TODA LA CERVEZA PARA UNO SOLO

Norteña cesó la producción,

los trabajadores impulsan reapertura

 

La inexistencia de leyes antimonopólicas en Uruguay permitió a la transnacional AmBev -que controla el 100 por ciento del mercado local- discontinuar la producción de cerveza Norteña, el 28 de febrero último, y cerrar el sector cervecero en la planta de la ciudad de Paysandú, situada a 400 kilómetros de la capital. La fábrica ocupa a unos 200 trabajadores, quienes esperan que el Parlamento uruguayo vote una ley antimonopólica antes del 27 de marzo próximo, fecha en que vence el plazo previsto por el convenio obrero-patronal vigente en la industria para que empresa y trabajadores negocien una solución al conflicto planteado tras una reestructura que supone la pérdida de 95 puestos de trabajo. La aprobación de la ley podría determinar que AmBev se desprendiera de la marca Norteña, con lo cual se abriría la posibilidad de que otros inversores o los propios trabajadores intentaran continuar produciendo la popular bebida sanducera.

Está previsto que en los próximos días se reúnan los legisladores de la Comisión Especial para la Libertad de Comercio, que tuvo a su cargo la elaboración del proyecto, para aprobarlo y enviarlo al pleno de la Cámara de Representantes. La iniciativa cuenta con el respaldo de todos los partidos políticos y a la Comisión sólo resta escuchar la opinión del Ministro de Industria, Energía y Minería, doctor Pedro Bordaberry, quien formuló algunos reparos al articulado. Según el Secretario de Estado el texto pone el énfasis en la libertad del consumidor más que en la libre competencia, pero estimó que es necesario legislar al respecto, porque así como hoy se cierra una fábrica uruguaya por una decisión tomada en el exterior, mañana el país podría quedar sin industria cervecera de un plumazo, sin que los poderes públicos puedan acogerse a una medida amparada por la legislación vigente para contrarrestar los efectos perjudiciales de decisiones tomadas fuera del país. “Que haya competencia no significa que exista una libertad irrestricta para que venga cualquiera y deprede el mercado”, subrayó. Además, la competencia desleal está prohibida por el Acuerdo de Madrid, norma vigente en el país y sobre la cual la Suprema Corte de Justicia ya se ha expedido “en más de una oportunidad”.

El proyecto -que se elaboró en base a una iniciativa sobre la libertad de comercio por parte de Cambadu, organización que nuclea a almaceneros, baristas y comercios afines- recoge algunas disposiciones contenidas en las leyes 17.243 y 17.296, agrega otras que esas normas no contemplan y establece sanciones para los infractores.

Por su parte, el diputado Ruben Obispo, del Encuentro Progresista -partido opositor de centroizquierda-, señaló que “es momento de que el Poder Ejecutivo actúe y adopte las medidas para las cuales está facultado”, en referencia a los pasos que deberá dar el Ministerio de Industria una vez que la Dirección General de Comercio se expida sobre si existió transgresión a las leyes de parte de AmBev en el caso del cierre de Norteña. El artículo 14 de la ley 17.243 prohíbe los “acuerdos y prácticas concertadas entre agentes económicos, y el abuso de la posición dominante de uno o más agentes que tenga por efecto impedir, restringir o distorsionar la competencia y el libre acceso al mercado de producción, procesamiento, distribución y comercialización de bienes y servicios”.

LIBRE MERCADO:

LIBERTAD SÓLO PARA LOS

PODEROSOS

 

El nacimiento de la Companhia de Bebidas das Américas (AmBev), en el año 2000, fue el resultado de la asociación entre Antarctica y Brahma, y se enmarcó en el proceso de fusiones y concentración de capitales que opera en todo el mundo, en forma intensiva, por lo menos en los últimos dos decenios. En ese entonces la empresa -que también era propietaria de las marcas Bavaria y Skol- controlaba la mayoría del mercado brasileño de la cerveza. En octubre de ese mismo año AmBev fue obligada a vender Bavaria por el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) de Brasil, como medida de protección del derecho a la libre competencia. Bavaria fue adquirida por la canadiense Molson, la cual, en acuerdo con Heineken, compró posteriormente la marca Kaiser por 765 millones de dólares.

En mayo del año pasado, tras una operación en el entorno de los 600 millones de dólares, AmBev adquirió el 36,05 por ciento de las acciones de Quilmes Industrial SA (Quinsa) y el 37.5 por ciento de sus activos, convirtiéndose en el socio mayoritario y relegando a un papel secundario a la Heineken (15 por ciento). De esa manera la transnacional pasó a controlar las marcas Heineken y Quilmes, entre otras. La operación, que le proporciona a AmBev alrededor del 82 por ciento del negocio cervecero en la Argentina, debió ser autorizada por la Secretaría de Defensa de la Competencia, que analiza si los joint ventures, tan de moda hoy, así como las asociaciones, fusiones y compras, no violan las disposiciones legales antimonopólicas que rigen en el país vecino.

La sociedad con Quinsa le permite controlar el 50 por ciento del mercado sudamericano de cervezas y el 6 por ciento del de refrescos. Pero sus intenciones son continuar la expansión. Mientras decide cerrar la planta Norteña de Paysandú, y dejar sin empleo a un centenar de trabajadores, anuncia la instalación de una planta cervecera en Lima, Perú, donde se estima que la publicidad puede elevar el consumo, pues en aquel país se consumen 22 hectolitros anuales per cápita, cuando en brasil el guarismo llega a los 50 hectolitros. AmBev también desarrolla planes de inversión en Paraguay, Venezuela, Puerto Rico, España y Portugal.

En Uruguay, tras las adquisiciones de Patricia, Norteña y Prinz, el acuerdo con Quinsa la convierte en dueña de prácticamente el 100 por ciento del mercado, pues esta última, propietaria de Fábricas Nacionales de Cerveza (FNC), opera las marcas Pilsen, Doble Uruguaya, Zillertal y Heineken. El monopolio -en este caso privado y transnacional- determina la inexistencia de la libre competencia. Ni siquiera es alguito libre, sencillamente dejó de existir. Los hechos dan por el suelo con las teorías de los popes neoliberales: el proceso de concentración de capitales es tan poderoso que el mercado libre y la libertad de los capitales para engullirse unos a otros llevan a las empresas, a los puestos de trabajo y al propio mercado, a la muerte.

En un artículo anterior de la Rel-UITA se informó que las ganancias de AmBev en 2002 crecieron 92 por ciento y la transnacional tuvo un lucro líquido de 450 millones de dólares.

 LOS TRABAJADORES NO ESTÁN

SOLOS

En medio de ese avasallante proceso de concentración de capitales un ejecutivo brasileño de la cerveza dijo, no hace mucho, que el objetivo de su compañía era “exprimir más el lucro de cada botella vendida”. A ese anunció siguió una reestructura que implicó cierre de plantas, pérdida de empleos y rebaja de salarios de quienes conservaron sus puestos, por la vía de la tercerización, de los contratos a término, y de la aplicación de otras formas de flexibilidad laboral que entrañan mayor explotación, es decir: mejores formas de “exprimir a los trabajadores y no a las botellas”, según expresó Enildo Iglesias en el boletín de la Rel-UITA. Proteger la libre competencia -agregó- “puede estar bien”, pero “¿el derecho al trabajo no debería también protegerse?”.

¿Qué pueden hacer, qué han hecho, qué hacen los trabajadores ante la gigantez del adversario que deben enfrentar? Mucho. Más de lo que uno podría suponer en un medio que se malacostumbra bastante rápido a la resignación. No por nada ya han recibido la solidaridad de la Central Única de Trabajadores de Brasil, a la cual mucho debe el presidente Lula. De suma importancia ha sido también el apoyo del intendente sanducero de extracción nacionalista, escribano Álvaro Lamas, y de los legisladores del departamento, el senador Jorge Larrañaga (Partido Nacional-Alianza Nacionalista) y los diputados Ricardo Molinelli (Partido Colorado-Foro Batllista), José Mello (Encuentro Progresista-Partido Socialista) y Ruben Obispo (Encuentro Progresista-Asamblea Uruguay). Este último anunció que en los próximos días se reunirá con sus pares parlamentarios, el ministro Bordaberry y representantes del Sindicato de Obreros y Empleados de Norteña (SOEN) para analizar eventuales soluciones. El ministro no dio detalles, pero anunció que si AmBev cierra hay alternativas para que igual se siga fabricando cerveza en Paysandú. El anuncio generó gran expectativa y es uno de los factores que contribuye a que los trabajadores de Norteña rechacen con firmeza las presiones de AmBev para negociar el cierre de la fábrica y los despidos.

Los trabajadores mantienen instalada una carpa frente a la planta para vigilar e impedir que se traslade la maquinaria a la ciudad de Minas, donde los propietarios piensan impulsar la producción de la cerveza Patricia. Los trabajadores de Pilsen y Patricia, por su parte, anunciaron que se negarán a envasar la marca Norteña en sus plantas, como medida solidaria.

El miércoles 5 hubo una reunión entre los representantes de AmBev y dirigentes de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) y del SOEN, para discutir la vigencia del convenio, según el cual hay un plazo de 45 días en que ambas partes están obligadas a negociar, si una medida de reestructura empresarial implica pérdida de puestos de trabajo, como es el caso. El plazo de la negociación vence el próximo 27 de marzo, pero desde el 28 de febrero Norteña no produce cerveza. Su actividad se concentra en la fabricación de malta y en la exportación de cebada a Brasil y su principal comprador es nada menos que AmBev, es decir: la misma empresa se vende a sí misma, pero seguramente el Estado uruguayo le paga los reintegros a la exportación, como establece el régimen jurídico local.

Los trabajadores de Norteña no están solos: además de los ya nombrados han recibido la solidaridad de prácticamente todo el pueblo sanducero, de la única central sindical uruguaya PIT-CNT, de la Federación Unificadora de Cooperativas de Vivienda por Ayuda Mutua (FUCVAM) y de numerosas organizaciones sociales.

El viernes 7 se desarrolló un acto solidario frente a la planta en el cual dirigentes de FUCVAM convocaron a crear un frente social contra la pobreza y a solidarizarse con la lucha de los trabajadores de Norteña. José Oxley, secretario del SOEN, anunció que la central sindical convocará a una jornada cívica nacional de movilizaciones: una de cuyas consignas centrales será la reapertura de Norteña.

En protesta por el cierre las mujeres sanduceras desarrollaron una jornada solidaria, en el Día Internacional de la Mujer, el sábado 8, que se inició en horas de la mañana con una mateada y prosiguió con un almuerzo compartido al que asistieron numerosos vecinos con sus familias, ediles departamentales, activistas sindicales y dirigentes del cooperativismo local. El mal tiempo impidió que se realizara la marcha femenina por las calles de la ciudad como estaba previsto, pero igualmente dos mujeres leyeron una proclama frente a la puerta del establecimiento fabril. Entre las diversas actividades desarrolladas durante la jornada destacó un concurso de plástica infantil en el que intervinieron alrededor de cien niños de entre 5 y 14 años. Los mayores de diez expresaron mediante el dibujo cuál era el significado para ellos del cierre de la fábrica.

El cierre caló hondo en un departamento de 120 mil habitantes para quienes la cosecha de cebada y la fabricación de cerveza constituyen un distintivo identificatorio. Tanto es así que desde hace 38 años la semana santa o de turismo es denominada, en Paysandú, Semana de la Cerveza. Durante esos siete días la ciudad desborda con el aluvión de los casi 500 mil turistas que concurren a las actividades festivas que en torno a la cerveza allí se realizan.

Por lo demás, el sindicato desarrolla una importante labor social que va desde la entrega de libros y útiles escolares a los estudiantes primarios, secundarios y universitarios hasta la obtención de créditos a sus afiliados, oficiando de garante de los mismos ante el comercio local. También abarata la compra de productos mediante el funcionamiento de una cooperativa de consumo y ha impulsado la formación de dos cooperativas de vivienda. Cuenta con una Caja de Auxilio de cuyos servicios se benefician unas 600 personas, así como con un banco de sangre, asesoría jurídica y panteón social, entre otras actividades que conforman una obra social que corre el riesgo de perderse.

 

 

Walter Falco

© Rel-UITA

10 de marzo de 2003 

 

 

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