29/08/01

VIII Congreso de la Confederación Agraria del Perú

Unidad y Pluralismo 

En un contexto local de gran expectativas por un flamante proceso político y social de recuperación de las libertades y los derechos públicos después de una década de dictadura, los pequeños y medianos agricultores del Perú definieron sus objetivos y reclamos empezando por lo básico: la unidad en el pluralismo.

 

La Confederación Nacional Agraria del Perú (CNA) celebró a principio de agosto en Lima su VIII Congreso, con la asistencia de 14 federaciones campesinas y agrarias de todo el país. Durante dos días –8 y 9 de agosto– se escucharon exposiciones del nuevo Ministro de Agricultura, Alvaro Quijandría, de congresistas como Michel Martínez y Paulina Arpasi, dos parlamentarios que reivindican su origen indígena, de representantes de diversas organizaciones sindicales urbanas y de otros gremios de productores agrícolas. También intervinieron animadores de importantes ONG como Luis Gomero, de la Red de Acción en Alternativas al uso de Agroquímicos (RAAA), o el antropólogo Alejandro Laos, de la asociación Servicios Educativos Rurales (SER).

 

El Ministro Quijandría, en la que fue su primera intervención pública como secretario de Estado, afirmó en el Congreso de la CNA que él mismo es un mediano productor con 20 hectáreas de frutales,[1] y que tenía aún muy frescas en su memoria las necesidades y reivindicaciones de los campesinos. Se comprometió, por ejemplo, a trabajar para que se funde un banco agrario que atienda exclusivamente a los productores con un criterio social, que desarrollará hasta el máximo posible la protección a la producción nacional, que apoyará todas las medidas que apunten a sacar a los productores de su postración actual, particularmente un autogravamen que permita que el campesino rescate directamente impuestos sin pasar por las estructuras del Estado y que practicará una política de concertación con los productores. A los gremios, les pidió que fortalezcan su institucionalidad, diezmada por tantos años de autoritarismo y terror. "Como ministro de ustedes –dijo Quijandría– necesito más organización, más fuerza gremial y más unidad", finalizó.

 

Los congresistas mencionados hicieron referencia a la importancia del componente indígena en la estructura del campesinado peruano, históricamente relegados de los cargos nacionales de representación y decisión. Paulina Arpasi, por su parte, destacó el papel jugado por la mujer campesina indígena en el proceso de resistencia y derrocamiento de la dictadura fujimorista. "Estoy orgullosa –dijo– de ser la primera mujer indígena en llegar al Congreso Nacional, y más aún por haberlo hecho con el voto popular. Se me ha asignado la responsabilidad de presidir la Comisión de Asuntos Indígenas del Congreso, y he venido a decirles a ustedes, campesinos, que los asuntos indígenas y los de los productores rurales tienen muchos puntos de contacto. Y a ustedes, mujeres indígenas y campesinas, que tienen en mí a una igual."

 

Luis Gomero, de RAAA, cuestionó el modelo productivo dominante al que acusó de ser una de las principales razones de la bancarrota del agro peruano y de América Latina. Condenó el uso masivo de agrotóxicos, a los que responsabilizó de generar hambre, enfermedad y contaminación, a cambio de una mayor productividad que no genera beneficios para el agricultor. Resaltó las experiencias que ya existen en Perú sobre producción ecológica de vegetales y animales, así como la abundante disponibilidad en el país de técnicos que pueden proporcionar un asesoramiento eficaz y rápido acerca de esos temas, que serán vitales para el futuro de los campesinos del Perú.

 

Durante su intervención, Alejandro Laos, del SER, enfatizó en la importancia creciente que adquieren los títulos de propiedad para las comunidades campesinas peruanas. En momentos en los cuales los apetitos de las industrias extractivas internacionales y de las que se dedican al pillaje de biodiversidad se expresan con fuerza en el Perú, muchas comunidades campesinas aún no han regularizado sus títulos de propiedad lo que las coloca en una situación de tremenda debilidad ante estos gigantes de los negocios planetarios. Asimismo, hizo un llamado a la conciencia de los comuneros y exhortó a que se abandonen las disputas internas por pequeñas diferencias y se le dé prioridad al trabajo global de asentar la propiedad de las comunidades.

 

También hubo informes de las diversas federaciones presentes y se trabajó una tarde entera en régimen de talleres sobre varios temas. Al cabo de los dos días de deliberaciones y reflexión, se conformó una lista de consenso que fue aprobada por la unanimidad de las federaciones presentes en el evento. Dos aspectos deben ser resaltados de este ejemplar proceso de síntesis colectiva: que se logró reforzar la unidad interna de la Confederación después de haber sufrido el ataque de elementos intolerantes y autoritarios del cual se dio cuenta oportunamente, y que por primera vez en la historia de la CNA habrá presencia de mujeres en la directiva, como expresión concreta de la voluntad de los participantes de promover la integración creciente de la mujer a los espacios de decisión.

 

La nueva directiva cuyo período de representación expira en 2004 quedó conformada por:

 

Secretarías:

 

En el marco del Congreso de la CNA, Rel-UITA, representada por Fausto Godofredo León y Carlos Amorín, efectuó un trabajo de investigación y recolección de información referida al sector, así como múltiples contactos con organizaciones sociales locales con el fin de poner próximamente a disposición de todos los afiliados y de las organizaciones amigas, un informe especial sobre la situación de la agricultura en Perú. Este informe estará basado en los datos estadísticos existentes y en testimonios de los diversos actores del sector, desde las mujeres rurales, los propios productores, congresistas, ONG y dirigentes gremiales.

 

 

© Rel-UITA

 

 

[1] En Perú la enorme mayoría de las propiedades agrícolas no supera las tres hectáreas.

 

 

 

 

 

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