Nicolás
Estévez (Colacho)
La
precarización del empleo es una cosa que asusta.
Alrededor de un 70% de la mano de obra que gira en torno a la agroindustria en Bella Unión, está desocupada o subocupada.
La
situación de crisis de la industria azucarera (Uruguay), comienza en el año
1992 con los tratados del Mercosur y la disminución de los aranceles que protegían
nuestro sector. Esa situación provoca la pérdida de un tercio de la superficie
plantada con caña de azúcar. En tres, cuatro años aproximadamente, se pierden
cerca de 600 mil jornales estables.
La
industria azucarera o mejor dicho, la agroindustria azucarera (porque hablamos
de un proceso que comienza en el agro y termina en el sector industrial),
ocupaba trabajadores en forma permanente, lo cual no es común en las tareas
rurales de nuestro campo caracterizadas por la zafralidad. Se había logrado
entonces, una cantidad de puestos de trabajo estables que daban otra característica
a Bella Unión y a esos trabajadores.
A
partir de los acuerdos del Mercosur, la rebaja de aranceles y de ese ajuste
productivo que se introduce en la zona, se genera un proceso de desocupación y
de precarización del empleo que no ha parado hasta hoy. Si bien pudimos pensar
hace algunos años que la situación había llegado a su fondo, desgraciadamente
hemos seguido cayendo. La devaluación de la moneda en Brasil, significó por
ejemplo para Greenfrozen (congelados), una drástica disminución de puestos de
trabajo, y de aproximadamente 900 hectáreas de plantío destinadas a esa
industria, se pasó a menos de
400 en este año.
Nosotros
calculamos que alrededor de un 70% de la mano de obra que gira entorno a la
agroindustria de Bella Unión, está desocupada o subocupada. Pero, cuando
llegue el mes de enero -cuando se
detienen una cantidad de tareas- la desocupación se incrementará.
Hoy
estamos nuevamente en Montevideo, junto a otras organizaciones de Bella Unión
defendiendo fuentes de trabajo. Yo contaba, que hace 38 años, nuestro Sindicato
realizó su primera marcha a Montevideo reclamando, como consigna principal, las
ocho horas de trabajo para los peones rurales. Para los trabajadores de la caña
se consiguió a través de un convenio, pero los peones de estancia siguen
teniendo hasta hoy un horario indefinido. 36 años atrás, nuestro Sindicato
también inició una lucha por la expropiación de tierras para generar puestos
de trabajo. En ese tiempo la zafra azucarera duraba entre 2 y 3 meses y el
trabajador luego de la zafra azucarera, se trasladaba al sur para la zafra de
frutas o la papa; después volvía hacia el norte para la zafra de la remolacha
en Paysandú; luego se iba al Brasil para la cosecha de arroz y se completaba el
ciclo con una nueva zafra de caña. La rotación de los trabajadores zafreros de
nuestro agro, era una situación bastante normal. Lo que planteaba UTAA (Unión
de Trabajadores Azucareros de Artigas) en ese entonces, era la expropiación de
tierras para la creación de cooperativas que permitieran un empleo estable y el
afincamiento de los trabajadores y su familia en la zona. 36 años más tarde,
nuevamente volvemos a Montevideo a reclamar por fuentes de trabajo. La
diferencia, es que en aquellos años, sólo el sindicato de UTAA era quien
reclamaba fuentes de trabajo. Hoy es toda la sociedad de Bella Unión la que
reclama fuentes de trabajo: son todos los sindicatos; los comerciantes; los
productores y son los mismos industriales. Esto marca el terrible deterioro
social y productivo que padece nuestro país, situación que en nuestra región
golpea durisimamente.
Entonces,
estamos viviendo una situación francamente grave. El quiebre de la industria
azucarera en un efecto dominó va a barrer con todos los sectores productivos
dependientes de esta agroindustria y ello va a repercutir en el conjunto de la
sociedad. Objetivamente, estamos en riesgo de desaparecer.
Los
trabajadores estamos reclamando discutir con todas las fuerzas sociales, un plan
de desarrollo para Bella Unión. Un plan de desarrollo, no en términos de un
periodo político, sino de 20 - 30 años, donde entre todos definamos en qué
sociedad queremos vivir. Pero eso lo vamos a conseguir juntándonos, sumando
esfuerzos, luchando, presionando, resistiendo a políticas que evidentemente están
trayendo mucha pobreza. La precarización general del empleo es una cosa que
asusta. Hoy la mayoría de las “changas”[1]
que se realizan en Bella Unión, se hacen en negro. El “peludo”[2]
dice: “peludo no se jubila”.
Es cierto no se va a jubilar nunca, porque hay años y años de
trabajo que no figuran en ningún registro.
¿Por qué nos hemos movilizado junto a productores y demás? Creemos, como Sindicato, que solamente la movilización popular puede sensibilizar a quienes deciden sobre la economía y la política de este país. Nosotros confiamos que es la movilización, que es la lucha, que es la unión, el juntar y sumar fuerzas, que podrán revertir esta situación y permitirán encontrar caminos para salir la sociedad en su conjunto en forma armónica.
Nicolás
Estévez, dirigente de la Unión de Trabajadores Azucareros de Artigas (UTAA). Conferencia
brindada en el Paraninfo de la Universidad Montevideo,
19 de diciembre 2000 Desgrabación y armado: Wilson Marx y Gerardo Iglesias |
[1] Trabajo ocasional.
[2] Se identifica de esta manera al trabajador rural del noroeste del país, vinculado a la caña de azúcar.
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