actual estructura la convierte en
un negocio difícil de administrar.
Las
primeras acciones de la guerra por el control de CCU
ya comenzaron. Guillermo Luksic,
presidente de CCU, manifestó el
rechazo de su representada Quiñenco
al ingreso indirecto de Heineken al
grupo que controla CCU. Luksic se encontraba en Miami
y hacia allí viajó Johannes Bauer,
encargado de los negocios de bebidas del grupo Schörghuber y de su conversación salieron declaraciones
contradictorias. Mientras Bauer
calificó de “favorable” su
encuentro con Luksic, este manifestó
que no se llegó a ningún acuerdo, pues la fusión de los grupos europeos
implica una violación al pacto de accionistas que Quiñenco
y Schörghuber tienen en CCU.
Todo lo cual indica que habrán futuras movidas en el tablero donde se mueven
los intereses de estos grandes grupos.
Tal
como lo indicábamos en nuestro informe anterior, CCU
cuenta con subsidiarias en Argentina
y Perú y al momento de redactar este
informe carecemos de noticias de cómo el joint venture europeo incidirá en
estas operaciones. Tampoco tenemos noticias de cómo quedarán luego de la fusión
los negocios de Heineken en la
argentina Quilmes (de la cual posee
15%) y sus operaciones en Bolivia, Paraguay
y Uruguay, así como la participación de la compañía holandesa en Cervejarias
Kaiser de Brasil.
Los
actuales cambios en la industria cervecera lleva a que nos encontremos con compañías,
como el caso de CCU, donde además de
los capitales locales existe la participación de tres grandes transnacionales
del sector. O el caso de la uruguaya Salus,
cuyo capital accionario se reparte entre la brasileña AmBev, la francesa Danone
y la argentina Quilmes. Tal situación
demuestra plenamente que los antiguos sindicatos de empresa ya no tienen razón
de ser, debiendo transformarse en sindicatos de industria. Pese a algunos
avances en ese sentido, esta es todavía una materia pendiente para el
movimiento sindical de muchos países de nuestra región.
Portugueses
de ida y vuelta
Un
raro movimiento está a punto de emprender el grupo cervecero portugués Cintra:
luego de tres años de haber desembarcado en Brasil, en los próximos meses aumentará sus inversiones en cerveza
en Portugal enriquecido con tecnología
adquirida en aquel país.
El
grupo Cintra, fundado en 1963 y con sede en Lisboa, cuenta con 600 operarios en Portugal para un total de ventas de US$ 600 millones anuales, su
principal negocio es el agua mineral y otras actividades antes que la cerveza.
Llegó
a Brasil en 1997, cuenta con fábricas
en Mogi-Mirim (interior de São
Paulo) y Piraí y una fábrica en
construcción en Río de Janeiro que
espera inaugurar el próximo agosto. Con la inauguración de la fábrica de Río el grupo producirá en Brasil
450 millones de litros al año entre cervezas y refrescos. Sus ventas actuales
llegan a US$ 50 millones, capta cerca del 2% del mercado y ocupa 220 operarios.
El 8% de su producción es exportada a Paraguay,
Bolivia, Argentina, Uruguay, Venezuela,
EE.UU., Angola y Portugal.
La
cerveza Cintra producida en Brasil
llega actualmente a Portugal en latas
que lucen los colores de la bandera portuguesa y la aceptación que ha tenido
llevó al grupo a pensar en el consumo de cerveza per cápita de los
portugueses: 65 litros al año, frente a los 55 litros que consumen los brasileños.
Está pronta para ser inaugurada una nueva cervecería en Santarém
(70 kilómetros de Lisboa) pero Cintra guarda celosamente el nombre de la marca de cerveza que
producirá.
Isenbeck
mira a Brasil
La
subsidiaria argentina de la alemana Isenbeck
comenzará a exportar cerveza para Brasil
desde su fábrica de Zárate, en la
provincia de Buenos Aires y en 2002
pretende desembarcar en Chile.
Isenbeck,
controlada por la también alemana Warsteiner, destinará 5% de lo que produce en Argentina para abastecer los principales hoteles y restaurantes de São
Paulo y Rio de Janeiro. Según voceros de la compañía, la meta es dominar
en cinco años el segmento de cerveza premium
brasileño (que cubre al sector de mayor poder adquisitivo) y representa 3% del
total de las ventas de cerveza. Isenbeck
ya está presente en Brasil pero con
cerveza importada directamente de Alemania.
Para
atender la nueva apertura de mercados, Isenbeck
está ampliando su cervecería de Zárate.
La compañía llegó a Argentina en
1995 y luego de cinco años sus ventas llegaban a US$ 50 millones. Al poco
tiempo de comenzar sus operaciones en Argentina
la UITA y su afiliada que representa
a los trabajadores cerveceros de Alemania,
debieron intervenir frente a la compañía debido a su pretensión de desconocer
el convenio colectivo de la Federación
de Obreros Cerveceros de la República Argentina.
Coca
-
Cola
Bien
en América Latina
A
principios del pasado febrero Coca-Cola
anunció un aumento de 6% en sus ventas en América
Latina durante el año 2000 con respecto al año anterior, mientras a escala
mundial el crecimiento fue de 4%.
Las
ventas en México y el Caribe
crecieron 8%, 7% en Brasil y en Argentina
y Chile 1%. La región donde más crecieron las ventas fue Asia,
con 8%.
Fusión
de gigantes
Coca-Cola
y
Procter & Gamble (P&G)
anunciaron el 21 de febrero su unión para formar una compañía de jugos y
aperitivos (snacks) que esperan deberá generar ventas anuales por cerca de US$
4.000 millones. La nueva compañía (que todavía carece de nombre) reunirá
unas 40 marcas, incluyendo Minute Maid
de Coca-Cola y las papas fritas Pringles
y la bebida con sabor a naranja Sunny
Deligth, ambas de P&G. Con
50% de las acciones cada una, la nueva empresa de Coca
y P&G contará con 6.000
empleados y 15 centros de fabricación.
El
nuevo emprendimiento es un desafío para Pepsi
que domina en jugos y snacks y adquirió recientemente el grupo Quaker,
propietaria de marcas como Gatorade,
por el cual tenía también interés Coca-Cola.
Casi
simultáneamente, Coca-Cola anunció su alianza con Walt Disney en el mercado de bebidas para niños. Inicialmente los
jugos Minute Maid serán
comercializados bajo la rama de Disney
y los envases lucirán personajes como el ratón Mickey.
Douglas
Daft, el jefe
ejecutivo de Coca, anunció que planea
llegar a los consumidores en todas las etapas de sus vidas (?) lanzando por
ejemplo el agua embotellada Dasani
para llegar a las personas entre 20 y 30 años.
Hay
un evidente intento de la compañía de ingresar en una línea de productos
sanos destinada a los consumidores muy jóvenes. Entendemos que es dentro de
esa estrategia que a fines del pasado enero en la sede de Coca-Cola en Atlanta fue
anunciada una sociedad con Nestlé
para actuar en el segmento de bebidas, los detalles del acuerdo todavía no
fueron revelados. □
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Rel-UITA
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