Campaña por la Ratificación del Convenio 184 OIT en Uruguay
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Montevideo, 30 de mayo de 2002.
De nuestra consideración:
Nos dirigimos a usted con
la finalidad de solicitar su colaboración para que Uruguay ratifique
el Convenio 184 de la OIT Seguridad y Salud en la
Agricultura. En este sentido las gestiones que usted pueda
realizar a efectos de que el Poder Ejecutivo envíe el mensaje
correspondiente al Parlamento serían de suma utilidad.
Este Convenio y la
Recomendación 192 fueron aprobados por la Conferencia
Internacional del
Trabajo, en su
89ª reunión (junio 2001). Ambos documentos fueron aprobados por
amplia mayoría. El Convenio obtuvo 402 votos a favor,
2 en contra y 41 abstenciones; mientras que la Recomendación
obtuvo 418 votos a favor, ninguno en contra y 33 abstenciones.
La
importancia de este convenio radica en que por primera vez en el
derecho internacional se garantiza a los/as trabajadores/as
agrícolas –no importando si son permanentes, temporales o zafrales–
los mismos derechos y niveles de protección que a otras categorías
de trabajadores.
En todo
el mundo se estima en 450 millones los hombres y mujeres que
trabajan como asalariados en la agricultura. Vale decir que
representan más del 40 por ciento de la fuerza de trabajo agrícola
mundial de 1.100 millones de personas. Entre el 20% y el 30% de los
trabajadores agrícolas son mujeres y el trabajo infantil es un
problema que todavía está lejos de ser solucionado en este sector.
Por lo tanto, el primer aspecto a resaltar del nuevo Convenio, es
que contrariamente a lo que pudiera pensarse, la seguridad y la
salud, son temas de enorme importancia para los
trabajadores y trabajadoras agrícolas. En 1997, la OIT estimaba
que 170.000 personas murieron como consecuencia de accidentes en
la agricultura y más de 160 millones contraen anualmente
enfermedades debido a los peligros y exposiciones –especialmente
a los agrotóxicos– en los lugares de trabajo.
Los
temas relacionados con la seguridad y la salud en la agricultura son
de gran importancia también para nuestro país donde, de acuerdo
a los últimos datos oficiales1,
entre 170 y 190 mil trabajadores se desempeñan en el sector
agropecuario. Por otra parte, las actuales condiciones laborales
requieren de un urgente tratamiento a fin de asegurar la calidad del
trabajo.
El
nuevo Convenio apunta a revertir esta situación, destacándose las
siguientes disposiciones:
•
Una definición amplia –que mejora las de anteriores Convenios–
sobre la agricultura.
• La
necesidad de una política nacional sobre seguridad y salud
agrícola basada en la “consulta con las organizaciones
representativas de empleadores y de trabajadores interesadas”.
• La
necesidad de evaluaciones de los riesgos en los lugares de
trabajo antes de exponer a los trabajadores a los peligros o
riesgos, incluida la exposición a productos químicos.
• La
necesidad de una gestión racional de los productos químicos
que se extienda más allá del lugar de trabajo, protegiendo
el ambiente general, con respecto al descarte de
recipientes vacíos de agrotóxicos y otros desechos.
•
Fija criterios sobre seguridad en el uso de la maquinaria,
ergonomía y la manipulación y transporte de materiales.
•
Establece en 18 años la edad mínima para trabajar en la
agricultura.
•
Fija normas para las trabajadoras, en particular sobre lo
referente al embarazo, la lactancia y la salud reproductiva.
•
Establece normas mínimas para el alojamiento de los
trabajadores, horas de trabajo, trabajo nocturno y
horarios de descanso.
• Dispone que, de acuerdo con la legislación nacional, “los
trabajadores del sector agrícola deberán estar cubiertos por un
régimen de seguro o de seguridad social contra los accidentes de
trabajo y enfermedades profesionales”.
Llegó
el momento en que aquellos votos emitidos en la Conferencia
Internacional del Trabajo se conviertan ahora en ratificaciones por
parte de los gobiernos. Se requiere un mínimo de dos países que
lo ratifiquen para que el Convenio entre en vigor.
Uruguay
se ha caracterizado por ser uno de los países que se encuentran a la
vanguardia en lo que respecta a la ratificación de los convenios de
la OIT. En la medida que el Convenio 184 viene a llenar una sentida
necesidad, confiamos en contar con su apoyo en el proceso para la
ratificación por parte de nuestro país de este documento.
Saludamos a usted muy atentamente,
Gerardo Iglesias
Secretario de la Rel-UITA |
Jorge
Chichet
Presidente del SAT
Mesa Alimentación PIT-CNT |
Obdulio Silva
Sindicato
Unico
de Obreros Rurales y Agroindustriales
PIT-CNT
Eduardo Gudynas
Centro Latinoamericano de Ecología Social |
Alberto Gómez
Centro de Estudios Uruguayos
de Tecnologías Apropiadas |
1
Censo Agropecuario. 2000. Ministerio de Ganadería,
Agricultura y Pesca (MGAP) y Encuesta de Hogares Rurales del
Instituto Nacional de Estadísticas (INE).
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